Streaming musical: cómo sacarle el jugo a Spotify y no perderse nada
La plataforma posee algunas aplicaciones poco conocidas que pueden activarse; los podcasts y los videos también son parte del menú y hay formas de personalizarlos
Hasta hace muy poco, parecía una fantasía imposible llevar toda la música del mundo en el bolsillo. Un sueño para aquellos melómanos que durante años cargaron pesadas maletas llenas de vinilos, luego mochilas repletas de CD y cassettes, para terminar reduciendo sus tesoros a simples datos que se pueden transportar en dispositivos diminutos alimentados mediante USB. Pero Spotify dio un paso más: puso la nube al servicio de las canciones y aranceló el acceso, para lograr así convertir el negocio de la música nuevamente en algo rentable.
Es cierto, no toda la música está en Spotify. Pero sí una gran porción de la que fue y será editada. Una de sus mayores deudas iniciales, The Beatles , fue saldada hace ya varios años y hoy quedan pocos artistas fuera del catálogo de más de 35 millones de canciones que ostenta la plataforma de streaming musical sueca. Y si hay canciones, hay oyentes. Según el último informe, Spotify está disponible en 65 países y cuenta con más de 180 millones de usuarios activos mensuales, 83 millones de los cuales eligen pagar la membresía premium (69 pesos finales por mes en la Argentina) para acceder al servicio más completo de la plataforma.
Los usuarios de Spotify premium pagan para evitar los anuncios molestos entre canciones y garantizarse la posibilidad de reproducir música en audio de alta calidad. Además, acceden a la escucha sin conexión, lo que permite descargar canciones en cada dispositivo (PC, celular, tablet) y luego reproducirlas sin necesidad de contar con internet. Pero más allá de las ventajas, los 101 millones de usuarios que hacen uso de la versión gratuita también acceden a servicios básicos de la plataforma, como el de curaduría, con sus playlists "Descubrimiento semanal" y "Daily mix", o las confeccionadas por estados de ánimo, género, éxito, etcétera. Pagando o soportando publicidades, existen varias funciones que sirven para exprimir el amplio catálogo musical de Spotify y aprovechar al máximo sus utilidades. Incluso para aprender a hacerse amigo del algoritmo, que, por su efectividad, parece conocernos mejor que nosotros mismos.
Cierta porción del éxito de Spotify se basa en la personalización de su servicio. Cada tema que escucha un usuario es información, como también los que no escucha o saltea. "Todas las recomendaciones que se hacen en Spotify son una consecuencia de la mezcla entre datos y personas. Ya sean recomendaciones realizadas por el equipo editorial de Spotify o recomendaciones algorítmicas", aclara un vocero de la empresa a LA NACION.
Y explica: "'Descubrimiento semanal' y 'Daily mix' son mezclas de música que recomienda Spotify de forma inteligente y a medida. La selección y el acierto de las canciones consisten en el trabajo del algoritmo de inteligencia musical, que analiza las canciones que escuchan los usuarios cada semana guiándose principalmente por el historial de escucha, los gustos musicales, la relación que algunas canciones tienen con las de otros artistas y que otros usuarios han guardado en una misma playlist, diferenciando a su vez aquellas que se escuchan de principio a fin de aquellas que son interrumpidas para escuchar la siguiente en cola".
Existe una manera de agregar más información a esta selección para hacer que el disparo sea más certero mediante la posibilidad de votar las canciones incluidas en "Descubrimiento semanal" y "Daily mix" con un "me gusta" o un "esconder". "Sirve para orientar el algoritmo a presentarte una nueva y más acertada mezcla al día y a la semana siguientes. Cuanto más utiliza el usuario, mejores recomendaciones recibirá", dicen en Spotify.
"Descubrimiento semanal" selecciona especialmente para cada usuario dos horas de música nueva todos los lunes. "Daily mix", en cambio, propone seis listas basadas en los artistas que escucha cada usuario, compuestas por canciones que ya conoce -y le gustan- y recomendaciones de temas similares. La actualización de estas listas es diaria y su objetivo, según Spotify, es "organizar el gusto musical" de cada oyente. "Cuantos más tipos de música le gusten al usuario, mejores mezclas obtiene", señalan.
Por último está "Radar de novedades", una playlist personalizada para cada usuario que se actualiza todos los viernes -el día de los lanzamientos musicales- con los temas nuevos que estén dentro de la órbita de su gusto musical.
Estados de ánimo y éxitos
Spotify tiene un equipo de más de 100 editores en todo el mundo -incluyendo la Argentina- que confecciona las más de 4500 playlists que aparecen por todos los rincones de la plataforma. Tienen nombres como "Cena con jazz", "Rock argentino" o "FrienDe semana", y llevan el logo de la plataforma en la tapa como un sello de calidad.
Desde la empresa definen sus empleados como un grupo de "expertos musicales y embajadores culturales" cuyo trabajo es "propagar el disfrute por descubrir música". El equipo editorial de Spotify cuenta con todos los datos de la plataforma y tiene acceso en tiempo real a "lo que los usuarios están escuchando y lo que no, que es igual de importante", insisten. "Por ejemplo, si una canción que está incluida en una playlist se salta más ahí que en otra playlist de trap, el equipo editorial sabrá en dónde usarla de la mejor manera. De esa forma pueden construir y refinar las playlists. Se tiene en cuenta cada género de música inimaginable, cada estado de ánimo o situación", dicen.
Otro trabajo del equipo editorial es monitorear constantemente los datos de tendencias dentro de la plataforma. De ahí nacen las listas de éxitos como el "Top 50" o el "Viral 50", tanto a nivel global como nacional. "Para configurarlas se tienen en cuenta las canciones más escuchadas, además de los artistas más relevantes para la Argentina", precisan desde la empresa.
El autoplay
Molesta para algunos, esencial para otros, la función 'autoplay' es la encargada de que no haya silencio en Spotify. Se pone en acción cuando el usuario terminó de escuchar una canción, disco o playlist y ya no hay más temas en cola. "Al igual que en la función de 'radio', con 'autoplay' Spotify tiene en cuenta la canción, artista, playlist que se está escuchando y reproduce canciones similares a lo que se estaba escuchando desde un inicio", explican desde la empresa.
Y añaden: "Se tiene en cuenta lo que otros usuarios han escuchado además de esa misma canción, artista, álbum o playlist. También el género o microgénero de música al que pertenecen, entre otros criterios. El algoritmo, como ocurre con el algoritmo de descubrimiento, va aprendiendo a medida que el usuario interactúa con los más de 35 millones de canciones en Spotify". Algo importante: "autoplay" es una opción que viene predeterminada en la plataforma, pero puede ser desactivada con un simple clic en configuración.
El modo "sesión privada" es para Spotify lo que la ventana de incógnito es para los navegadores web: una manera de escuchar música sin dejar rastros. Se activa en la pestaña de configuración de la plataforma y dura hasta que hayan transcurrido seis horas de inactividad. Es una función interesante para aquellos usuarios que, por diferentes razones, no quieren revelarles a sus amigos lo que están escuchando. Pero se vuelve de vital importancia para los que comparten cuenta con otros habitantes del hogar, como, por ejemplo, los más chicos. Todas las canciones que se reproducen bajo el modo "sesión privada" son invisibles para los seguidores y para el algoritmo. Por lo tanto, no serán tenidas en cuenta para las futuras recomendaciones que elabora la plataforma.
Para competir con los gigantes, Spotify quiere ofrecer algo más que música. Los podcasts empezaron de a poco, pero ya se cuentan de a miles en Spotify. Incluso tienen los propios, como el semanal "Una a la semana", elaborado por el creador del popular podcast de psicología Entiende tu mente, Molo Cebrián. En la Argentina, y desde hace ya bastante tiempo, la usina de podcasts Posta se ganó un lugar en los rankings por su vasto catálogo de títulos, que van desde cine y series hasta filosofía y coctelería (también coproducen los podcasts de LA NACION, disponibles en Spotify). Además, al igual que ocurre con las canciones, los usuarios premium pueden guardar los podcasts para luego reproducirlos sin conexión a internet.
Videologs
Pero no todo es audio. También hay videos (videoclips, videologs, documentales) disponibles en Spotify que se pueden compartir entre usuarios o incluso guardar para ver sin internet. Al mejor estilo YouTube, los usuarios se pueden suscribir a sus perfiles favoritos para recibir notificaciones cuando salgan episodios nuevos.
Otra manera de sacarle provecho a Spotify es animarse a recorrer todos sus rincones. No quedarse con las primeras opciones que aparecen a la vista e indagar en cada pestaña para exprimir todo el jugo posible. Si una canción desconocida llama la atención, hacer clic en el nombre del artista para ir a su perfil, leer la descripción, reproducir sus temas más escuchados y scrollear hasta sus discos para encontrar los tesoros de su obra. Prestarles atención a los artistas similares que aparecen sugeridos ("a los fanáticos también les gusta"), a la información disponible sobre en qué ciudades es más escuchado, cuántos oyentes mensuales tiene (el rating de Spotify), cuántos seguidores, en qué playlists aparece, e incluso explorar si tiene playlists de su autoría.
En materia de datos, cada canción cuenta con sus respectivos créditos. Es una forma de traer al mundo del streaming una versión -bastante acotada- de los clásicos booklets de los CD con la data de compositores, músicos invitados, productores, ingenieros de sonido. También se pueden leer las letras de las canciones, ya sea de la mano del sitio Genius.com y su "Behind the lyrics", que cuenta el porqué de cada letra (disponible mayormente en canciones en inglés), o de la aplicación SoundHound, que requiere instalación aparte y muestra la letra de cada canción al mejor estilo karaoke.
Para fin de año, Spotify lanza los resúmenes detallados de la actividad anual de cada usuario. Los temas que más escuchó y los que se perdió, sus artistas y géneros favoritos, y hasta la cantidad de minutos que pasó escuchando música en la plataforma. En las playlists que se generan a partir del cruce de toda esa información suelen aparecer varias gemas.
Una de las novedades desarrollada por los mismos usuarios son las playlists de shows de diferentes artistas. Por ejemplo, si un músico empezó la gira en México y en pocos días llega a la Argentina, los usuarios arman la lista de temas que tocó para que otros puedan ir entrando en calor en calor con las canciones que se tocarán. Esas listas hay que buscarlas con el nombre del artista, el país y show. La interfaz de Spotify cambia bastante seguido. Esto quizá pueda ser un poco molesto para los fanáticos del orden, pero cada cambio trae novedades de uso. Por eso es bueno no quedarse en modo tradicional y experimentar: en el streaming no se pierde ningún material y el error se corrige rápido.
Artistas y usuarios, unidos en el mismo espacio
Una cosa es navegar Spotify como usuario, incluso como Premium, pero otra muy diferente es hacerlo como artista. Gran parte de la información que los usuarios tradicionales no ven es proporcionada a los otros actores importantes de esta escena: los autores de la música. Tienen hasta su propia plataforma con todos los datos necesarios para saber dónde, cómo y cuándo se reproducen sus canciones.
Y si hay un colectivo que lo entendió primero que nadie en nuestra región es el trap. Omar Varela es el director, productor y cerebro de Mueva Records, una factoría argentina de hits de trap que tiene entre sus casos más exitosos al tema "Loca", cuya versión original tiene más de 57 millones de reproducciones en Spotify, sin contar los más de 70 millones que ostenta el remix que hizo Bad Bunny. Omar tiene 20 años recién cumplidos y su trabajo es crear la música de varios de los artistas que están de moda para luego distribuirla en las diferentes plataformas digitales.
Desde su mirada, destaca el alcance que tienen las playlists de Spotify. "Seleccionan temas que están buenos y te los posicionan. Eso hace que un montón de gente nueva te escuche y te trae reproducciones y seguidores", dice el director de Mueva Records y señala que es usuario Premium del servicio porque "es lo único" que usa para escuchar música.
Otra de las herramientas que tienen los artistas en Spotify es la difusión de sus shows. En la sección llamada "Conciertos", que aparece en el perfil de cada artista, el usuario puede consultar cuál es el próximo recital de la banda. Además, recibirá sugerencias de recitales basados en su música favorita que se desarrollen en lugares cercanos a su geolocalización. Y hasta puede comprar la entrada ahí mismo. "Los artistas también cuentan gracias a Spotify for Artists, con datos sobre dónde se encuentran geográficamente sus fans en Spotify. Esto los puede ayudar a diseñar sus giras de conciertos".
Humano-máquina: el peligro de la burbuja
Spotify apareció en escena como el último tiro de la industria musical justo antes de morder el polvo. Un tiro certero. De su mano, y por primera en vez en plena era de internet, aparecieron los billetes que estaban escaseando desde hacía años. A partir de ahí se acomodaron las fichas en el casillero. Como señala la periodista especializada en economía del streaming en la industria musical Liz Pelly en su artículo para The Baffler, Spotify se diferencia de sus principales competidores (Apple Music y Amazon Music) por su caballito de batalla: el algoritmo.
"El valor de Spotify es más efímero. Su valor reside en sus 'productos' algorítmicos de descubrimiento musical y su capacidad para hacer que toda la industria musical se ajuste a los nuevos estándares que establece", escribe Pelly. Lo que más sorprende a Pelly es la cantidad de datos "sin precedente" que recoge Spotify de la actividad de sus usuarios. Y asegura que las playlists son las reinas de este juego, particularmente las que son elaboradas por los editores de la plataforma. "Se implementa una cantidad de datos sin precedente ('tasas de omisión' y 'tasas de finalización' determinan si una canción sobrevive) y 'tecnología de humano-máquina' para cuantificar tus gustos. Esto es lo que se esconde detrás de la 'magia' de Spotify", dice Pelly.
El algoritmo conoce demasiado al usuario. Tanto que puede terminar influyendo en su gusto musical o, lo que sería peor aún, cercenándolo. Cualquiera que pase un día entero escuchando un solo disco o un solo género en Spotify al día siguiente se va a encontrar con una oferta de sugerencias de artistas y canciones similares. Lo mismo va a pasar con las listas de descubrimiento. La plataforma, para brindarle la experiencia más placentera posible al usuario, va a ofrecerle dosis justas de cócteles personalizados y probados.
"Los usuarios obtienen recomendaciones sobre la base de sus gustos", explicó un vocero de Spotify a LA NACION, y aclaró: "Pero también puede acceder a las más de 4500 playlists creadas por el equipo de más de 100 editores, que tiene en cuenta todo tipo de géneros".
La periodista Liz Pelly apunta en este sentido que Spotify "adora las playlists 'chill'", a las que define como "la destilación más pura de su ambición de convertir toda la música en un fondo emocional".