Andrea Ghidone: "Antes si denunciabas acoso no te escuchaban, no importaba"
Cuando Andrea Ghidone decidió dar un giro en su carrera para enfocarse en el mundo del tango, sabía lo que quería: estar al frente de su propia compañía, correr los riesgos de no depender de otros e imprimir a los espectáculos un sello personal y acorde a estos tiempos.
"El guapo arrabalero ya no va más, el paradigma cambió. Desde un principio, mi intención fue poner en primer lugar a las tangueras, a esas mujeres que en épocas de dominación machista, buscaron la forma de imponerse y hacer lo que querían", dice la bailarina, nacida en Montevideo, que en un verano teatral supernutrido propone algo inusual para calle Corrientes: Tango en Rose, en el Multitabaris, acompañada por Guillermo Fernández, Ivanna Rossi, Sebastián Codega y cuatro excelentes bailarines (Débora Agudo, Alejandro Andrian, Laura D’Onofrio y Fernando Aranda Martínez), más la música de Pablo Valle (piano y director), Leonel Gasso (bandoneón) y Facundo Benavidez (contrabajo), con la dirección del coreógrafo Ignacio González Cano.
Es el tercer espectáculo ideado y producido por Ghidone, después de Tango secreto (en 2016, de gira por varias ciudades del país) y Madame Tango, primero en el Regina y después, hace un año, en el Lola Membrives. "Hay continuidad entre las tres, podría decir que es una trilogía. Esta vez, después de resaltar las cosas maravillosas que habían aportado las mujeres al tango, pensé en ver a este personaje en una historia de amor, en otra etapa de su vida, en la que le toca volver y reencontrarse con sus orígenes, con humor siempre. Es un cuento romántico, menos emotivo que las obras anteriores, la defino como una comedia musical en tiempo de tango", dice la protagonista a LA NACION.
Desde la revista Vedettísima, a fines de 2008 en Mar del Plata, Ghidone trabaja sin parar en la Argentina: le siguieron Fantástica (2010, año en que también pasó por "Bailando por un sueño" y fue tapa de la revista Maxim Argentina), Bravísima (2011), Barbierísima (2012), Escandalosas (con Moría Casán y Carmen Barbieri, en 2013) y, a partir de 2014, shows en Señor tango.
"Me decían que no, que el tango no era para calle Corrientes. Con el productor Javier Faroni trabajé cinco años y le llevé Tango secreto. Pero me dijo que no, otros lo mismo, que ‘no va, es para turistas’. Obviamente te subestiman pero no te lo dicen en la cara, pero nunca me hice problema por eso. Cuando vine a este país me presenté a montones de castings y quedar en la revista con Santiago Bal y Carmen Barbieri me pareció una hermosa oportunidad. Cuando una puerta se te abre por algo es y estoy orgullosa de las puertas que me pude ir abriendo yo misma", dice. En Montevideo, desde chica entrenaba y competía en gimnasia artística, plasticidad que después aplicó a la danza. Si bien bailar era lo que le gustaba, lo tomó como actividad alternativa porque sus padres querían que siguiera una carrera universitaria. Empezó Educación Física y Ciencias Económicas y los fines de semana, ensayaba musicales, pero esa rutina pronto estalló. Decidida, con una hija muy chiquita, probó suerte en Buenos Aires. Iba y venía solo para presentarse a audiciones. Así, durante más de un año, hasta que, por fin, quedó en el elenco de Vedetíssima.
"En mi casa se escuchaba tango todo el tiempo. A mis padres solo los vi abrazados cuando lo bailaban. Pero a mí me agarró más de grande, hace ya ocho años, y creo que lo potencié con todo lo que había aprendido en la revista. En Escandalosas, hacía el cierre con un recitado y un tango, algo que mantengo en todos mis shows, unir la danza con un texto. Me di cuenta que me identificaba más con eso", cuenta Ghidone sobre cómo maduró la idea de armar su propio espectáculo de danza popular. "Después llegó Señor Tango –continúa-, donde trabajé con Guillermo Fernández, y si bien estaba contenta, no era mío, hacía lo que otros decían. A eso se sumó el robo en mi casa, cuando estaban mi nena y la niñera. Quería ganar más y trabajar menos para poder estar más en casa. Para lograrlo, tenía que fomentar mi propio negocio, contratar yo en lugar de que me contraten. Al principio no me creían, pero las cosas llevan su tiempo y nunca me faltó la fe. Cuando desapareció un inversionista, armé mi productora (Tashi). Siempre creo en continuar y hacer todo lo posible de mi parte".
Como cabeza de compañía busca pasarla bien y que todos se sientan cómodos: "Los escucho a todos, hay gente muy talentosa que tal vez no tuvo la oportunidad y por eso, presto atención a todas las ideas. En Nacho Cano encontré una forma de hacer mi show que no es la convencional, no es un show for export. Con Guillermo Fernández hacemos una dupla hermosa y todos los personajes tienen momentos para lucirse, son grandes artistas, para mí, es mágico. Quiero que el público vuelva a su pasado pero mirándolo de otra manera, con los ojos de hoy, 2020".
En estos años de trabajo, dice que su única amiga del medio es Carolina Papaleo y que no tiene prejuicios porque cualquiera puede tener razón o equivocarse. Por ejemplo, Juan Darthés. "Hace tres años, cuando estaba imaginando esta obra, Darthés trabajaba acá cerca cantando tangos y en ese momento había pensado en convocarlo. Cuando sucedió lo que sucedió, dije que si era culpable, debía cumplir su condena. Pero todas las personas nos merecemos otra oportunidad, todos cometemos errores y aprendemos de ellos. No hay que tener prejuicios. Antes si denunciabas acoso no te escuchaban, no importaba. Después sí, se juntaron muchas mujeres importantes, con nombre, que fueron escuchadas y así se pudo cambiar, generar un respeto que antes no había. Todo en la vida llega cuando tiene que llegar y lo festejo sobre todo por mi hija que tiene trece años", dice Ghidone, firme ante las críticas y con muchos proyectos. Además del teatro, hace casi un año que prepara un lugar nuevo, todavía en construcción y reformas: se trata de un espacio donde planea una experiencia para el público, un recorrido en el tiempo que terminaría en un show de tango moderno. "Pero trataré que sea sin mí", dice con decisión de empresaria.
Tango en Rose, idea, producción y actuación de Andrea Ghidone. Multitabaris Comafi, Corrientes 831. Miércoles, jueves y viernes, a las 20; sábados, a las 19.30 y 21.30; y domingo, a las 19.30. Entradas desde $ 1200.
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