En la nueva ficción de Star+, un joven mago es el único mamífero masculino que sobrevive a una epidemia que mata a todos los dueños del cromosoma Y
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Este lunes llega a Star+ la serie Y: The Last Man. Basada en el cómic homónimo, la trama plantea un escenario post apocalíptico, en el que las sociedades deben reconstruirse luego de un misterioso episodio que deja miles de millones de muertos en todo el mundo. Y esta es la historia de un proyecto que atravesó numerosos desafíos, pero que llega a la pantalla chica con la intención de replicar el fenómeno en el que se convirtió el cómic original, hace poco menos de veinte años.
Un mundo desde cero
Yorick (Ben Schnetzer) no encuentra un rumbo para su vida. Mago y escapista aficionado, el joven vive una realidad desordenada, sin trabajo fijo, con un vínculo de pareja que va cuesta abajo y una relación difícil con su madre, la prestigiosa política Jennifer Brown (Diane Lane). Poner en orden sus objetivos es su prioridad, pero de un momento al otro todo cambia para siempre. Los mamíferos masculinos, dueños del cromosoma Y, mueren inexplicablemente de manera repentina. Las ciudades se convierten en un caos instantáneo y los cadáveres se acumulan en las calles. Pero poco a poco, y luego de llorar a sus muertos, las mujeres comienzan a reconstruir la sociedad, definir cuál es el futuro que le depara a la humanidad, y por qué sucedieron esas muertes repentinas. Y en medio de ese caos, se encuentran Yorick y Ampersand, su mono capuchino, los únicos mamíferos dueños del cromosoma Y, que por algún motivo inexplicable permanecen con vida.
Signado como el único hombre cisgénero vivo, Yorick se encontrará ante una realidad que puede convertirlo en una deidad, o en un blanco de caza. Por ese motivo, él deberá contar con la ayuda de su madre y establecer una alianza con la misteriosa agente 355 (Ashley Romans). Junto a ella, el protagonista recorrerá un Estados Unidos totalmente diferente al que conocía, en el que cada rincón que visite puede convertirse en una trampa mortal.
Su llegada a la televisión
Y: The Last Man fue creado por el guionista Brian K. Vaughan junto a la dibujante Pia Guerra y se publicó entre 2002 y 2008 en Vertigo (un extinto subsello de DC, abocado a los cómics de autor, de temáticas usualmente alejadas de los superhéroes). Su combinación de thriller biológico, con rasgos de policial y un enfoque sobre cómo se podría construir una nueva clase de sociedad mundial, entusiasmó pronto a los lectores, que no dejaban de recomendarlo. Una de las tantas personas impactadas por el poder de esa historieta fue Eliza Clark. La showrunner de la serie en ese momento era una joven guionista que rápidamente detectó las enormes posibilidades de ese relato. “Combinaba tantas cosas que amo”, reconoció en una entrevista, y luego agregó: “Apenas empecé a leerlo, fantaseaba sobre cómo podía llevarlo a la pantalla chica. Se trata de un cómic al que realmente amo, con una historia y unos personajes a los que quiero honrar”.
Como un típico McGuffin hitchcockiano, la showrunner del programa comprende que el misterio detrás de aquello que mató a todos los mamíferos dueños del cromosoma Y es el gatillo de la historia, pero no el corazón. Esa extraña epidemia se convierte en el puntapié inicial de un relato de personajes rotos, que necesitan definir objetivos en medio de una realidad que amenaza con derrumbarse una y otra vez. Y sobre ese tema, Eliza Clark comentó en una nota: “Creo que lo más maravilloso de la historieta no tiene que ver con el misterio sobre qué sucedió, sino cómo la gente da lugar a un sistema de distintas creencias alrededor de eso. Me interesan mucho las explicaciones sobre qué pasó, pero no me interesa tanto la respuesta, porque a fin de cuentas eso ya tiene que ver con el plano de la ciencia ficción. Por ese motivo creo que tanto esta serie como el cómic tratan, en realidad, sobre qué le pasa a la gente frente a un evento de estas características”.
Una ficción en constante movimiento
La llegada de Y: The Last Man a la televisión fue muy conflictiva. Si bien los productores confiaban en las posibilidades del cómic original como una potencial serie, las diferencias que surgieron en el equipo creativo derivaron en renuncias y cruces de todo tipo. En el año 2016, con el proyecto en manos de FX, el guionista Michael Greene fue anunciado como showrunner. Greene era un profesional muy vinculado al mundo de la historieta y su trabajo lo había llevado a escribir cómics en DC. En televisión había guionado episodios de Heroes. Inicialmente, Greene debía realizar el guion del piloto junto al creador de la obra, Brian K. Vaughan. Pero al poco tiempo él optó por trabajar solo y el historietista no pudo participar del proceso creativo. Sorpresivamente, en 2019 se anunció la renuncia de Greene. Según informaron, el guionista quería llevar la historia hacia una dirección que no convencía a los productores y la tensión que se generó entre ambas partes fue tan grande que el escritor dio un paso al costado. En ese momento apareció en escena Eliza Clark, que tomó la dirección del proyecto sin saber que pronto debería sortear varios conflictos.
Luego de organizar un equipo técnico mayormente integrado por mujeres (porque la diversidad debe darse a ambos lados de la cámara y no solo delante de la pantalla), Clark comienza a trabajar sobre el piloto escrito por su antecesor, del que incluso había muchísimo material filmado. De forma sorpresiva, en ese contexto se anunció que Barry Keoghan, protagonista de la serie, quedaba desvinculado. Algunas versiones indicaban que el actor había renunciado, pero otras aseguraban que lo habían echado porque su actuación no encajaba con lo que el papel requería. Apenas una semana después, Clark reclutó a Ben Schnetzer como el nuevo Yorick. Lashana Lynch, la actriz elegida para interpretar a la agente 355, también quedó afuera y su lugar lo tomó Ashley Romans. Lo mismo sucedió con Imogen Poots, la opción original para componer a Hero Brown (hermana del protagonista), que luego debió ser reemplazada por Olivia Thirlby. Timothy Hutton, un experimentado actor de cine y televisión, fue otro de los cambios del casting, y su rol quedó en manos de Paul Gross.
Uno de los aspectos en los que Clark buscó renovar la propuesta de la historieta original tuvo que ver con la representación de las personas trans y los géneros no binarios. Sobre ese tema, la showrunner opinó en una entrevista: “Los géneros son diversos y los cromosomas no implican en sí mismo un género determinado. Acá estamos proponiendo un show que afirma que las mujeres trans son mujeres, que los hombres trans son hombres y que las personas no binarias son personas no binarias. Y esa es una gran parte de la riqueza del mundo que mostramos en esta serie”.
De esa manera, Y: The Last Man llega a la televisión con un doble desafío. Por un lado, honrar uno de los cómics más importantes del siglo XXI y, por el otro, actualizar una propuesta cuya identidad y mirada sobre los géneros, hace veinte años y aún hoy, se muestra poderosamente innovadora.
Los primeros tres episodios se encuentran disponibles en Star+. Y cada lunes, se sumará un capítulo estreno.
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