Bombón Casa Teatro: un mágico edificio histórico y sus diversos relatos
Tres acciones performáticas a cargo de artistas residentes, trabajadores y artistas invitados
El formato de Teatro Bombón, festival site specific de obras cortas que se presentan en simultáneo creado por Monina Bonelli y Cristian Scotton, no para de reciclarse. Luego de aquellas múltiples ediciones en La Casona Iluminada que rompieron con la monotonía de los domingos, el año pasado copó casas, un taller mecánico, una peluquería y la vereda misma de una esquina de Almagro con varias acciones performáticas realizadas por los mismos habitantes de la zona. Este año se trasladó al maravilloso edificio de La Casa del Teatro. La nueva propuesta se llama Bombón Casa Teatro y, luego de presentarse en el marco del FIBA, durante este mes se puede ver (y recorrer) los sábados, entre las 16 y las 18.
El impactante edificio, diseñado por el arquitecto Alejandro Virasoro, se inauguró el 4 de enero de 1938. Dicen que esa noche se realizó una fiesta en la cual el capocómico Marcos Caplan era el chef de cocina, auxiliado por las "cocineras" Iris Marga, Luisa Vehil y Maruja Gil Quesada. Los invitados de honor fueron la gran cantante lírica Regina Paccini, quien fue la que tuvo la idea de construir un edificio para albergar a artistas jubilados con necesidades económicas, y su marido, Marcelo Torcuato de Alvear. El dandy más codiciado de la época se había casado con la cantante portuguesa en una ceremonia secreta en Estoril. Para aquella fiesta inaugural en el edificio art déco de la avenida Santa Fe al 1200 también asistieron el entonces presidente de la Nación Agustín Pedro Justo y, claro, gente del medio teatral y artístico.
A muchos años de aquello, en el marco de Bombón Casa Teatro, las hermanas Marull se permitieron un vuelta de tuerca de aquella historia inicial de este edificio de enorme valor patrimonial. La acción de El sueño de Rosita transcurre en la cocina de la casa. Horacio González, el cocinero del lugar, es el que lleva la voz cantante de esta acción performática, que, en verdad, es todo un homenaje a Rosa Escalada, empleada histórica de esta institución.
Mientras Horacio prepara unos panqueques con dulce de leche se cuentan anécdotas del lugar, historias de vida y canciones con el objetivo final de prepararle una gran despedida a Rosita para cuando se jubile. Para esa noche ella imagina ponerse uno de los tantos vestidos que se exponen en la galería de la casa que supieron habitar los placares de Mirtha Legrand, Mercedes Sosa o Lolita Torres, entre tantas otras. En esta entrañable acción creada por María Marull y Paula Marull se suman las historias de tres residentes del lugar, Graciela Susana, Zulema Durán y Rosa Escalada, y Marcos Benítez, empleado del lugar que se empecina en dejar a Rosita como una verdadera diva de la escena. La gestación de esa futura fiesta es una fiesta en sí misma que se cocina a fuego lento entre hornallas, mesadas de mármol y ventanales que dan a la gran ciudad.
En ese mismo piso del edificio en el que las hermanas Marull gestaron esta "panquequeada performática" está el salón comedor del edificio. Allí, varios residentes con pasado de aplausos y reconocimientos hacen un número de variedades con tonos biodramáticos que dirige Gastón Marioni. Comienza y termina con todos ellos cantando "El viejo varieté", famoso tema de María Elena Walsh. Como en las otras ediciones de Teatro Bombón, el orden de las tres acciones, como en un mágico puzle, lo determina el público. Cualquiera sea el camino que se elija, el kilómetro cero de esta recorrida es la galería en la que están los vestidos y las joyas donadas por artistas locales, que es una de las tantas formas que tiene la institución de mantener sus cuentas en orden. Un orden complicado, porque la entidad mantiene una millonaria deuda con la AFIP, como reconoció, hace unos días, Linda Peretz. La actriz, desde hace tres años, es la presidenta de la Casa del Teatro.
Entre los objetos y trajes de la galería de la planta baja se despliegan dos proyectos especiales convertidos en tarjetas artísticas para llevarse: el proyecto "CaZa Literaria", de Natalia Villamil, compuesto por relatos y cuentos de trabajadores y habitantes del lugar, y "Almas artistas", fotografías de Gabriel Machado y Alejandro Palacios de los 34 artistas residentes y trabajadores del lugar.
Pero volvamos a Linda Peretz. Ella es, en muchos sentidos, la protagonista de Limbo Regina, la propuesta de Nelson Valente. La presidenta de la entidad hace de la misma presidenta de la casona. En la primera acción aparece vestida como si fuera una de las invitadas de honor de aquella noche de apertura de este sueño solidario hecho realidad gracias al aporte y el esfuerzo de tantos. Guiados por Alfredo Allende, quien hace de personal del edificio, y por Gabriel Beck, como la secretaria de la señora presidenta, son quienes hacen ingresar al público a su señorial despacho, en donde hay, claro, un cuadro de Regina, aquella cantante lírica que enamoró al soltero más codiciado de la alta sociedad de la época.
Y partir de ahí, escaleras arriba, se llega a la capilla, en donde aparece Omar Calicchio en su propio limbo. Un piso más arriba (¿o era más abajo?), la misma Linda Peretz ensaya el monólogo de La voz humana, de Jean Cocteau, justo debajo de uno de los dos murales de Quinquela Martín que están en el hall Mirtha Legrand del Teatro Regina. Y, claro, como broche de esta brillante recorrida aparece el fantasma de Regina Paccini (Pablo Cordonet) cantando un aria de ópera.
Esta nueva versión de Teatro Bombón se estrenó en el marco del FIBA. Cuando este cronista hizo el recorrido, estuvo rodeado de programadores internacionales maravillados por la existencia de un lugar de este tipo y por que en un edificio de estas características se desplegaran este tipo de acciones performáticas. Cualquiera que pase todos los días por la avenida Santa Fe seguramente reconocerá la fachada de este personal edificio en altura que culmina en forma de pirámide con caras sonrientes a sus costados. Cualquiera que decida un sábado entrar al universo de esta propuesta seguramente saldrá tan sorprendido como lo estuvieron los extranjeros durante el festival internacional. El asombro sigue siendo una parte constitutiva de Teatro Bombón. Esta vez, despliega sus facetas en la casa que imaginó una cantante lírica portuguesa que se casó con el dandy de la época.
Bombón Casa Teatro
Sábados, desde las 16.
Casa del Teatro, Santa Fe 1243
Entradas, alternativateatral.com