La serie sobre una joven detective, protagonizada por Kristen Bell, consiguió convertirse en un título de culto que tuvo un esperado -pero no tan feliz- regreso a la pantalla
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Así como en los noventa una carismática cazavampiros combinaba sus deberes como guerrera con sus obligaciones escolares, a comienzos de los dos mil una figura similar conquistó la pantalla chica. En Veronica Mars, una estudiante, hija de un detective, dedicaba buena parte de su tiempo libre a resolver distintos crímenes, sin por eso desatender los conflictos típicos de su edad. Y gracias a esa fórmula, esta serie de televisión se convirtió en una pieza de culto a lo largo de sus tres temporadas, que fueron emitidas entre 2004 y 2007.
Pero su abrupto final -y el consecuente descontento de los fans- hizo de Veronica Mars un emblema de las ficciones televisivas que son canceladas cuando aún tienen mucho camino por recorrer.
Un detective literario
Rob Thomas tenía muy poca experiencia en el mundo de la televisión cuando le tocó la posibilidad de escribir un par de episodios para Dawson´s Creek. El mundo del drama adolescente le resultaba fascinante, y era evidente su facilidad para retratar los conflictos de los protagonistas que transitaban esa edad. Por esos años, Thomas había comenzado a esbozar la idea de un libro juvenil centrado en un detective adolescente que resolvía todo tipo de crímenes. Los buenos resultados que tuvieron sus capítulos en Dawson´s Creek le abrieron la puerta para presentar una ficción de creación propia, pero decidió ir por otro camino.
En 1998, Thomas estrenó Cupid, una comedia romántica protagonizada por Jeremy Piven que duró apenas una temporada. Sin desalentarse ante esa derrota, el guionista seguía adelante con su novela juvenil, sin saber que ahí se encontraba su próximo gran proyecto.
Thomas no tardó en descubrir que esa idea de libro, que combinaba adolescentes y detectives, tenía un enorme potencial para desembarcar en televisión. Se trataba de una historia de tono amargo, con personajes pesimistas que se sumergían en mundos de violencia y sordidez, muy lejos de esas adolescencias nostálgicas de Dawson´s Creek. Por ese motivo, soñaba con la posibilidad de llevar su idea a una señal en la línea de HBO, en donde sabía que podía desarrollar con libertad esa temática. Lo siguiente fue hacer algunos cambios en la premisa, y de esa manera el protagonista ya no fue más un hombre de unos 14 años, sino una joven un poco mayor. El motivo detrás de ese cambio, es que Thomas sentía que un relato noir desde un punto de vista femenino iba a ser mucho más interesante que desde la óptica masculina, como es habitual en este género.
Lamentablemente, ni HBO, ni Showtime ni Fox se mostraron interesadas en producir el piloto de la joven detective, y ahí apareció en escena UPN, una señal que había sido lanzada en 1995 y que buscaba propuestas de tono amable. Por ese motivo, Thomas no tuvo más remedio que aligerar el clima de su historia, y suavizar el brutal estilo inicial que tenían sus personajes.
La importancia de Kristen Bell
Algunas versiones (quizá exageradas) hablan de quinientas postulantes, pero otras aseguran que en el estudio había cien actrices que aspiraban a ser Veronica Mars. Si bien esos números no coinciden, ambas versiones aseguran que una desconocida llamada Kristen Bell fue la primera en audicionar, y que ese casting le bastó a Rob Thomas para saber que había encontrado a su actriz ideal.
El guion describía a su protagonista como una suerte de “Angelina Jolie a los 17 años”, y si bien Kristen Bell no tenía ese estilo, hubo algo en su presencia que impactó inmediatamente al creador de la serie. “Kristen fue a la primera que vi, y mi cabeza estalló”, reconoció Thomas, que luego agregó: “Mientras le hacía el casting al resto de las candidatas, no dejaba de pensar si esa actriz había sido tan brillante como me había parecido”. Por su parte, Bell asegura que esa impresión tan favorable que causó fue pura suerte, y en una nota explicó: “Creo que mostré algo de desfachatez, y eso era exactamente lo que Rob quería”.
El actor Jason Dohring, que se presentó al casting para el papel de Duncan Kane (exnovio de la protagonista), terminó quedándose con Logan, un rol que iba a ser mucho menor. Pero la gran química entre él y Kristen Bell dio pie al crecimiento de ese personaje en la evolución de toda la historia. Para Dohring, el buen recibimiento que tuvo su trabajo fue una verdadera sorpresa, y en una nota reveló: “Muchas de las emociones que mostraba, eran muy verdaderas para mí. Creo que en el fondo estuve enamorado de Kristen a lo largo de todas las temporadas que duró el show. Yo realmente creía que me moría si a ella le pasaba algo, y creo que eso era lo que subyacía y que la gente tanto amaba de nuestros personajes cuando estaban juntos”.
Mientras el casting avanzaba, Rob Thomas buscaba con avidez a la intérprete que pudiera darle vida a Lili Kane, la víctima de homicidio que motoriza el primer gran arco de la serie. Y así llegó al proyecto, otra actriz totalmente desconocida llamada Amanda Seyfried, cuya gran actuación causó un verdadero impacto que la perfiló como una de las jóvenes promesas de la industria.
Entre otras de las caras importantes que pasearon por Veronica Mars se encontró Paul Rudd (que debía actuar en varios episodios, pero solo pudo hacer uno), y también Allyson Hannigan y Charisma Carpenter, dos nombres muy familiares para los fans de Buffy, la cazavampiros. De hecho, el creador de esa ficción, Joss Whedon, en varias oportunidades manifestó su fanatismo por Veronica Mars, un amor que derivó en que la producción de esa serie lo invitara para hacer un divertido cameo.
Una pieza de culto y el fantasma de la cancelación
La primera temporada de Veronica Mars se emitió de septiembre de 2004 a mayo de 2005. El promedio de televisores sintonizando esa ficción, fue de dos millones y medio, un número modesto para una producción que buscaba una masividad mayor. Por ese motivo, muy cerca del final de la temporada, comenzaron a circular los rumores de la cancelación, un fantasma que se haría muy frecuente en los pasillos de la producción. Pero el show fue renovado para una segunda temporada, que si bien no mejoró en materia de rating, sí pudo consolidar a Veronica Mars como un fenómeno atípico en la televisión que la crítica especializada no se cansaba de elogiar.
La ficción acumulaba premios y nominaciones, pero a mediados de la tercera temporada -que había comenzado en octubre de 2006-, Thomas recibió la noticia de que su serie no iba a tener un cuarto año. La intención del canal fue avisarle con tiempo, con el objetivo de darle la posibilidad de escribir un final para la historia, pero él hizo exactamente lo opuesto. Furioso con el destino de su serie, el guionista escribió un último episodio en el que dejó todos los cabos sueltos que pudo, casi como una forma de chantajear al canal para que le dieran la posibilidad de producir una cuarta temporada. Pero eso jamás sucedió.
Luego del último episodio, emitido el 22 de mayo de 2007, Thomas luchó por darle a su serie algún tipo de continuación. Llegó a presentar guiones para nuevos capítulos que nunca pudo filmar. Luego se animó a producir con dinero de su propio bolsillo, un cortometraje que mostraba a la heroína ingresando al FBI, y trabajando como detective profesional. Pero una vez más, ningún canal se mostró interesado. Finalmente, Thomas aceptó con mucho pesar que los días de Veronica Mars habían llegado a su fin, y ante ese panorama, él decidió escribir dos novelas que expandían el universo de su investigadora. Sin embargo, el tiempo le dio revancha.
El amor de los fans por Veronica Mars nunca dio señales de fatiga. El público seguidor de esa serie no dejaba de recomendársela a otras personas, una práctica que le permitió a la ficción crecer notablemente a través del boca a boca, incluso durante los años posteriores a su final. Y confiando en las posibilidades de un nuevo proyecto de la saga, Thomas y Kristen Bell lanzaron en 2013 una campaña Kickstarter para recaudar fondos para un largometraje. En apenas un día, la colecta recaudó dos millones de dólares, y ante ese favorable respuesta, la señal CW dio luz verde a la realización de una película.
Cuando una vez más parecía que no habría más novedades sobre Veronica Mars, en 2018 la plataforma Hulu anunció el estreno de una cuarta temporada, de ocho entregas. Esta vez sí, Thomas pudo darse el gusto de darle un tono más oscuro a su show, con una protagonista más adulta que podía sumergirse en tramas más espesas que las protagonizadas cuando era adolescente. Y con el estreno de los nuevos episodios en 2019, el destino de la serie se volvió a repetir (para bien y para mal): por un lado, la crítica elogió la calidad de los nuevos capítulos, pero el público no apoyó masivamente la propuesta. De esa forma, y presa de su propio destino, Veronica Mars cerró para siempre sus puertas, confirmándose como una pieza reverenciada por un grupo que la sigue fielmente, y que no dejará de lamentar que una de las mejores historias que vio la pantalla chica haya tenido una vida tan breve.
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