El actor que se consagró por su rol en el film Belleza americana, de Sam Mendes, pudo renacer luego de atravesar un periodo de adicciones
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El estreno de una nueva temporada de Yellowstone, marca el regreso de Wes Bentley a uno de los papeles más importantes de su carrera. A lo largo de una trayectoria de más de veinte años, el actor conoció la gloria, pero también atravesó momentos personales muy difíciles.
Bentley nació el 4 de septiembre de 1978, en Arkansas. En su casa había una fuerte presencia de la religión, ya que su padre era ministro y su madre capellán, ambos en una iglesia metodista. El pequeño iba a la escuela Sylvan Hills, en Jonesboro, y en su infancia descubrió su amor por la actuación. Por ese motivo, se inscribió en el club de teatro del colegio, y durante su adolescencia participó de todas las obras escolares que preparaba el grupo.
En 1996 se graduó, con la firme intención de dedicarse a la interpretación. Para eso, decidió formar un grupo de improvisación al que llamó B (3) +C, y que pronto se hizo muy popular en Arkansas. Esa plataforma le permitió realizar algunos castings, que rápidamente se tradujeron en sus primeras experiencias en el cine. En 1998 protagonizó Three Below Zero junto a Kate Walsh, y luego tuvo un papel en Beloved, del director Jonathan Demme. En esa película conoció a figuras como Oprah Winfrey y Danny Glover, estrellas principales del proyecto. Pero nada le haría sospechar a Bentley, que luego de esas dos participaciones, alcanzaría una gran fama con su siguiente título.
Estrenada en 1999, Belleza americana se convirtió en un boom inmediato, fue un éxito de taquilla y arrasó en los Oscar (aunque hay que decirlo, su trascendencia fue efímera). Wes Bentley era uno de los protagonistas de esa película, y con apenas 21 años, su popularidad se disparó de forma meteórica, llevándolo a recibir todo tipo de reconocimientos e incluso a ser presentador en los Oscar. “Me gustaba la idea de ser famoso, pero pensaba que iba a ser algo paulatino. Por eso me asusté cuando todo sucedió de un momento al otro”, reconoció el actor en una entrevista de la época, en la que también confesó lo mucho que lo perturbaba el que lo miraran constantemente en todos lados. Por otra parte, la presión de conseguir un nuevo film que le significara mantener ese status de estrella ascendente, le suponía un motivo de angustia. Lamentablemente, esa popularidad tan repentina, sería el puntapié inicial de una etapa muy difícil para el actor.
Un infierno personal
Bentley trabajó en nuevos proyectos, y en 2002 participó de una versión de Las cuatro plumas, en donde conoció a uno de los grandes amigos que le dejó la industria, Heath Ledger. Entre ambos surgió un afectuoso vínculo, y Bentley comentó en alguna oportunidad, que ellos pudieron congeniar porque tenían una experiencia de vida muy similar. En diálogo con LA NACION, recordó con humor ese período de amistad y fama repentina: “De alguna manera, era una especie de celebridad, y me pasaba mucho que me veían y me decían “¡Ey, yo te conozco, vos sos Jake Gyllenhaal! Ahora la gente me reconoce por mi voz, por mi rostro, saben quien soy, pero antes era algo a lo que no estaba acostumbrado”.
Por esa época, conoció a Jennifer Quanz, con la que se casó poco tiempo después. Sin embargo, de la mano del reconocimiento profesional y de un buen momento a nivel pareja, el actor comenzó a sufrir un problema de adicción a las drogas. Bentley sentía que necesitaba escapar de ese prestigio que se había convertido en un yugo, de las expectativas que la industria había depositado sobre él y que sentía que lo ahogaban. Su forma de alejarse de eso era a través de solitarios viajes por Arizona, en los que la droga era algo habitual.
Poco a poco, su único interés comenzó a ser el consumo de estupefacientes, y su indiferencia por la actuación, lo llevó rechazar ofertas de importantes realizadores como Christopher Nolan, Ang Lee o Tim Burton. De ese modo, alcanza con ver su filmografía para descubrir que entre el 2002 y el 2005, el intérprete no hizo absolutamente ninguna película, y que en 2007 comenzó un lento regreso a la industria. Pero su conducta era errática, y en más de una oportunidad tuvo problemas en las grabaciones. Por otra parte, tampoco quería tratarse por sus adicciones, y eso lo llevó a sufrir constantes choques con su esposa. De alguna manera, Bentley parecía sumarse a tantas estrellas que luego de una fama inmediata, terminaban su carrera de manera trágica. Sin embargo, una pérdida lo llevó a recapacitar sobre esa conducta autodestructiva.
En carrera nuevamente
Heath Ledger murió en 2008, debido a una sobredosis de medicamentos recetados. Esa tragedia impactó profundamente en Bentley, que llegó a confesar que se trató “de la mayor pérdida de su vida”. Algunos meses después, el actor fue detenido por posesión de heroína. Luego de pagar cien mil dólares de fianza, fue liberado pero debió realizar trabajo comunitario, y una recuperación de doce pasos, que no respetó demasiado.
Para Bentley no había demasiados castings en el horizonte, y el divorcio con su esposa ya era un hecho. “Volvía de Los Ángeles y me tomé una botella entera de whisky”, comentó en una entrevista de esa época, y agregó: “Pensé que iba a morirme en esa habitación de hotel, con ese whisky en la mano. Fue poco después de reconocerle a un amigo, que yo era un alcohólico y un drogadicto, y que necesitaba ayuda porque sino iba a morirme”.
Con la intención de salir adelante, Bentley comenzó un proceso de recuperarse de sus adicciones, y volver a encauzar su carrera. En 2011, y durante el rodaje de Encontrarás dragones (que lo llevó a filmar en Buenos Aires), confesó que mantenerse sobrio se volvió su principal objetivo. En esa época también conoció a quien se convertiría en su segunda esposa, la productora Jacqui Swedberg, y pocos meses después nació el primer hijo de ambos, Charles. Esa familia se convirtió en un gran pilar para Bentley, y una pieza fundamental para su rehabilitación.
De esa forma, el actor pudo recuperar su carrera, y tener revancha de trabajar con directores a quienes les había dado la espalda, como fue el caso de Nolan (con el que colaboró para Interestelar). A partir del 2011, Bentley mantuvo una presencia mucho más constante en la pantalla, actuando en grandes proyectos como Underworld, Los juegos del hambre, Misión Imposible o Peter y el dragón. También tuvo un aplaudido paso por la serie American Horror Story, y participó de la obra teatral Venus in Fur. Finalmente, en 2018 le llegó la posibilidad de sumarse a Yellowstone, una ficción que sería clave en su paso por Hollywood.
Yellowstone: el atractivo de un western moderno
“Creo que lo divertido de Yellowstone, en parte, es que hay cosas que no comprendemos”, le aseguró entre risas Bentley a LA NACION. En esa serie, él interpreta al hijo del dueño de un importante rancho, y agrega: “Creo que a la gente le interesa ver en profundidad cómo es la vida en el Oeste estadounidense, y descubrir qué sucede en ese mundo y cómo la tierra forma parte de nuestra identidad”.
En Yellowstone, Bentley compone a Jamie Dutton, un abogado que poco a poco se involucra activamente en los negocios de su padre, John Dutton (Kevin Costner). Según reconoció durante la charla que mantuvo con este medio, la posibilidad de construir un personaje a lo largo de varios años, le permitió una nueva manera de acercarse a la actuación: “Estoy muy agradecido de la evolución que atraviesa Jamie Dutton. Al principio, él estaba afuera de lo que sucedía, pero luego empieza a cambiar y a involucrarse con su familia. En lo creativo, este trabajo me dio la posibilidad de mostrar y hacer cosas que no había hecho. Me gusta la televisión, y me gusta indagar mucho en los personajes. Desde luego que también amo el cine, pero en la tele uno fluye de otro modo”.
Otro de los aspectos de Yellowstone que más disfruta el actor, tiene que ver con el vínculo que formó con Kevin Costner, una leyenda viva de Hollywood. Y sobre ese tema, él expresó: “Entre nosotros nos llevamos muy bien, somos muy cercanos, y la verdad es que nos convertimos en familia. Hacemos escenas muy intensas y hay días que son muy fuertes, pero después nos desconectamos de eso y nos vamos a ver baseball juntos. Es un tipo increíble, es muy cálido con su familia, y yo aprendo mucho de él”.
De ese modo, y con una carrera que atravesó algunos puntos bajos de los que pudo salir adelante, Wes Bentley sigue firme como uno de los actores más talentosos de su generación.
La nueva temporada de Yellowstone se encuentra disponible en Paramount+
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