Trapped: enigmas en la gélida Islandia
Trapped (ófærð, islandia, 2017) / Creador: Baltasar Kormákur / Elenco: Ólafur Darri Ólafsson, Baltasar Breki Samper, Nína Dögg Filippusdóttir, Ingvar Eggert Sigurðsson, Ilmur Kristjánsdóttir / Disponible en: Netflix / Nuestra opinión: buena
Las primeras imágenes de Trapped anticipan la presencia del paisaje con la envergadura de un verdadero protagonista. Un entorno nevado, inmerso en ese círculo polar ártico en constante crepúsculo, sometido a un viento helado, a una inclemencia traicionera. En ese pequeño pueblo al norte del territorio islandés aparece un cadáver mutilado en una red de pescadores: un crimen horrendo parece haber ocurrido a bordo de un ferry que llega desde Dinamarca. Ese hecho violento, eco de una muerte que se agita en el pasado, convulsiona la tranquilidad de aquella región alejada de la urbana Reykjavik y pone en marcha una inquietante pesquisa policial.
Trapped tiene reminiscencias de varias tradiciones, desde la literatura nórdica hasta el western de la frontera, de la serie negra a esas sagas de aventuras en territorios helados como Alaska. Su logro es amalgamar el crescendo de la intriga, en la que anidan múltiples historias paralelas, con el desarrollo de los personajes, sus intereses y motivaciones. Quien lidera la investigación es Andri (extraordinaria presencia de Ólafur Darri Ólafsson), el comisario del pueblo, y sus dos oficiales a cargo. El personal de la capital no puede arribar porque los caminos están bloqueados debido a la tormenta de nieve. Pese a la sombra de su separación y la reciente llegada de su ex esposa y su nuevo novio, Andri debe unir las piezas de ese rompecabezas: el tráfico de personas, una negocio inmobiliario en ciernes, la reticencia del capitán del ferry a colaborar y una presencia misteriosa entre la tripulación.
Creada por el islandés Baltasar Kormákur (quien dirigió en Hollywood películas como 2 Guns y Everest) y presentada en 2015 en la sección Primetime del Festival de Toronto, fue una de las grandes adquisiciones de Netflix dentro de las producciones europeas. Sin horadar la tensión, Kormákur se permite teñir de cierta ironía y autoconsciencia el devenir de los diez episodios de esta primera temporada, al jugar con los reveses del género: cadáveres que desaparecen, amantes furtivos, escapes dignos del absurdo. Ese eco de gélida perplejidad que puede advertirse en miradas como las de los hermanos Coen o la del rumano Corneliu Porumboiu aquí se conjuga con un firme apego al enigma, no exento de una adulta reflexión moral.
Ese pueblo sumergido en la frontera norte de Islandia, lindante con el hielo y el vacío, se convierte así en un microcosmos de tensiones que hacen eclosión ante la brutalidad de la muerte, ante la evidencia feroz de lo que nos ofrece la naturaleza.