TV Retro: las anécdotas, peleas e historias más llamativas detrás de los clásicos de la pantalla chica
Un agente secreto flojo de papeles, un extraterrestre de peluche, una actriz en busca del éxito tardío, un protagonista obsesivo y dominado por el alcohol, y la historia de un triángulo amoroso de final trágico. En 2020, la sección TV Retro permitió rescatar historias que signaron una etapa en la cual el gran entretenimiento familiar consistía en sentarse frente a la tele del comedor o la cocina, y reírse, llorar o conmoverse con las imágenes que devolvía la pantalla chica.
Piel naranja: el éxito de rating que tuvo el final menos pensado
Así la definía Alberto Migré: "Es la historia de la piel de un hombre que cambia el destino de una mujer. Naranja porque el hombre es paraguayo y es el olor y el color de Paraguay". Piel naranja tuvo un éxito impresionante a mediados de la década del 70. Arnaldo André, Marilina Ross y Raúl Rossi fueron los protagonistas de una historia de amor prohibida que llamó la atención por lo jugado de su trama.
Un triángulo amoroso entre el miedo al pasado y la esperanza del futuro. Cuarenta y cinco años después y para LA NACION, Arnaldo André, Dorys Del Valle, María Valenzuela y Raúl Taibo recordaron la historia de Piel Naranja, y también su trágico final.
Súperagente 86: una comedia que terminó con más penas que gloria
En la década del 60, la moda de los espías -con James Bond a la cabeza- copó el cine y la televisión. Sin embargo, tenía que llegar Mel Brooks para trasladar la iconografía cinematográfica a un formato de comedia.
El por entonces poco conocido Don Adams fue la exigencia de la cadena para personificar al torpe pero efectivo Maxwell Smart. Lo acompañaba la modelo publicitaria Barbara Feldon como "la 99" (nunca se supo su verdadero nombre), y el experimentado Edward Platt como "El jefe". A lo largo de las cinco temporadas, otro personaje que adquirió peso propio fue Bernard Kopell, como Sigfried.
El que fue uno de los éxitos más importantes de su tiempo terminó con más pena que gloria, traicionando sus orígenes y encasillando para siempre a sus protagonistas.
Alf: el personaje que se convirtió en un éxito gracias al merchandising
Celos profesionales, merchandising salvador, y un éxito con destino de fracaso. Difícil de creer que en apenas cuatro años, Alf pasó de ser un personaje icónico a quedar en el más triste olvido. Luego de una primera temporada de críticas nefastas y bajo rating, NBC decidió cancelar el proyecto, pero había tantas licencias de productos con su nombre (libros, juguetes, muñecos) que el extraterreste de Melmac siguió adelante y se transformó en un éxito.
Sin embargo, puertas adentro no pasaba lo mismo, y los actores comenzaron a acumular motivos para estar hartos de la serie, de sus compañeros y del personaje. Una historia que entonces no trascendió la pantalla, pero que marcó a sus protagonistas para siempre.
La niñera: una sitcom que comenzó por casualidad y terminó por un gran error
La historia de La niñera comienza a partir de una frustración. A los 35 años, la actriz Fran Drescher no terminaba de levantar cabeza: los pequeños papeles que había logrado en diferentes series, no alcanzaban para cumplir su sueño de convertirse en estrella. Un encuentro fortuito en un aeropuerto con el presidente de CBS cambió radicalmente su camino.
Luego de haberlo convencido de que tenía un gran proyecto entre manos (cuando en realidad no tenían nada), Drescher trazó un calculado plan para convertirse en la reina de la televisión de los años 90. Lo consiguió, pero tras seis temporadas, la sitcom terminaría a raíz de un gran error.
La familia Ingalls: en la pequeña casa de la pradera no era todo felicidad
Tres proyectos le bastaron a Michael Landon para consolidar una carrera en la televisión mundial: Bonanza, Camino al cielo y La familia Ingalls. De todos, el tercero fue el que más satisfacciones le dio y a la vez el que lo encontró en su cenit creativo.
Nueve años duró la serie, e incluyó una relación fraternal entre el actor y sus hijas de la ficción, como así también fricciones entre sus compañeras de elenco, que se dedicaron a denunciar prolijamente en sus autobiografías.
Una historia menos idílica que la vista en pantalla incluyó problemas con el alcohol, pases de facturas y la orden de Landon de hacer explotar todos los decorados para que no quedaran rastros de la serie.
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