Ahora hay un nuevo Cabaret
Karina K brilló en su debut, en el papel protagónico
En mayo pasado se estrenó la versión del musical Cabaret que actualmente está en cartel, con Alejandra Radano en el rol protagónico de Sally. Pero por cuestiones contractuales y compromisos adquiridos, tuvo que dejar su lugar en la obra. Karina K fue la elegida y el miércoles hizo su primera función. También se incorporaron al elenco Laura Silva, como Fraulein Kost, en lugar de Patricia Echegoyen, y Débora Turza, en el coro, en reemplazo de Milagros Michael.
Con su ingreso, Karina K logró una nueva versión de Cabaret . La actriz de Drácula, Te quiero, sos perfecto, cambiá y Víctor Victoria encaró a su Sally Bowles desde la profundidad y consiguió variar el ritmo y la intensidad, sobre todo, de los momentos en que prima el texto.
A su vez, potenció el trabajo de Marcelo Trepat, como su enamorado Cliff, en escenas de difícil composición y diálogos extensos en las que es mucho lo que ocurre. Eso requiere unos tránsitos y cambios importantes y complicados en los actores. Ambos lo consiguen y afianzan un vínculo escénico agradecido.
Durante el primer acto, Karina K dota a Sally de una mixtura interesante de exaltación, exuberancia y sordidez. Conoce muy bien su personalidad y la desnuda en aquellos momentos en los que la invade la bruma. Logra amar a Cliff (Trepat lo transmite muy bien), pero no sabe cuál es su lugar ni qué hacer con sus sentimientos, y eso la vuelve cruel, por momentos. El instante en que canta "Quizás ahora" consigue una intensidad esencial en esos momentos de la trama. Pero el primer aplauso estruendoso lo consigue en "Mein Herr", donde también se luce como bailarina.
En el segundo acto, Karina K lleva a su Sally a su irremediable destino, a su derrumbe, en una composición admirable. Los miles de estudiantes de comedia musical deberían ver en este trabajo cuán importante es una actriz en el género: una gran composición sobre lo vocal y lo coreográfico. La intérprete, finalmente, le pega en medio del pecho al espectador con una versión de Cabaret que podría estremecer a la mismísima Liza Minnelli. Voz y cuerpo en un trabajo excelente.
Por su parte, Laura Silva tiene momentos de lucimiento y es una digna encargada de cerrar el primer acto con "Mañana me toca a mí", canción que minutos antes interpreta Charly G, con un trabajo magistral de armonía vocal.
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