Caricatura y humor negro
"Dignos de lástima". Idea, textos y producción: grupo Carne de Crítica. Puesta en escena y dirección: Carlo Argento. Con Claudio Pazos y Francisco Pesqueira. Locución y sonido: Andrés Rojas. Vestuario: Mercedes Uría. En El Beso, Riobamba 416, a la gorra. Duración: 80 minutos.
Nuestra opinión: muy bueno
Durante dos años, el trío que componen los actores Claudio Pazos y Francisco Pesqueira con el director Carlo Argento recreó un impecable café concert sobre la base de sketches: "Carne de crítica", un espectáculo de humor inteligente asentado en la caricatura.
Este año, el trío decidió abordar una temática diferente en el mismo formato. Mediante una sucesión de cuadros se realiza un retrato expresionista de la sociedad actual y del paisaje urbano cotidiano. La crueldad que ya resulta familiar, la competencia que también aparece como un autorreflejo de todos los días, el modo en que los seres se "devoran" unos a otros, el individualismo exacerbado y la estupidez crónica. Toda esto está representado casi como un grito apocalíptico y, a su vez, como una plegaria que implora por un mundo mejor.
Hasta aquí, la temática: difícil de encarar, terrible para digerir. El elenco optó por el riesgo y trazó su pintura con los colores del humor: muy gris, muy oscuro y de una acidez que atraganta la risa.
Pero esa línea tan delgada y peligrosa es transitada con un equilibrio implícito, con absoluta seguridad y firmeza.
Responsabilidad creativa
La dramaturgia es una creación colectiva que, sin duda, parte de la improvisación y la observación y se transmite a través de un lenguaje propio e identificatorio. Los cuadros están conectados por pasacalles elocuentes y de fuerte contenido dramático. Es fácil advertir que el abanico de "nuevos mendigos urbanos" que representan Pesqueira y Pazos deambulan hoy por los subtes o la zona céntrica. Ellos muestran no sólo su patetismo, sino también una impunidad social impuesta y una desprotección que desgarra. Cada uno de estos personajes, así como todos los que integran los diferentes cuadros, son el producto de una responsabilidad colectiva.
El cuadro en el que los patitos feos devoran a los demás animales es sardónico; así como el de una Heidi vieja que espera un milagro a pesar del desprecio que siente por su vieja amiga Clarita, que ahora empuja su silla de ruedas, o la decisión de Dios de tomarse vacaciones, son los puntos más agudos y elocuentes.
Ambos actores tienen sobradas técnicas histriónicas mediante herramientas tan variadas como el clown o el canto y Argento supo cómo hilvanar todas estas habilidades. Un gran espectáculo con un grupo que se asienta con firmeza y lenguaje propio en una de las salas más bonitas del off porteño.
lanacionar