Slumdog Millionaire, el film del que todos hablan... ahora
Danny Boyle casi pierde la oportunidad de dirigir esta exitosa película por no resultarle interesante el tema hasta que vio que el guionista de la historia era el mismo de The Full Monty y aceptó
TORONTO - No había manera de que Danny Boyle, el vanguardista director británico de Trainspotting y Exterminio hiciera una película sobre un tema tan mundano como un programa de juegos por televisión.
O por lo menos eso pensaba él.
"El productor me envió el guión", dice refiriéndose a Slumdog Millionaire, (¿quién quiere ser millonario?") que recaudó 56 millones de dólares en la taquilla, obtuvo 10 nominaciones para el Oscar y es la actual favorita para recibir el galardón a la mejor película. "Mi agente o alguien más me dijo que era sobre el programa ´¿Quién Quiere Ser Millonario?´".
Pero antes de que Boyle pudiera dejarlo de lado, vio el nombre del guionista: Simon Beaufoy, cuya primera nominación al Oscar fue por The Full Monty (Todo o Nada), el sorpresivo éxito internacional del año 1997.
"Simon es fantástico, así que realmente pensé que debía leerlo y hablar con él sobre el guión, imaginando que yo diría que no", dice Boyle. Pero no fue así precisamente. "Había leído 20 páginas y eso fue suficiente. Uno sabe cuando va a hacer algo."
Apoyando al que tiene menos posibilidades
El film -una fábula que abarca una década, y que muestra la miseria, la explotación y el amor eterno en las caóticas calles de Bombay, al mejor estilo de Dickens- no parece ser una opción obvia para Beaufoy tampoco. Se aleja mucho de The Full Monty, una comedia sobre siderúrgicos de Yorkshire que han sido despedidos y deciden convertirse en strippers. Dicha película se convirtió en un modelo para las comedias inglesas sobre la clase trabajadora, tales como Chicas del Calendario y Kinky Boots ("Pisando Fuerte").
Pero en el corazón de ambos inspiradores cuentos se arraiga un interés por aquellos que tienen menos posibilidades en la vida.
Slumdog... -que se estrena en nuestro país el próximo jueves- se basa en la novela "Q & A", de Vikas Swarup, sobre un pobre huérfano adolescente que es interrogado por la policía porque es considerado sospechoso de hacer trampa para obtener el primer premio de un programa de televisión. Beaufoy, de 41 años, tuvo que basar su guión en un libro formado por una serie de 12 cuentos cortos y dispares y debió encontrar un anzuelo para enganchar al público.
"El programa de televisión aparece en el libro, y también el hecho de que él fue detenido y de que habla de su vida usando flashbacks para explicar cómo sabía las respuestas a las preguntas", dice. "Pero no había una historia de amor en el libro, sólo dos hermanos. Yo me sentía realmente ambivalente acerca de alguien que va a un programa de juegos y se vuelve rico. Para mí, alguien muy pobre que termina conduciendo un Bentley... no me conmueve."
Así como The Full Monty tocó un tema universal al referirse a los hombres que recuperan su orgullo, el reencuentro con el amor de la infancia se convirtió en el motor de esta historia. "Ella está desaparecida y por eso él participa en el programa, no por dinero", expresa.
Una celebración de Bombay, también
Beaufoy además estaba fascinado con la India (país que visitó para llevar a cabo su investigación) y con su rápido crecimiento como potencia comercial mundial.
"Cuando estuve ahí por primera vez, a los 19 años, estaban presentes los ecos culturales del pasado colonial de Gran Bretaña. Regresé, y eso se había borrado todo. En cambio, es un lugar de capitalismo incontrolado. Ver a la ciudad de Bombay es como ver una fotografía del paso del tiempo. Todo se desplaza a una increíble velocidad. Te da esta licencia extraordinaria para contar historias simples pero masivas. De repente me di cuenta de que estaba aburrido con estas pequeñas historias británicas."
Pero sin embargo no hay nada sencillo respecto de los acontecimientos actuales y los recientes ataques terroristas en Bombay, que causaron centenares de muertos, lo han hecho dudar sobre su representación, en última instancia, alegre, de este vertiginoso remolino de humanidad.
"Me preguntaba si no habíamos creado una visión ingenua de la ciudad y de su gente", dice. "La cosa más terrible había ocurrido exactamente ahí donde estábamos celebrando los aspectos más románticos de la condición humana. La secuencia de la danza, al final de la película, se rodó en la misma estación de trenes donde murió la gente," agrega.
Pero la respuesta a un mensaje de correo electrónico que envió al equipo de filmación local, donde expresaba su pesar y preocupación por el bienestar de sus familias, lo convenció de lo contrario. "Recibí una oleada de respuestas que estaban llenas de fervor y expresaban la convicción de que Bombay surgiría de nuevo y de que nada destruiría su espíritu o los volvería cínicos con el mundo. Los hindúes exteriorizan sus sentimientos."
"Ese es el motivo por el cual sus películas están repletas de canciones y danza. Ellos creen en la esperanza y en el amor sin ironía (a diferencia de nosotros, los occidentales). Y me di cuenta de que la película celebra exactamente eso."
El "único desastre" de Beaufoy
A Beaufoy le tomó tiempo obtener beneficios de su primer encuentro con el éxito. Se irritó mucho con quienes querían aprovechar el furor de The Full Monty con la esperanza de que la suerte llamara dos veces. No sólo hubo una infinita cantidad de variaciones, no oficiales, de su premisa ("Debería haber protegido el género registrándolo con derechos de autor", dice), sino que el estudio que estaba detrás del original lo molestó repetidamente para que hiciera una segunda parte en Monte Carlo (por lo que la temática "Monty" podría ser repetida).
El momento más oscuro: cuando su pequeño guión acerca de una competencia de peluquería fue inflado por Miramax y se convirtió en Blow Dry ("Los Peluqueros"), un fracaso del año 2001. "Entre el momento que lo escribí y el momento en el cual hicieron la película, llegó The Full Monty, y ellos fueron por el guión. Traté de despegar mi nombre tanto como pude porque la arruinaron. Contrataron a los actores equivocados. Ese es el único desastre que hice, lo cual está bien. Aprendí mucho."
Aunque hizo algunos proyectos menos conocidos en el medio, Beaufoy parecía haber desaparecido, hasta que re-escribió la excéntrica comedia Miss Pettigrew Lives for a Day ("Un Gran Día para Ellas"), un modesto éxito, a principios del año último. "Todos los padres fueron a verla", es lo que dice en forma irónica.
Traducción de Angela Atadía de Borghetti.
Una máquina de ganar premios.