El diablo manos de tijera
Escatológico, sádico, pura crueldad. Un verdadero fenómeno televisivo en los Estados Unidos, el dibujo animado para adultos "South Park" convirtió a sus creadores en los nuevos reyes de la comedia.
Creadores y productores ejecutivos de South Park, Parker & Stone están sentados dentro de una enorme limusina negra y hablan de los orígenes de su unión exitosa. La limusina –llena de amigos, colegas y novias del pasado y del presente– se dirige de Westwood, California, a los estudios de la NBC en Burbank, donde el dúo hará su debut frente a una audiencia masiva en su primera aparición en The Tonight Show.
Stone, 26 años, lleva pantalones de cuero negro ajustados, es alto y flaco como una estrella de rock, tiene el pelo oscuro y medio afro, y es quien inspiró el personaje de Stan, uno de los pocos judíos en South Park. Parker, de 28 años –quien inspiró a Stan, el líder del grupo–, tiene una constitución física más sólida, es rubio y suavemente masculino.
El dúo se conoció a principios de los 90, cuando ambos hacían películas en la Universidad de Colorado, en Boulder. Stone se graduó responsablemente, con especializaciones en matemáticas y cine. A Parker, el más orientado al arte de los dos, lo expulsaron por faltar a demasiadas clases; ya estaba dirigiendo su primer trabajo, Cannibal: The Musical (Caníbal: El musical), una producción de 1994 que costó 125 mil dólares, dinero que pidió a familiares y amigos.
"Mi película se llamaba Giant Beaver of Southern Sri Lanka (El castor gigante del sur de Sri Lanka)", dice Parker recordando qué estaba filmando cuando conoció a Stone. "Era una especie de Godzilla, pero con un enorme castor. Tenía una nenita con un disfraz de castor destruyendo una ciudad."
"Fui al departamento de Trey y había un enorme roast beef sobre la mesada." Stone recuerda aquel primer encuentro, mientras sus amigos investigan las bebidas que hay en la limusina. "Y entonces Trey comenzó a cortar grandes tajadas y a ofrecerme, y yo pensé: «Esto es cool.» El resto de la población universitaria comía arroz con porotos o fideos."
Siete años después, Parker & Stone encandilaron a Hollywood con tijeras y papel obra cuando crearon South Park, el único programa de tevé de la segunda mitad de 1997 que tuvo éxito tanto comercial como entre los críticos. Desde que comenzó el programa, en agosto de ese año, los ratings del canal Comedy Central subieron inmediatamente y, según la cadena, también se vendieron más de un millón de remeras y 30 millones de dólares de concepto de mercadeo. Comedy Central informó que el episodio de Navidad conquistó el 50 por ciento de la audiencia de 18 a 24 años y que las tarifas de los avisos son seis veces más altas que las de la programación de la hora pico.
"South Park es el Michael Jordan de la televisión por cable", dice Doug Herzog, presidente de la emisora. Algo poco común para un programa desopilante, poco comprometido y curiosamente conmovedor, protagonizado por dibujos rudamente animados que incluyen a chicos de tercer grado que putean mucho, flatulencias llameantes, mascotas gay, el lujurioso dueño de un comedor, sondas anales alienígenas, un disfraz de Hitler para Halloween, un personaje (Kenny) que muere en casi todos los episodios y, sí, Mr. Hankey, el sorete más divertido del mundo. Con Colorado como escenario –considerada la capital internacional de abducciones alienígenas– South Park es mucho más escatológica que lógica. Los adultos son tarados, Jesús ha sido reducido a conducir un programa de televisión comunitario titulado Jesús y sus amigos, y Patrick Duffy se convierte en un monstruo de una pierna llamado Scuzzlebutt.
South Park consagró a Parker & Stone –quienes aseguran no entender a Woody Allen, pero adorar a Jerry Springer (N. de la R: conductor de un polémico y popular talk show)– como los reyes de la comedia de fin de siglo, nada esnob pero crudamente inteligente. Ni sesudo ni tonto, más bien es un tipo de humor llano con un punto de vista jugado que, a veces, puede ser disparatado. "Hace poco dimos una charla en la Universidad de California en Los Angeles (Ucla)", dice Parker. "Todos esos chicos nos preguntaban: «¿De dónde sacaron la idea para esto y aquello?» Y nosotros respondíamos: «Acido. Acido y, mmm, ácido.»"
South Park se volvió intensamente popular entre los críticos, los adolescentes y los universitarios, y también se convirtió en una especie de causa célebre entre algunos grandes del mundo del espectáculo. George Clooney estaba deseoso de ladrar las líneas de Sparky, el perro gay, en el conmovedor episodio "El gran gay Al hace un gran paseo gay en bote". Cuando los dos creadores de la serie fueron al concierto de Navidad de la radio KROQ, en Los Angeles, íconos alternativos como Fiona Apple o Beck los trataron como a verdaderas estrellas. El célebre golfista Tiger Woods ofreció su voz para algún capítulo y, según Parker & Stone, los representantes de Jerry Seinfeld expresaron el interés del comediante por hacer alguna aparición en South Park. Parker recuerda las palabras del manager cuando le ofrecieron el papel de Pavo número 2 en el episodio del Día de Acción de Gracias: "El es Jerry Seinfeld. Llamanos de vuelta cuando tengan algo más importante." ¿Qué tal el Pavo número 1?
South Park es sólo el principio de la inteligente expansión internacional del dúo. Lo que sigue es Orgazmo, una película embrollada pero muy dulce que se presentó hace poco en el Sundance Film Festival. En ella Parker protagoniza a un mormón circunspecto obsesionado con las artes marciales y a punto de casarse, que se envuelve en el submundo de la pornografía con tal de poder pagarse una boda religiosa; el papel de Stone es el de un pornógrafo y fotógrafo narcotizado y lascivo. Hay más: en enero, Parker & Stone comenzaron la producción de Baseketball, la nueva comedia de uno de sus ídolos: David Zucker, de los famosos hermanos Zucker (¿Dónde está el piloto? y La pistola desnuda). En la ficción, Parker, Stone y Dian Bachar son pioneros de una mutación del deporte que toma por asalto a los Estados Unidos.
Como si eso no fuera suficiente, Parker & Stone también tienen una banda. He visto el futuro del rock & roll y su nombre es –al menos por ahora– DVDA. "Es una referencia a Orgazmo", explica Parker, el líder de la agrupación. "Nos enteramos que en el negocio de la pornografía a una mujer le pagan distintas tarifas de acuerdo con los servicios que ofrece. Si lo hace de manera clásica, gana tanto. Si tiene sexo anal, tanto. Si hace doble vaginal y doble anal (DVDA)... bueno, eso es lo máximo que puede ganar."
"Tan pronto como supimos eso, dijimos: «Ese es nuestro nombre»", explica Stone, el baterista de la banda.
A pesar de que los horarios les dejan poco tiempo para ensayar, DVDA es la banda más grande y ciertamente la más divertida que hayas escuchado jamás. Sus temas originales incluyen el himno "I am Chewbacca" (Yo soy Chewbacca, por el personaje peludo de La Guerra de las Galaxias) y la canción de protesta "Fuck That Guy From Bush" (A la mierda con ese tipo de Bush). Parece poco probable que DVDA –que incluye en su formación como guitarrista a Bruce Howell, el productor de sonido de South Park y alguna vez compañero musical de Cher–permanezca en el anonimato por mucho más tiempo. Hace poco, una zapada que hicieron en Spaceland, el club de ultramoda de Silver Lake, Los Angeles, convocó a varios ejecutivos de compañías discográficas deseosos de tener la banda de sonido de South Park. Por supuesto, primero debe modificarse el nombre de la agrupación. Ellos están pensando en Dude, That Middle Part Kinda Sounded Like Deep Purple (Viejo, esa parte del medio sonó un poco como Deep Purple).
Stone dice que hace dos años se estaban muriendo de hambre de verdad. "Comíamos una sola vez por día." La salvación llegó bajo la forma de The Spirit of Christmas (El espíritu navideño), uno de los menos esperables grandes momentos de la historia de Hollywood. Un corto de cinco minutos atravesado por obscenidades que Brian Graden, entonces ejecutivo de la Fox, les encargó como tarjeta navideña. Para eso les dio 1.200 dólares como presupuesto. "Se guardaron la mitad", dice Graden. En la película aparecen Jesús y Papá Noel pateándose mutuamente el culo y diciendo líneas memorables como ésta: «Viejo, ¡no digas coge–chanchos frente a Jesús!»"
The Spirit of Christmas pasó de mano en mano dentro y fuera del ambiente, y se convirtió muy pronto en un éxito under. "Después del corto, en seguida empezamos a tener tres reuniones por día en las que cada estudio nos ofrecía contratos para hacer varias películas", recuerda Parker mientras la limusina llega al estacionamiento de la NBC.
south park es un lugar envenenado en el corazón, una zona de degustación en la que los chicos dicen las cosas más atrevidas y delirantes. Si Seinfeld hizo historia en la televisión al afirmar que los adultos son bestias mezquinas y asquerosas, en su corta historia, South Park sugiere que semejante comportamiento miserable no empieza a los 18 años. Al enfrentarnos a la horrible verdad de que nuestros niños interiores son sádicos con cara de bebé y ojos enormes, el programa ha roto uno de nuestros más dulces tabúes mostrando a la niñez como un lugar peligroso y obsceno. Un mensaje lo advierte al comienzo del programa: "El siguiente show contiene lenguaje soez y, debido a su contenido, no debería ser visto por nadie."
"Hay toda una cosa de que los chicos son inocentes y puros", dice Parker. "Eso es un verso. Los chicos son malos como el diablo. Se meten en todas y, siempre que pueden, destrozan al tipo débil. Dicen todas las malas palabras que conocen. Son unos bastardos totales, pero por alguna razón todo el mundo tiene hijos y se olvida de cómo era cuando era chico."
Tal como lo demuestra el éxito de Los Simpsons, Beavis and Butt-head y El rey de la colina, las verdades más duras se vuelven más digeribles mediante los dibujos animados. "Creo que es definitivamente más fácil aceptar la verdad en los dibujitos", dice Parker. "Podría ser difícil hacer que chicos de verdad se mueran de manera divertida. Resultaría complicado de hacer, aun con efectos especiales. Pero como son dibujitos, podemos controlar a los chicos de una manera que no sería posible con los reales. Podemos hacer que actúen como lo hacen los chicos de verdad. Un nene actor trataría de ser dulce y, entonces, tendríamos algo como la serie Webster, y nadie quiere esa mierda."
La dulzura de South Park es poco convencional. Para empezar, el sensible de Kyle siempre se toma el tiempo para advertir todas las movidas de Kenny. "Nos concentramos en cómo se ve el mundo cuando estás en tercer grado", señala Brian Graden, ahora jefe de programación de MTV. "Es algo surrealista y delirante."
"Nos dimos cuenta de que el programa era tierno y eso, de alguna manera, lo hacía más subversivo", comenta Parker. "Hay material divertido en Ren y Stimpy, pero nunca logró engancharme porque es como si todo el programa dijera: «Acá hay algo delirante, y acá hay algo delirante, y acá hay algo delirante.» Pero si hacés algo tierno y con ingenio, es diez veces peor, porque te atrapa."
Parker & Stone le dan el crédito a Debbie Liebling, vicepresidente, de Comedy Central, por entender su visión. Otros ejecutivos de televisión solían decirles que el programa no iba a funcionar sin el lenguaje disparatado que marcó The Spirit of Christmas. Pero Liebling vio que el programa podía ser más que un festival de palabrotas.
"Hubo lugares en que lo querían", recuerda Parker, "y hubo lugares en que decían que The Spirit of Christmas era genial, pero que nunca haríamos un programa divertido sin que los personajes dijeran coge-chanchos. Nosotros no creíamos eso, pero, después de haberlo escuchado muchas veces, decidimos llenar el programa de palabrotas. Hicimos un montón de cambios mientras armábamos el piloto. Primero pensamos que teníamos que poner todas las malas palabras que se nos ocurrieran. Después dejamos que fuera más natural. No tenemos que forzarlo".
Por esa razón, "El gran gay Al hace un gran paseo gay en bote" –un grito (o un pedo) de tolerancia en un mundo difícil– es su episodio favorito de South Park, arrebatándole ese lugar a clásicos de la talla de "A Cartman le ponen una sonda anal", "Un elefante le hace el amor a un chancho", "El hambriento Marvin" y "Sr. Hankey, el sorete de Navidad".
"Si en cualquier otro programa apareciera lo que nosotros hicimos, tendrías a los grupos de gays saltándote al cuello. Pero lo hicimos de modo que también tuviera una sensibilidad increíble", dice Stone, orgulloso.
como los monkees antes que ellos, parker & Stone trabajan y viven juntos. Su hogar es un departamento en un barrio de Los Angeles cerca de la playa. A pesar de que tienen un montón de amigos cercanos, "ninguno de los dos conoce a nadie que pueda vivir como nosotros vivimos", dice Parker. De todas maneras, aseguran que no recuerdan cuándo fue la última vez que tuvieron una gran pelea. Confiesa Stone: "Nunca hemos tenido ninguna gran explosión porque somos tan orgullosos que, de haberla tenido, nunca hubiésemos vuelto a hablarnos."
Los dos tienen novia, pero ambos admiten que son más divertidos cuando no están comprometidos. "Soy mucho menos creativo en presencia de una novia", advierte Parker. "Cuando estoy en una relación y mi chica está cerca, soy el tipo menos divertido que hayas visto. En cambio, cuando estoy en un bar enfrente de una chica a quien acabo de conocer y que me atrae, soy el más divertido del mundo."
"Eso no significa que no me guste mi chica", agrega Stone, "pero para ser divertido no hay un incentivo mayor que estar con una chica a la que te querés levantar. Es entonces cuando desplegás la artillería pesada".
La oficina que Parker & Stone tienen en Westwood es un agradable chiquero, tal vez porque Parker se ha quedado ahí algunas noches después de trabajar hasta altas horas y tal vez porque es exactamente la clase de oficina poco ortodoxa con la que soñaban desde la infancia; parece un poco tecnológica, pero definitivamente ultra-cool, como una fiesta de secundaria con un montón de computadoras modernas. En el staff hay 46 personas –incluidos cinco viejos amigos de la escuela–, pero al parecer el número se duplicará pronto. En el piso principal, los animadores trabajan aislados, utilizando equipos de alta tecnología para conseguir el look casero del programa, mientras que otros se reúnen en torno de una Sony PlayStation. Hay un panel con planes para futuros episodios –en los que las fuerzas del Bien, representadas por Robert Smith, de The Cure, combaten a las del Mal, personificadas por Barbra Streisand–, con escenas con títulos como "Los chicos lamen la alfombra mientras escuchan a las Indigo Girls convertirse en lesbianas".
Parker nació en Conifer, Colorado, en el condado Jefferson –que termina en el South Park de la vida real–, hijo de un geólogo gubernamental y una vendedora de seguros. "Era extremadamente introvertido, excepto frente a los buenos amigos", recuerda Parker. "Todo era matemáticas, ciencias y tae-kwon-do." Eso fue hasta que cumplió los 13, cuando su papá le compró una cámara de video y empezó a rodar una película todos los fines de semana.
"En la secundaria", dice David Goodman, escritor de South Park y amigo de Parker desde los días de la escuela Evergreen, en Conifer, "Trey era un poco más tímido; pero, así y todo, creativamente estaba mucho más avanzado que nosotros. Estaba claro que iba a hacer algo". Antes de que Parker partiera hacia la universidad, él y Goodman hicieron un disco llamado Inmature: A Collection of Love Ballads for de 80’s Man (Inmaduro: una colección de baladas de amor para el hombre de los 80), que incluía temas como "Bailarina muerta" y "Escupo en tu amor".
Matt Stone nació en Houston y creció en Littleton, un suburbio de Denver, Colorado, hijo de un profesor de Economía y de una ama de casa. Si tiene que describirse de chico lo hace con dos palabras ("Guapo. Ardiente.") y después agrega que fue un estudiante sobresaliente. En sexto grado, se inscribió en una escuela secundaria local para aprender trigonometría. "Era traga, pero hacía lío", cuenta.
"Yo no diría que fue un chico problemático", opina su madre. "Diría que fue siempre un buen chico. Una vez una maestra de la primaria se quejó porque él no leía las novelas que le indicaba durante la hora de lectura. Yo le pregunté qué hacía entonces y ella me contestó que leía la enciclopedia."
Parker & Stone partieron de Colorado rumbo a Los Angeles en 1994, con Cannibal en la mano. Entre sus primeros propulsores estuvo David Zucker, que le ofreció a Parker la dirección de un film que intentara explicar la compra de MCA por parte de Seagrams y que sería presentado en una reunión de gente del cine. Parker hizo Your Studio and You (Su estudio y usted), una ingeniosa película blanco y negro estilo industrial en la que dirigió a estrellas como Sylvester Stallone y Demi Moore y a otro director, llamado Steven Spielberg.
Los Zucker y el equipo de South Park todavía mantienen una relación de admiración mutua. "La Kentucky Fried Movie fue una de las primeras películas que me impulsaron a dirigir", confía Parker. "Ellos suelen contarnos que ver nuestro trabajo es como verse a ellos mismos cuando tenían nuestra edad. Y, para nosotros, ver lo que hacen es observar nuestro futuro."
"¡oh, dios mío! ¡es jerry springer! ahora todo valió la pena." Matt Stone está abrumado. El y Parker están en camarines contiguos después de presentarse en The Tonight Show cuando Springer –que estaba haciendo una aparición en una broma con enanos– pasa a saludar a sus jóvenes admiradores. Stone explica seriamente que su equipo mira el programa de Springer después del trabajo, que es una fuente de inspiración y que hasta tuvieron una fiesta especial para ver el reciente video Jerry Springer: Too Hot for TV! (Jerry Springer: ¡Demasiado subido de tono para la tevé!). "Ay, chicos, ¡ustedes se drogan!", dice Springer. "No me gusta la cocaína. Sólo su perfume."
"Hoy todo el mundo tiene un chiste sobre drogas para nosotros", comenta Stone. Esa noche, Jay Leno –que parece orgulloso de Parker & Stone y que hasta ha participado en un capítulo de South Park– había mirado sus atuendos heavy-metal segundos antes de señalar: "Sé que el crack es popular entre la gente joven."
Cuando Springer abandona el camarín, uno de los enanos entra para decirles que es un gran fan de South Park. Otros admiradores salen de los bastidores. Parker firma autógrafos que incluyen fragmentos de letras de los temas clásicos de Journey porque, explica, "esas canciones tienden a ser muy profundas".
Antes de presentarse frente a las cámaras no parecían nerviosos, aun cuando era la primera vez que se enfrentaban con la gran audiencia de la televisión. "Tenés que darte cuenta de que hay gente que viene a The Tonight Show porque tiene, por ejemplo, la papa más grande del mundo", dice Parker. "Me gusta pensar que somos como los granjeros."
Después de grabar, Parker, Stone y el equipo vuelven a la limusina y se encaminan a un restaurante y bar local que les gusta especialmente: descubrieron que era la guarida del actor Jeff Fahey, de Body Parts (Partes corporales) y The Lawnmower Man (El hombre de la cortadora de césped). Su sólo nombre se ha convertido en una suerte de fetiche de placer. "Vamos porque va Jeff Fahey", dice Parker mientras nos acercamos.
Se quedan a pasar una velada bastante sobria: Parker & Stone tienen que entrenarse para Baseketball. Después de la cena, se turnan para contar historias del otro. La productora asociada Jennifer Howell es testigo "del cariño que le tiene Stone a sus testículos" y de "la generosidad de Parker en los bares de nudistas". Goodman inventa un cuento sobre Stone molestando a una ancianita. Liane Adamo, una amiga de Parker que está sentada a su lado, relata un episodio de la escuela secundaria, un día que ella tenía un tremendo dolor de cabeza: "El estaba tan preocupado porque me olvidara del dolor que me dio un beso en la cabeza. Hasta hoy lo adoro por eso."
La conversación avanza y se hace lo suficientemente ruidosa como para espantar a una pareja sentada en una mesa cercana. En seguida se sienta otro grupo que incluye a un actor: no es Jeff Fahey sino Bill Paxton, que parece no ser lo suficiente importante para que se burlen de él.
Después alguien cuenta que Adamo inspiró el personaje de South Park Wendy Testaburger, la chica de quien Stan está tan enamorado que vomita cada vez que se encuentra frente a ella. Parker explica que ellos fueron novios de la secundaria y que más tarde se comprometieron, pero que ella lo abandonó por "un cantante a cappella". Estaba destrozado, y ese dolor de alguna manera inspiró Cannibal: The Musical, en donde el caballo masca-carne de Alfred Packer se llama Liane. Ahora, como parte de pago, la invita a sesiones de "el culto Trey" como la de esta noche. "Lo asombroso es que venga", dice Parker.
Así que, de alguna manera, él sigue vomitando frente a ella.
En los días siguientes, el equipo de South Park se separa para ir de vacaciones. En un shopping de Colorado, Parker se encuentra de pronto en medio de un alboroto, cuando su excursión para comprar regalos de Navidad se transforma espontáneamente en una sesión de firma de remeras.
Tal vez sabiamente, Parker & Stone deciden pasar Año Nuevo en Pekín. Mientras conocen la Gran Muralla china y hacen recreaciones cómicas de la masacre de la Plaza Tienanmen, encuentran tiempo para hablar más o menos seriamente de su buena suerte y para ponderar el futuro de South Park.
"La única manera en la que queremos seguir con esto por mucho tiempo es si el programa cambiara al punto de que la gente dijera: «Sí, hoy dan South Park, ¿te acordás cuando se trataba de cuatro chicos en Colorado?»", dice Parker. De vuelta en Los Angeles, Stone también quiere asegurarse de ir en la dirección "más al estilo à la Dalí de un sketch de Monthy Python y no en la de cualquier comedia de situación".
"Por ahora, cuando ves nuestros guiones podés decir, «Viejo, esto es tan delirante»", dice Parker. "Pero al minuto en que empecemos con «Ahora Cartman debería decir sus líneas sobre los Cheesy Poofs», mandaremos todo a la mierda. Estamos en el negocio de hacer que la gente diga: «¿Qué cuernos es esto?»." Según opina Stone: "Vamos a saber que tenemos éxito si un día levantan el programa porque ya nadie entiende de qué se trata."