Vikings: un globo aerostático y guerreros sentimentales, así comenzó la sexta y última temporada
Los dioses vikingos y el católico, en el imaginario de los pueblos, seguirán luchando por ganar el reino de lo humano con las espadas y la sangre. O al revés, que es lo mismo. El devenir vikingo comenzará a trazar su expansión y quizás su final. Así es como los dos primeros capítulos de la sexta y última temporada de Vikings , que se pudieron ver ayer por Fox Premium, marcan lo que será este nuevo recorrido de los descendientes de Ragnar Lothbrok, quien sigue apareciendo en modo de flashbacks en esta exitosa historia de Michael Hirst.
Con escenas que impactan tanto por lo épicas como por los majestuosos escenarios naturales donde se han rodado, la coproducción irlandesa y canadiense sigue echándole mano a datos y personajes históricos. Lo que en esta temporada de 20 capítulos se juega es el poderío de Bjorn Ironside sobre el cual parece que se centrará el futuro del pueblo vikingo. Su hermano Ivar buscará venganza junto a un aliado que quiere quizás desterrar a los dioses vikingos para que el católico siga su expansión en pueblos milenarios. Lagertha deberá elegir entre volver a sus raíces como ganjera o seguir batallando para el bien de su gente.
Ivar y Oleg, el aliado para reconquistar Kattegat
Ivar (Alex Høgh Andersen) viaja junto a un fiel ladero tras huir de Kattegat. Ambos llegan a la llamada "Ruta de la Seda" que le muestra a un sorprendido "Deshuesado" el mundo más allá de su ciudad de origen: la diversidad de gente, costumbres y mercancías. Pero al llegar a un clima más duro, en medio de la nieve, se topan con el príncipe de Kiev, Oleg el Profeta o Oleg de Nóvgorod (Danila Kozlovsky). Según los registros históricos, era un príncipe varego (vikingo sueco) que gobernó el pueblo ruso y que fue el fundador de Kiev, hoy capital de Ucrania.
Oleg les pregunta por qué están en sus tierras. Ivar afirma que él es el rey de Kattegat. El Profeta, quien habla la lengua vikinga porque desciende de los vikingos que se expandieron al territorio de lo que sería hoy Rusia, duda de las intenciones de ese hombre al que sólo ve como un mendigo. No obstante se lo lleva a su reino junto al ladero. Es allí cuando lo mantiene encerrado mientras sus hombres torturan al ladero para saber si realmente es el famosos tirano Ivar "El Deshuesado". En medio de las escenas sangrientas, el acompañante de Ivar, fiel a su amo, le dice: "No, no es un rey, es un dios". Con sorpresa, Oleg se ríe y esos dichos hacen que ese personaje lisiado sea cada vez más interesante para él, aunque no por eso fiable.
La escena del "globo aerostático" y la alianza
"Dime realmente quién eres y a qué viniste", le exige Oleg a Ivar frente a su ladero que sigue siendo torturado. El hijo de Ragnar le contesta que su territorio le fue sacado por sus hermanos y que ya no puede volver y que solo transita el mundo como cualquier otro hombre. "Pero si eres un dios, ¿por qué viniste a mi reino? Alguna razón debés tener". Ivar jura que no hay razones, a lo que Oleg da la señal para que terminen desmembrando al fiel ladero.
En las escenas siguientes, Oleg decide poner a prueba a Ivar. Y aquí es donde se pone en juego algún riesgo histórico, o licencia literaria. Oleg lo obliga a volar con él, ambos colgados de un muy rudimentario globo aerostático. Es sabido que los hechos contados en esta ficción ocurren entre el 800 y 900, el Medioevo, cuando en realidad el invento de un globo aerostático comenzó a tomar forma en 1700.
"Si eres un dios no tienes nada que temer", le dice Oleg a Ivar que al principio tiene mucho miedo y luego se siente realmente un dios volando sobre la nieve. Al llegar a un caserío Oleg comienza a temer por su vida, y es cuando Ivar le dice entre risas: "No temas, no morirás si estás junto a mí, soy un dios". Ambos terminan cayendo sobre la nieve y allí es cuando comienzan a sellar su extraña amistad. Tan así que más tarde confiesan que han matado a sus esposas por haberlos traicionado. Oleg le asegura que serán muy unidos y ve en Ivar una señal de que debe conquistar Kattegat y convertir a todos al cristianismo. Así, ambos comienzan a avanzar en planes y pasos hacia Kattegat, aunque las excentricidades de Oleg a veces le hacen dudar a Ivar que él es el aliado correcto para recuperar su trono.
Por otra parte, Ivar se muestra en estos dos capítulos más humano, no por lo bondadoso, sino por lo lejano a ese tirano constante de sed de venganza. Se permite disfrutar y sorprenderse con las novedades del mundo que ha ido descubriendo en su periplo, que no sólo se mide en kilómetros.
Bjorn, Lagertha y el manejo del poder
"Mi reinado será muy diferente al de Ivar. Kattegat va a progresar al negociar, no al conquistar. Ustedes me dirán qué quieren y yo oiré y los serviré", dice Bjorn Ironside (Alexander Ludwig) al estrenar su trono en medio de su gente. Lo primero que hace es juzgar a su manera a quienes fueron fieles a Ivar. Uno de ellos es quien se encargó de quemar viva a Thora, la amada de Hvitserk (Marco Ilsø).
Bjorn decide marcarlos a fuego como ganado y dejarlos vagar por el mundo para que todos sepan que son parias y para que "todos los días de su vida sufran como hicieron sufrir a este pueblo", dice el nuevo líder. Hvitserk (Marco Ilsø) duda de esa decisión, asegura que Ivar los hubiese matado, pero apoya a su hermano al ver alejarse hacia el afuera al asesino de Thora.
Por su parte, Lagertha (Katheryn Winnick) le informa a su hijo que desea volver al paraje donde fue feliz junto a Ragnar. La valquiria quiere ser nuevamente una simple granjera, no quiere ser guerrera. Ya en esas tierras, donde se crió Bjorn junto a su fallecida hermana menor, es en donde Lagertha decide enterrar su espada y jura no luchar más. Las imágenes del pasado vuelven en una emotiva escena en el que la figura de Ragnar, tan carismática y aún irreemplazable, sigue reforzando la estructura argumentativa de Vikings.
La primera gran decisión a tomar por parte de Bjorn será ayudar o no a Harald Fairhair (Peter Franzén), quien ha sido capturado por el rey Olaf. Recordemos que ambos fueron aliados del hijo de Ragnar a la hora de luchar contra Ivar para reconquistar Kattegat . Pero el primer hijo de Ragnar se encuentra inseguro en el poder y está entre elegir hacer lo correcto o lo más inteligente, como le sugiere su amada.
Finalmente resuelve ayudar a Harald y comienza a reclutar hombres cuando aparece en Kattegat Kjetill Flatnose (Adam Copeland). Aquí se introduce nuevamente la historia de Floki, quien supuestamente ha muerto dentro de las cavernas de un volcán en Islandia mientras seguía el llamado de los dioses. Kjetill había sido desterrado por Floki de la comunidad que el constructor de barcos había querido instalar en esas tierras lejanas.
La aparición de Kjetill hace que Ubbe quiera saber qué pasó con Floki, pero el hombre no dice toda la verdad, asegura que quiere llevar gente a Islandia. No obstante, Bjorn prefiere instalar un manto de duda sobre él y lo recluta para luchar contra Olaf. La incógnita de aquí en más será cuán confiable es esta alianza pues el hijo de Ragnar sabe que Kjetill no es de fiar.
La sexta temporada de Vikings se puede ver los jueves, a las 23, en Fox Premium Series y en la app de Fox con la suscripción a Fox Premium. Este tramo final de esta historia cuenta con 20 episodios que se emitirán en dos partes, por lo que los últimos 10 episodios se podrán ver en 2020.
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