The New Look corre el velo a la superficialidad de la pasarela para contar un momento clave del mundo
Con un gran elenco y ambientada en escenarios reales, como el Hotel Ritz, bares y calles parisinas, la nueva serie da cuenta de las historias paralelas de Dior y Chanel, que no solo se diferenciaron a nivel generacional, sino también por decisiones estéticas y, por ende, políticas
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“Dior, Dior, Dior”, se los escucha alentar a los estudiantes de la Universidad de la Sorbona en París. El aclamado diseñador francés está a punto de ingresar al anfiteatro de esa alta casa de estudios. Transcurre 1955 mientras, al mismo tiempo, Coco Chanel mantiene un encuentro con periodistas para anunciar su retorno a la escena fashion, tras el exilio en Suiza después de la Segunda Guerra Mundial.
Así, desde el vamos, la serie The New Look -ya disponible en Apple TV+- anticipa que en esa dialéctica entre los dos popes de la moda se construirá el relato de diez episodios, con foco en el ascenso y el surgimiento de Christian Dior (Ben Mendelsohn), en contraste con el ocaso y caída del imperio fundado por Chanel (Juliette Binoche). Y si uno se prepara para lanzar su propia maison, la otra insiste en volver a ser la gran dama de la alta costura.
Creada y dirigida por Todd A. Kessler, cuenta con un reparto de lujo que incluye a los mencionados Mendelsohn y Binoche, además de Maisie Williams como Catherine, la hermana de Dior, Glenn Close en el rol de la reportera Carmel Snow y John Malkovich como el empresario Lucien Lelong, entre otros.
Esta producción se inscribe en la seguidilla de ficciones con el ojo puesto en la moda que arrancó en 2021 con Halston -biopic sobre el diseñador norteamericano Roy Halston interpretado por Ewan McGregor- lo mismo la reciente Cristóbal Balenciaga, que refiere al homónimo maestro de la haute couture, y la dedicada a Karl Lagerfeld en alusión al llamado “kaiser” (emperador), que todavía no tiene fecha de estreno, aunque seguramente será en el transcurso de este año.
Y si bien, “el nuevo look” que le da nombre a la serie alude a la denominación que Snow, por entonces directora de Harper’s Bazaar, le dio a la colección presentada por Dior en 1947, la trama se sale de los bordes de ese tópico en cuestión para hablar de todo lo que trajo aparejado la SGM, léase las aberraciones cometidas por los nazis y la resiliencia de los protagonistas para reinventarse, entre otras cosas. Por eso, el contexto donde transcurre la historia es central para esta serie, ya que no sería la misma sin las vicisitudes, los aciertos y los desaciertos que atraviesan los personajes, primero en medio del conflicto bélico y luego en la posguerra.
Pretexto glamoroso
The New Look se destaca en ese sentido, al correr el velo de superficialidad que se le suele asignar a la pasarela para dar cuenta de aquello que está detrás de la industria de la indumentaria y cómo ésta no se escinde de los cambios sociales, políticos y económicos. Por el contrario, en este caso, es el pretexto glamoroso que los pone en escena.
Por supuesto que es una ficción para fashionistas y como tal, profundiza en los hallazgos de vestimenta sean más o menos explícitos de ambos diseñadores. “La sencillez, ese es mi estilo”, manifiesta Coco, y a la extravagancia que advierte en Dior, ella responde con prendas ascetas y funcionales que no solo fueron disruptivas para las féminas de esas décadas sino incluso, con el tiempo, se volvieron emblemas para las mujeres del presente. Alcanza con ver el atuendo de la propia creadora las veces que aparece llevando un pantalón; lo mismo su amiga, la socialité Elsa Lombardi (Emily Mortimer), si se considera que el uso de ese indumento era poco habitual y hasta denostado por ese entonces.
En el caso del creador nacido en Granville, Francia, el énfasis está en creaciones caracterizadas por la silueta de cintura angosta y de faldas exorbitadas, entre otros rasgos hiperfemeninos. “Las personas necesitan sentir de nuevo, necesitan soñar de nuevo, necesitan vivir de nuevo”, se lo escucha decir a Dior. Quizás ese fue uno de sus principales hallazgos: comprendió que era el tiempo de la reconstrucción, también desde la vestimenta.
Cabe entonces mencionar la labor de la diseñadora de vestuario Karen Muller Serreau, quien primero procuró observar la época de guerra cuando, por ejemplo, las casas de moda atravesaron dificultades por la escasez textil. A eso le agregó la investigación específica de los diseños de Dior teniendo acceso a los archivos de la marca. De hecho, realizó réplicas de las piezas icónicas que conforman la selección del desfile retrospectiva, llevado a cabo en la Sorbona: ahí se pueden ver Première Soirée, Soirée d’ Asie y Bar Suit, entre otros modelos.
Ambientada en escenarios reales, como el Hotel Ritz, bares, restaurantes y calles parisinas, da cuenta de las historias paralelas de Dior y Chanel, que no solo se diferenciaron generacionalmente, sino también por decisiones estéticas, por ende, políticas. Es que el valor de la serie está en mostrar cómo accionó cada uno de ellos, tanto durante como después de la Segunda Guerra.
Atravesados por la historia
La historia indaga en las elecciones comerciales, profesionales y de vida tomadas por estos diseñadores. Y así como Dior, continuó trabajando para la empresa de Lucien Lelong -interpretación memorable de Malkovich- y siguió diseñando incluso prendas que fueron compradas por las novias y las esposas de los nazis durante la ocupación alemana en Francia, su labor durante la guerra estuvo enfocada en el cuidado de su hermana Catherine, quien luchó en las filas de la Resistencia. Ella fue una de sus musas inspiradoras, tributaria de la creación de Miss Dior, la fragancia que también fue presentada en el año 47. Siendo un dato para nada menor que, en el presente, Maria Grazia Chiuri, la actual diseñadora al frente de la casa Dior, hizo lo propio al tomar a la joven como inspiración de la colección mostrada en torno a la primavera de 2020.
Y aunque Coco también estuvo atenta al paradero y la liberación de su sobrino André Palasse ( Joseph Olivennes), quien estuvo detenido en un campo de prisioneros, ese gesto se desmorona en el devenir de los episodios cuando se la ve cada vez más involucrada con los jerarcas alemanes, por caso Walter Schellenberg (Jannis Niewöhner), eso sumado a relación amorosa con el espía Hans Günther von Dincklage, conocido como “Spatz” (Claes Bang). Este vínculo, el de Chanel con los nazis, es evidenciado durante toda la trama, a partir de las sospechas por parte de la Resistencia, pero sobre todo en la denominada Operación Modellhut llevada a cabo en 1943.
Respecto de este recorte histórico con epicentro en la Segunda Guerra es inevitable asociar esta ficción a la reciente Cristóbal Balenciaga, originada en el País Vasco, terruño del diseñador de ese origen. La producción disponible en Star+, también se concentra en quiénes fueron los protagonistas del sistema de la moda de ese tiempo, como Chanel y Dior, aunque el plus de The New Look es haber incorporado al prometedor Pierre Balmain (Thomas Poitevin) y el intrépido Pierre Cardin (Eliott Margueron).
En ambas, además, tiene primacía la observación del oficio, el hacer artesanal y la grandilocuencia de los talleres donde se llevaba a cabo la haute couture. Algo que toma más valor hoy en día, en un presente amenazado por lo opuesto: el fast fashion, la adquisición a destajo y la consecuente contaminación del planeta.
Y así como dialoga con la mencionada Cristóbal Balenciaga, también la serie puede ser vista en contraste o como continuidad cronológica de Coco antes de Chanel. Para los interesados en la figura de la modista, resulta casi obligatorio ver el film dirigido por Anne Fontaine, que cuenta con Audrey Tautou en el rol de la diseñadora. Puede ser pensado, incluso, como una precuela que va desde su infancia en el orfanato hasta los inicios en la escena de la moda, cuando comienza a personalizar los sombreros canotier.
Aunque hasta ahora Dior no había sido retratado en una producción en torno a su figura, sí se hizo referencia a la maison en La Sra. Harris va a París. Nominada al Oscar 2022 en el rubro de diseño de vestuario, se trata de una comedia cuya protagonista (Lesley Manville) viaja a la capital gala en busca de un vestido de la firma. También fue considerado en diferentes trabajos literarios: siendo, quizás, Dior and I -las memorias que el diseñador publicó en 1956- la más emblemática de esas obras, cuyo título fue retomado en el documental del mismo nombre que en 2015 tematizó el paso de Raf Simons por la casa Dior ya entrado el siglo XXI.
Otros textos claves entorno a The New Look fueron el elocuente Dior de Caroline Bongrand y la biografía Christian Dior: Destiny de Marie-France Pochna. Justamente las dos autoras fueron convocadas por Kessler para ser parte de la investigación que conllevó la puesta en marcha de la serie.
Música para el Nuevo Look
Se destaca la exquisita banda de sonido curada y producida por Jack Antonoff (cantante de la banda indie Bleachers). Incluye temas que fueron populares a principios y mediados del siglo XX, reversionados ahora para la serie. Así, cada uno de los 10 episodios contiene canciones para atesorar, como la bellísima versión de “La Vie En Rose” interpretada por Nick Cave, el esperanzador “White Cliffs Of Dover”, por Florence + The Machine, y “Blue Skies” el tema que inmortalizó Ella Fitzgerald ahora cantado por Lana del Rey.
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