"Sigue pareciéndome fuerte verme de muerta"
Carla Quevedo interpretó a la joven asesinada en El secreto de sus ojos , que hoy se estrenó en Estados Unidos con buenas críticas; por Virginia Lauricella
Por Virginia Lauricella
De la redacción de lanacion.com
vlauricella@lanacion.com.ar
Como una especie de Laura Palmer, personaje inmortal de Twin Peaks, criolla y setentista, Liliana Coloto sonríe atrapada en las fotos blanco y negro. Sonríe junto a su marido en diferentes escenarios porque no sabe lo que le espera. Como ocurrió con la criatura de David Lynch, la violencia desfiguró esa imagen hasta hacerla irreconocible.
El papel que interpretó Carla Quevedo en El secreto de sus ojos, que hoy se estrena en Estados Unidos luego de erigirse ganadora del Oscar, no tiene (prácticamente) una línea. Pero, curiosamente, es difícil de olvidar. Los relámpagos de la violación y el peritaje posterior en la escena del crimen de la joven maestra de Chivilcoy quedaron grabados en la retina de casi todos los espectadores, aún de los más valientes.
Para esta chica de conversación abundante y decidida, que la semana entrante cumplirá tan sólo 22 años, se trató de un debut con mayúsculas en neón. "Antes sólo había hecho cortos, muchos, para alumnos de la UBA y la FUC. La película me abrió muchísimas puertas. Es increíble cómo un proyecto puede cambiar las perspectivas. Estoy muy agradecida", asegura.
También apareció en varias publicidades, algunas en rotación, pero reniega del modelaje, al menos en esta etapa, por considerarlo aburrido: "El teatro en cambio está conectado con la vida y te permite crear".
Tan es así que hace tres meses dejó a su novio y a su familia en Caballito, barrio donde nació, para realizar talleres intensivos de actuación en el Actors Studio de Nueva York, donde vive con un amigo.
Ambigüedad
Si algo define al personaje en más de un sentido inefable de Liliana es la dualidad. De la inocencia a la sordidez sin escalas. "Para mí fue una experiencia super interesante. Si bien hacer las escenas fue muy duro, disfruté mucho construir lo que era Liliana antes. Las sesiones de fotos que hicimos y el desayuno con Morales [su esposo en la ficción, interpretado por Pablo Rago] tuvieron una mucha pureza y vitalidad".
La escena de la violación demandó un día y se filmó en un plano secuencia de unos veinte minutos. "Para que fuera efectiva, ya que sólo se iban a mostrar flashes, Campanella necesitaba que tuviera una gran densidad y carga emocional. Ese día nos cuidaron mucho para hacerla. Sólo estuvieron Juan, el asistente de dirección y un fotógrafo", rememora durante el impasse de una sesión de fotos que interrumpió este llamado.
A pesar de que vio la película más de diez veces, admite que todavía no se acostumbra a verse haciendo de cadáver. "Trato de poner una distancia pero es difícil. Esa parte la filmamos en una casona de Palermo como a las 12 de la noche, pero estábamos desde las 8 de la mañana en el set. Verme inmóvil y maquillada de esa forma sigue pareciéndome fuerte".
Asegura que poner las prótesis de látex para recrear los golpes y cortes llevó alrededor de seis horas. Incluso, tuvo que usar una prótesis púbica "por comodidad mía pero también por una cuestión de recreación de la época, se necesitaba un pubis prominente".
Sobre el elenco
"Por ser los que moríamos de forma violenta, con Francella compartimos la prueba de maquillaje, lo que me acercó mucho desde lo humano. Pablo Rago es una persona con mucha experiencia y me ayudó e enriqueció muchísimo. Ricardo fue super paternal. Aún siendo el protagonista, en vez de irse a descansar entre toma y toma, me ofrecía algo para tomar o me alentaba. Y sobre Campanella… todas flores". Carla se explaya aquí en todo tipo de elogios hacia el director. Al revés de su personaje, es de muchas palabras. La intensidad que Liliana sólo pudo reservar a las miradas.
Críticas favorables en Estados Unidos