Arturo Ui siempre renace
"La resistible ascensión de Arturo UI" , de Bertolt Brecht, con música de Hans-Dieter Hosalla, en traducción de Nicolás Costa y Norberto Silverti Paz. Intérpretes: Ricardo Díaz Mourelle, Jean Pierre Reguerraz, Pablo Mariuzi, Jorge Ochoa, Tony Lestingi, Néstor Sánchez, Ricardo Merkin, Gerardo Serre, Marcelo Subiotto, Gonzalo Costa, Gustavo Böhm, Cacha Ferreira, Roberto Carnaghi, Fabián Vena, Marcelo Nacci, Malena Figó, Mariel Fernández, Gabriel Conlazo, Sebastián Suñé, Claudio Da Passano, Abian Vainstein, Enrique Latorre. Diseño sonoro: Iván Grigoriev y Fabián Quintana. Música incidental: Giya Kancheli. Iluminación: Alejandro Le Roux. Vestuario: Alicia Gumá. Escenografía: Norberto Laino. Dramaturgia y dirección: Robert Sturua. Duración: 128 minutos. En el Teatro San Martín.
Nuestra opinión: Bueno
Resulta un poco ingrato analizar la obra de Bertolt Brecht (1898-1956) fuera del contexto político económico y social de su época. Lo que no se puede discutir es su condición de innovador del teatro al trascender el naturalismo y el expresionismo que se imponían en aquellos tiempos.
Imbuido de un ideario marxista, su objetivo fue alcanzar un drama didáctico que permitiera cambiar la mirada del público al plantarlo frente a un teatro antiilusionista que le permitiera ver una figuración crítica. Para lograrlo, Brecht introduce personajes y coros que narran las secuencias de la acción teatral. El paso del tiempo ha resentido la efectividad de este recurso y a la luz de estos tiempos la pieza se expone en un tono demasiado discursivo que resiente el ritmo.
Desde el punto de vista argumental, el autor alemán trata de poner en evidencia dos temas fundamentales: el nazismo y la corrupción. Vale la aclaración de que esta obra nunca fue representada en vida de Brecht por razones obvias. Fue escrita en 1941, y las acciones son contemporáneas al régimen nazi en Alemania. Pero lo interesante de su mirada crítica radica en el epílogo que, más allá de los resultados de la guerra, suena premonitorio: "El vientre del que ha salido esta cosa bestial, todavía es fecundo".
Ui es un psicótico que se transforma en el flagelo de toda una comunidad por la crueldad de su histeria, el salvajismo de sus secuaces, la cobardía de sus gobernantes y el terror de sus conciudadanos. Brecht ya lo había anticipado en su obra "El hombre es el hombre", donde muestra la ascensión de un individuo casi idiota que llega al heroísmo.
El segundo tema que expone es el de la corrupción. Ui se introduce como un microbio en el núcleo central de una sociedad debilitada y desparrama la enfermedad y el desastre. El éxito que obtiene es posible gracias a la mediocracia que se instala en el poder político y económico y al afán que tiene cada uno de ellos de beneficiarse a sí mismo. Es el germen de una corrupción que no demora en estallar contagiando a todo el entorno.
No es casual que el autor instale a Arturo Ui en la mítica ciudad de Chicago, considerada un ambiente gangsteril. Es donde mejor puede exponer su intención de denuncia: "Los grandes delincuentes políticos deben quedar totalmente al descubierto y, con preferencia, expuestos al ridículo", dijo Brecht, y hacia allí apunta.
Un elenco efectivo
Pocas veces se puede encontrar en un espectáculo un grupo tan homogéneo en calidad interpretativa como en "La resistible ascensión de Arturo UI". Dentro de un estilo paródico de actuación, todo parece ajustado sin fisuras. Si hay algún actor que se distingue es solamente por el peso protagónico de su personaje. Sólo cabe mencionar a Fabián Vena a quien le faltaría un poco de delirio para acentuar el crecimiento de su personaje y llegar a definir esa figura megalómana que no reconoce límites con la realidad.
La arquitectura escénica es un atractivo marco a las acciones. Con un diseño que representa un depósito, todos los elementos aparecen desechados y acumulados, matiz acentuado que refleja decadencia, tal como la sociedad que representa. La hechura estética, donde los personajes tienen ribetes clownescos, matiz acentuado por la música, se complementa con un vestuario muy sugerente y con el juego de luces, que todavía debe encontrar una mayor precisión.
Es probable que con el ejercicio de las funciones, la pieza logre un ritmo más aceitado que beneficiará sin dudas los tiempos de la narración.
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