Actos con palabras
A partir de hoy, se presentarán obras breves del genial irlandés, autor de "Esperando a Godot", de quien se cumplen 100 años de su nacimiento
En el año del centenario del nacimiento de Samuel Beckett, se llevará a cabo, en la sala que lleva su nombre en Buenos Aires, el Festival Beckett. Una serie de propuestas escénicas se ofrecerá entre hoy y el 27 de junio y, a través de ellas, no sólo se rendirá homenaje al autor irlandés, sino que, además, se posibilitará a los espectadores recuperar algo del espíritu de unos de los máximos escritores contemporáneos.
El proyecto, según cuenta el actor y director Miguel Guerberof, también uno de los responsables de la sala Beckett, se originó en torno a una mesa de café. El y Patricio Orozco tenían ganas de meterse en el mundo beckettiano y comenzaron a diseñar la propuesta, a la que luego se agregaron proyectos de Juan Cosín, Ana Deutsch y Carina Livings.
El festival comenzará hoy, con "Pasos" y "Ohio impromptu"; mañana, se presentará "Comedia" y "Un momento, por favor", obra coreográfica; el lunes, "Acto sin palabras" (reposición) y "Basta"; el miércoles, "Sólo teatro"; el jueves, "Vaivén".
Samuel Beckett llegó a la vida de Miguel Guerberof cuando él comenzaba a estudiar teatro, en Córdoba. Una amiga le acercó una traducción de "Esperando a Godot", y tanto lo fascinó, que durante años, cada vez que tenía que preparar un trabajo, proponía montar la pieza y siempre recibía muy poco entusiasmo de parte de los demás. El porqué de su interés por el dramaturgo irlandés estaba muy ligado a su formación intelectual. De pequeño, leía a Albert Camus y, según relata, deseaba que alguien "hiciera teatro con esa mirada de lo finito, de lo inasible de la muerte". Cuando descubrió eso en Beckett, no se apartó más de él. No sólo se convirtió en un profundo estudioso de su obra dramática, sus ensayos y poesías, sino que también en más de una oportunidad lo tradujo y adaptó antes de representarlo. Lleva realizados 15 montajes de sus textos, entre teatrales y narrativos.
-Aquel mundo que te inquietaba de joven, ¿en qué se asemeja respecto del actual? Porque seguís muy interesado en este autor...
-Este hombre hace en el teatro lo que pasa en el mundo. El mundo se encaminó hacia lo peor. El mundo no está mejor. Todo el tiempo pasan cosas terribles. Y él parece que vislumbró qué se debía hacer aunque no hubiera demasiadas ilusiones y esperanzas. De alguna manera, él termina con el mundo ilusorio. El centro del problema es que nosotros estamos aquí y nos pertenecemos y hacemos, con lo que tenemos, lo que podemos. Beckett escribió "no importa lo que han hecho con el hombre. Importa lo que hace el hombre con lo que han hecho con él". El encarna todo este pensamiento. Si lo leés, además, lo vas a encontrar muy cerca de Proust, de Kafka y hasta ligado con Joyce, los tres grandes narradores del siglo XX.
Hombre profundamente conocedor de la actividad teatral, la charla con Guerberof salta a Shakespeare (que ha dirigido en varias oportunidades), a la Edad Media (período que le está interesando trabajar) y hasta al mundo teatral argentino. Allí se ubica y dispara: "En este momento, en general, uno no puede hablar de teatro independiente, profesional. Yo hablo del teatro como una causa que está a punto de perderse. Y estamos en esto porque es una causa de liberación. En los 90 escuché una frase que decía: «Hacemos teatro como una forma de resistencia poética al estado de las cosas». Y ahora, que ya hemos resistido, lo hemos transformado en una causa".
-Pero esa causa parece que bien vale si uno encuentra un poeta como Samuel Beckett.
-Es que esa situación de dos clowns metafísicos en el cruce de un camino ("Esperando a Godot"); esa especie de Glosterd y el loco Tom que es "Final de partida"; esa mujer hundida en la puta tierra hasta las tetas que es Winnie ("Los días felices") son metáforas extremas de este gran holocausto que es el mundo. La circulación de información que hay hoy, eso que se ha dado en llamar la globalización... Me acuerdo de que una vez estaba haciendo teatro y salió un japonés diciendo que se había terminado la historia y, dialécticamente, la historia empieza siempre, y Samuel Beckett nos ha acompañado continuamente: en el regocijo, en la desesperanza, en la ironía, en la angustia. Siempre está. Es como la sombra del padre de Hamlet.
-El padre de Hamlet conoce la historia y hasta anticipa lo que sucederá, igual que Beckett. El padre se manifiesta a partir de la sombra y Beckett, a veces, parece una sombra, pero que no muchos quieren ver.
-Cuando Picasso apareció, las señoras que iban a las muestras decían: "¿Y esto qué quiere decir?". Después se dijo: "Esto no quiere decir nada". En realidad, eran formas perfectas, a manera de metáforas, semejaban determinadas cuestiones de los mundos de aquellos artistas. Ellos rompieron con la convención de pintar. Y Beckett rompió con la convención de representar. El dijo una vez: "Suprimir la percepción de lo exterior hace que la autopercepción nos permita seguir siendo. La búsqueda del no ser, huyendo de la percepción exterior, fracasa ante la imposibilidad de escapar de la autopercepción". Esto no es filosofía; es como yo veo la maquinaria del arte. Frases como éstas las han dicho muy pocos artistas del teatro. Es cierto que muchos no lo quieren ver y que, seguramente, no tendremos en el festival miles de espectadores, pero con que uno vaya a la librería y compre un libro de Samuel Beckett yo me siento pleno.
El estreno de "Comedia"
Durante los días del Festival Beckett, Guerberof repondrá "Acto sin palabras", un clásico en su producción, y estrenará "Comedia", material que lo tiene muy entusiasmado y que, como considera que ya Beckett es un clásico, se anima a través de su puesta a resignificarlo. Para ello repara en su mundo privado y saca de sus cuestiones personales algunos recuerdos que cruzará en escena. Claro, si piensa que Beckett es la sombra del padre de Hamlet, está seguro de que, mientras el autor lo espía, a la vez lo guía.
"«Comedia» -dice Guerberof- es una especie de gran mascarada. El toma situaciones del teatro de vodevil y las va transformando hasta llegar a una obra metafísica sobre la soledad, la obligación de actuar, de vivir, de ser percibido. Es muy divertida. La pieza está planteada con tres urnas mortuorias desde donde los personajes están obligados a actuar cada vez que un reflector los ilumine."
El director cuenta que Beckett lo lleva siempre a lugares recónditos y cuando decidió trabajar este texto se acordó de que, cuando era niño, en los parques de diversiones estaba la llamada Flor Azteca. "Sobre una mesa había unos corintos y la cabeza de una mujer que te miraba. A mí me daba terror esa imagen." Ahora sus actores, a modo de aquella Flor Azteca, enfrentarán el texto beckettiano.
Fecha de estrenos
Hoy
21, "Pasos" , con María Comesaña, y "Ohio improntus" , con Duilio Marzio y Domingo Basile, dirigidos por Patricio Orozco.
Mañana
21, "Un momento, por favor" , con coreografía de Ana Deutsch y Carina Livingston, y "Comedia" , con Carla Peterson, Damián Casermeiro y Esmeralda Mitre, dirigida por M. Guerberof.
Lunes
21, "Acto sin palabras" , con Facundo Ramírez y Gerardo Baamonde, y "Basta" , con Paula Morgan, dirigidas por M. Guerberof.
Miércoles
21, "Sólo teatro" , dirigida por Juan Cosín.
Jueves
21, "Vaivén" , con Lidia Mancini, Carla Vidal, Josefa Barra y Claudia Mc Aluff. Dirige P. Orozco.Director y obras