Burundanga: risas y destreza física que logran complicidad
Libro: Jordi Galcerán / Elenco: Valentina Bassi, Bicho Gómez, Laura Novoa, Roberto Peloni, Roly Serrano / Escenografía: Gonzalo Córdoba / Iluminación: Ricardo Sica / Música: Rony Keselman / Dirección: Corina Fiorillo.teatro: Multitabarís / Duración: 90 minutos / Nuestra opinión: buena
Con nueve temporadas ininterrumpidas en Madrid, Burundanga llega a la cartelera nacional con el prestigioso antecedente de ser "la comedia más exitosa de la década" en la cartelera española.
La pieza comienza como suelen empezar todas las obras del circuito comercial: en un arquetípico e inmaculado living. De una forma extremadamente simplista, los personajes tienen una charla que da la información necesaria para entender las coordenadas de lo que se verá: Verónica (Valentina Bassi) está embarazada de Manuel (Roberto Peloni) y quiere saber qué grado de compromiso tiene él en esta relación. Su amiga Silvia (Laura Novoa) le ofrece una solución química, la droga del título que produce una sinceridad brutal junto a un entumecimiento de los sentidos. Verónica terminará sabiendo más de lo que quería saber y a partir de ahí habrá una serie de enredos que incluyen una organización terrorista y un secuestro (esto último produce un sentido muy distinto en el original español con la presencia de ETA). La primera parte utiliza la destreza física de Peloni y la estridencia en los roles femeninos; la segunda, con problemas estructurales, pierde la urgencia de la trama y apunta con buen tino a la capacidad cómica del Bicho Gómez y al enorme carisma de Roly Serrano para mantener la atención. Los actores apelan aquí a su experiencia para producir risas y es fácil que las miradas del público terminen siempre atentas a lo que propone Serrano, quien es el que mejor las consigue. Su forma de estar en escena es hipnótica, como un emisario del público arriba de las tablas, conecta con la platea, la hace cómplice y hace que crezcan los que circulan alrededor suyo.
La apuesta a una obra con problemas de pareja que tienen un living como territorio de disputa parece ser conservadora. Repite un esquema que en el pasado ha funcionado pero que también ha tenido varios reveses. Es llamativo que en la misma sala del Multiteatro esté Carcajada salvaje, un gran texto de Christopher Durang que presenta problemáticas distintas a partir de un estilo de narración bastante más complejo y que, sin embargo, funciona muy bien con el público. Al terminar Burundanga, la fórmula del éxito sigue tan oculta como antes. Hay muchas explicaciones que se pueden proponer acerca de por qué funciona o no una obra comercial, pero también es un misterio.
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