Steve Martin y Martin Short: unidos por el humor y por Netflix
Tal vez haya un indicio en el hecho de que el apellido de uno sea el nombre de pila del otro. Steve Martin y Martin Short son almas gemelas de la comedia. Por separado, cada uno es un comediante muy talentoso, capaz de desplegar sus habilidades tanto en shows de stand up o de variedades como en películas y sketches televisivos. Juntos son como una especie de arma nuclear del humor.
Se conocieron hace más de 30 años y construyeron una amistad/sociedad que continúa hasta hoy, sin resquebrajarse. En los últimos años, los comediantes decidieron salir de gira juntos con un espectáculo en el que hacen chistes, se ponen en ridículo el uno al otro, hablan sobre sus carreras en el mundo del espectáculo, cantan y bailan. Steve Martin and Martin Short: An Evening You Will Forget For The Rest of Your Life ("Una noche que olvidarán por el resto de sus vidas") se presenta ahora como un especial de Netflix , que ya está disponible en la plataforma de streaming .
Todo comenzó cuando ambos fueron elegidos para protagonizar ¡Three amigos!, junto con Chevy Chase. La película, dirigida por John Landis, narra la historia de un trío de actores de western del cine mudo que son contratados por un pueblo mexicano, cuyos habitantes están convencidos de que sus aventuras cinematográficas son reales, para asesinar a unos bandidos que les impiden vivir en paz. Los tres actores aceptan la misión porque creen que fueron invitados a hacer un show. Basta ver la escena de la cantina en la que Chase toca el piano mientras Martin y Short cantan y bailan, ante un público que los cree asesinos temibles, para querer ver todo lo que hacen juntos.
Los dos comediantes tienen orígenes y experiencias distintas pero comparten un mismo sentido del humor que, según ellos, es la clave de su amistad. Steve Martin nació en Texas y fue criado en California, donde estudió en la universidad, primero filosofía y luego actuación. Desde muy joven toca el banjo y en los 60 comenzó una carrera en el circuito de stand up y como guionista de un programa de televisión. Ya en los 70 se convirtió en un verdadero fenómeno, con sus shows repletos de un público fanatizado, presentaciones en The Tonight Show with Johnny Carson y Saturday Night Live y la grabación de discos de sus rutinas de comedia que fueron grandes éxitos. Difícil encontrar un comediante famoso de la actualidad que no lo nombre entre sus grandes ídolos e influencias.
"Mi recuerdo más persistente del stand up es de que mi boca estuviera en el presente y mi mente en el futuro: la boca diciendo la línea, el cuerpo entregando un gesto, mientras la mente mira hacia atrás, observando, analizando, juzgando, preocupándose y después decidiendo cuando y qué decir después -escribe Martin en su libro de memorias Born Standing Up-. Disfrutar mientras estaba actuando era poco frecuente; disfrutar hubiese sido una pérdida de foco indulgente que la comedia no se puede permitir. Después de los shows, sin embargo, experimentaba largas horas de euforia o tristeza dependiendo de cómo hubiese salido el show porque hacer comedia solo en un escenario es el último bastión del ego".
A diferencia de Martin, su socio tuvo su entrenamiento actoral en la compañía de Second City de Toronto, el famoso teatro de improvisación en el que en esos últimos años de la década del 70 también daban sus primeros pasos Dan Aykroyd, Gilda Radner, Catherine O’Hara y Eugene Levy. Short, que nació y creció en un pueblo canadiense, estaba tan obsesionado con aprender a ser un buen actor y escritor de comedia que grababa todas las funciones que hacían y luego desgrababa las improvisaciones para estudiarlas.
"Cuando empecé a hacerme conocido me entrevistaban y la gente se enteraba ‘Oh, su hermano y sus padres murieron cuando era joven; ok, su comedia surge del dolor’. Esa interpretación tiene sentido. Lo entiendo. Pero no fue el caso. Yo ya armaba shows de variedades en el ático de la casa de mi familia antes de que sucedieran todas esas cosas dolorosas. No tengo problema con ser psicoanalizado pero también puedo decir honestamente que nunca estuve motivado por la admiración de los extraños. No estoy intentando que alguien me ame. Si me va mal en un show no me miro al espejo a la noche y digo ‘¡Ya no sé quién soy!’", explica Short, en una entrevista con Vulture.
El comediante canadiense estuvo una sola temporada en Saturday Night Live (1984-85), en la que compartió elenco con Billy Crystal, Harry Shearer, Christopher Guest, todos contratados con la intención de levantar el rating del programa, luego de la salida de Eddie Murphy. La presión del formato semanal era demasiado para Short y abandonó luego de que se venciera su contrato de un año, aunque volvió en reiteradas oportunidades como invitado, en alguna ocasión junto con su amigo Martin.
Su paso por SNL le abrió el camino para que el productor Lorne Michaels lo tuviera en cuenta para ¡Three Amigos!, que sería su primer papel importante en el cine. Martin ya había sido protagonista de películas como The Jerk, Cliente no muerto no paga, The Man with Two Brains y Hay una chica en mi cuerpo, todas dirigidas por Carl Reiner; La plata viene del cielo, de Herbert Ross; y Hombre solitario, de Arthur Hiller. Además, había escrito los guiones de los films de Reiner y también fue el guionista de ¡Three Amigos!.
"Cuando terminás de filmar una película tenés dos opciones: podés estar en las trincheras con alguien y no verlo nunca más, o seguir viéndolo. Nosotros seguimos", explicó Short a The New York Times, sobre el comienzo de su relación con Martin.
Los dos continuaron con su amistad y sociedad creativa después del rodaje. Compartieron elenco en El padre de la novia y su secuela, en las que demuestran lo bien que se combinan los estilos de ambos, tanto en el timing para los diálogos como en la comedia física.
Cada uno también siguió por su lado con carreras muy prolíficas y distintas. Steve Martin, que es un gran coleccionista de arte, siguió escribiendo y protagonizando películas, entre ellas L.A. Story, de Mick Jackson; y la obra maestra Bowfinger, el director chiflado, dirigida por Frank Oz. También se dedicó a escribir obras de teatro, artículos y novelas, como Shopgirl, que fue adaptada por él mismo al cine; condujo dos veces la entrega de los Oscar; y en la última década puso el foco sobre su faceta como músico, tocando el banjo con su banda de bluegrass, colaborando con la cantautora Edie Brickell, grabando discos y tocando en vivo en giras por los Estados Unidos.
Mientras tanto Short tuvo su propia sitcom y su propio talk show, varios especiales, un programa de variedades junto con Maya Rudolph, además de actuar en series como Damages, Arrested Development, Weeds, How I Met Your Mother, Curb Your Enthusiasm y Unbreakable Kimmy Schmidt, entre otras. Trabajó en films como Viaje insólito, de Joe Dante; Pura suerte, de Nadia Tass; ¡Marte ataca!, de Tim Burton; Mumford, de Lawrence Kasdan; y Vicio propio, de Paul Thomas Anderson. En Broadway, Short protagonizó una exitosa puesta de Los productores junto con Jason Alexander y presentó su unipersonal. El comediante también es un reconocido actor de voz, que ha participado de series y películas animadas como Los Simpson, BoJack Horseman, El príncipe de Egipto y Jimmy Neutron.
Sin dudas, juntarse para hacer una gira con un show que combina lo mejor de ambos talentos era una muy buena idea en términos comerciales pero también en lo artístico. Martin y Short se potencian entre sí y tienen un rapport cómico que es muy difícil de lograr, aún entre comediantes experimentados. Esa alquimia parece que se da naturalmente también en sus charlas cotidianas. Al menos esa es la impresión que queda tras conocer una anécdota que cuenta Short sobre un diálogo que mantuvo con Martin:
Short: –¿Qué harías si no fueras uno de los mejores comediantes del mundo?
Martin: –Probablemente lo que hacés vos.
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