Bienal de Arte Joven: cuando los emergentes del teatro y la danza vienen marchando
En esta nueva edición de este encuentro multidisciplinario que comienza hoy y que culmina el domingo se estrenarán 4 propuesta muy diversas entre sí nacidas durante la pandemia
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Desde que en 2013 tuvo lugar la primera edición de la actual etapa de la Bienal de Arte Joven, la plataforma de promoción del Ministerio de Cultura porteño dedicado a los artistas emergentes, se estrenaron en la franja de programación de las artes escénicas obras como Paraje Das Unheimlich, Los monstruos, Los cuerpos, Cinthia interminable o Moralamoralinmoral, a cargo de una banda de creadores emergentes que se fueran dando lugar en el circuito alternativo porteño. En todos los casos se trataron de propuestas de una enorme potencia expresiva. Durante la última edición de 2019, la pandemia modificó el calendario original, se sumaron montajes como Una obra más real que la del mundo o Hijas, otros dos trabajos de enorme valor, Hasta el momento, el semillero de la Bienal tuvo la inteligencia de dar a conocer a artistas que, con el tiempo, se fueron consolidando en el endeble mapa de la escena alternativa (mucho más frágil a partir de la pandemia).
La franja dedicada a los trabajos de danza, teatro y performances de la Bienal tiene como rutina presentar a los trabajos seleccionados en el salón histórico del Centro Cultural 25 de Mayo durante el cual los creadores hablan sobre sus obras y muestran algunos momentos de sus trabajos frente a curadores, directores de sala, funcionarios y prensa especializada. El encuentro que tuvo lugar hacer algunas semanas repitió ese protocolo pero, esta vez, ante un auditorio un tanto reducido y sin la presencia de otros jugadores fuertes de la gestión tanto del circuito público como alternativo. La presentación tiene elementos de una performances que se despliega en un mismo espacio escénico en mutación durante la cual toman la palabra los equipos creativos de Dirección Desconocida, Pachabananix, Les Reyes y Metrochenta. Se trata de las cuatro obras que fueron seleccionados por el comité integrado por Silvina Grinberg, Alfredo Staffolani y Monina Bonelli y Pablo Farneda. A diferencia de las ediciones anteriores, esta vez al grupo de tutores vinculados siempre a la actividad escénica se le sumó Farneda, investigador que trabaja el cruce entre arte, política, géneros y feminismos.
Los primeros que tienen sus 10 minutos para presentarse son los integrantes de Dirección desconocida, que dirige Marcos Krivocapich (creador que suele trabajar en propuestas de Gustavo Tarrío). Se trata de una obra que nació en tiempos de streaming que tiene mucho de teatro documental. O, como dice el mismo performer de espaldas al auditorio, “es una excusa para pedirle plata al Gobierno porteño y hacer algo con mis amigos”. La banda de amigotes se formó en tiempos de pandemia, en tiempos de un obligado teatro online. Tuvo una versión en ese modo en El Galpón de Guevara. Ahora, con la plata, el seguimiento y el marco de la Bienal, tendrán unas 12 funciones en El Galpón. Calculan que, de funcionar todo como piensan, unos 1040 espectadores irán a verlos. O sea, un porcentaje mínimo de la ciudad. “El teatro sirve muy poco en términos de repercusión”, aseguran. Poco les importa. Lo concreto es que allá va el grupo de amigos en medio de un discurso crítico sobre la misma actividad escénica, las políticas de subsidios y grietas diversas. “Lo único que nos queda es la ternura”, afirman al final. Dirección desconocida cuenta con la interpretación Bel Gatti, la dirección de cámaras de Francisco Castro Pizzo, la asistencia de Micaela Amaro y la composición y música en escena de Teo López Puccio. Se presentará en El Galpón de Guevara.
Acto seguido, en el bello espacio de la histórica sala, es el turno de Metrochenta, propuesta con dramaturgia y dirección de José Guerrero. José nació en Allen, un pueblo de Río Negro. Sus padres son pastores evangélicos. En este contexto un tanto rígido, y siendo él homosexual, apenas terminó el secundario se fue a Buenos Aires. “En realidad, me escapé”, aclara los tantos. En la gran ciudad, estudió en Escuela Metropolitana de Arte Dramático. Su obra Metrochenta, obtuvo el Premio Estímulo a la Escritura otorgado por Fundación Proa y La Nación. En un subte conoció al actor Eddy García, talentoso intérprete que en estos momentos integra el elenco de Pura sangre, con Griselda Sciciliani y el actor de esta propuesta. Según su creador, Metrochenta es una canción de despedida, un melodrama prematuro y lumpen. O “una historia de dos putos que se aman” que, por el tono, resuena con otro trabajo que interpretó Eddy llamado Todo piola, el texto de Mariano Blatt que montó Gustavo Tarrío. La propuesta cuenta con el diseño sonoro y música en vivo de Mantrixa, iluminación de Tefa Piotrowski y vestuario de Uriel Cistaro. Se presentará en Dumont 4040.
De esta historia de dos amigos enamorados, se pasa Pachabananix. que dirigen y actúan dos jóvenes (todos lo son) de piel morena y tonadas de no se sabe dónde. Se conocieron la noche del final de la Copa América, una noche de festejo, de excesos. Al tiempo, fundaron sus propio grupo y armaron un podcast durante la pandemia en el que se colaban titulares decididamente discriminatorios sobre noticias diversas. “Perreamos un remix sentimental de pertenencia y desarraigo. Pachabananix es una hoguera en tanga”, dicen Andrea López Ponce y Marta Salinas, las creadoras de esta personal propuesta del grupo Grupo Sin domicilio fijo que se presentará en el Beckett Teatro.
Cierra la presentación performática Les Reyes, que dirigen Mechi Beno Mendizábal y Damián Mai. Aparecen vestidos con tapados de piel un tanto maradonianos y unas coronas de cotillón que nunca pasarán a la historia del arte. El trabajo nació como un ejercicio mientras estudiaban en la UNA. Para ese ejercicio inventaron un lenguaje para que el gesto fuera el hecho teatral dominante por fuera del valor de la palabra. Con el correr del proceso, todo eso fue creciendo y hasta expandiéndose. Los dos son de ciudades del interior de la provincia de Buenos Aires, Junín y Rojas. Fue así como armaron en cada de uno de sus ciudades un festival para presentar Les Reyes a madres, tíos y vecinos. Ahora, esperan, que serán todos ellos los que viajen a Buenos Aires para ver esta “farsa trágica casi isabelina de dos monarcas desquiciados se debaten la corona”. O, como agregan ellos, la farsa tan actual de “la exótica miseria de quienes detentan el poder”. La propuesta cuenta con música en escena de Lucía Gómez, dramaturgia de Braian Kobla y música original de Ian Shifres. Se presentará en el Centro Cultural 25 de Mayo.
Las cuatro obras tienen algo en común un tanto obvio: la juventud de sus creadores. Y aunque se traten de indagaciones diversas en términos de lenguaje, la pregnancia de lo audiovisual y lo sonoro como la temática de género parecer ser otros elementos afines de estas propuestas autogestivas que nacieron durante la pandemia. Desde mañana hasta el domingo, luego tendrán su temporada en sus respectivas salas, forman parte de la amplia programación de Bienal de Arte Joven que abarca 4 muestras individuales de artistas visuales, 3 lanzamientos musicales, 6 producciones audiovisuales y la presentación de 10 novelas. Dos datos importantes para tener en cuenta: la programación completa figura en la página del festival y las entradas para las obras escénicas son gratuitas con previa reserva en la web.
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