La producción de Jay Carson está de regreso por Apple TV+, no elude el coronavirus y aborda el áspero tópico de la cultura de la cancelación; LA NACION habló con su elenco, quienes brindaron más detalles sobre esta temporada
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The Morning Show estrenó su primera temporada en Apple TV+ en 2019 tomando como punto de partida el libro de Brian Stelter, Top of the Morning: Inside the Cutthroat World of Morning TV, que el showrunner Jay Carson, apuntalado por un gran equipo de guionistas, adaptó en 10 episodios que narrativamente se movían como un péndulo. Por un lado, estaba la relación tirante entre la experimentada conductora Alex Levy (Jennifer Aniston, ganadora del SAG y nominada al Emmy por su brillante interpretación) y la recién llegada, la outsider de discurso progresista Bradley Jackson (Reese Witherspoon). Por el otro, se mostraba el impacto de la “bomba” que caí sobre la producción del programa cuando el coequiper de Alex, Mitch Kessler (Steve Carell), era acusado de abuso y acoso sexual, lo cual conducía a la cadena a removerlo de su puesto y a poner a Bradley en su lugar. The Morning Show supo transitar los pormenores del movimiento Me Too con bienvenidos matices, entre ellos, cómo operan las altas esferas de una empresa -en este caso, de la cadena UBA- para ignorar el vox populi y facilitar así la reincidencia de los abuso de poder.
Al mismo tiempo, el vínculo entre Alex y Bradley, en un comienzo áspero, adquirió otra tesitura cuando ambas mujeres se unieron para prevenir que ese escenario proclive a la toxicidad siguiera repitiendo patrones. Sobre ese eje se paraba la serie para concluir su primera entrega, sobre el pacto tácito de dos conductoras antagónicas que aspiraban a vencer al sistema desde adentro, aunque sin la plena seguridad de poder conseguirlo. En su regreso a Apple TV+, que hoy estrena el primer episodio de la segunda temporada e irá subiendo a su plataforma uno nuevo cada viernes, The Morning Show retoma la acción desde el instante mismo en que Bradley y Alex le hablan a los Estados Unidos arriesgando sus respectivas carreras para proteger a potenciales víctimas de abuso y acoso en el ámbito laboral.
Por lo tanto, veremos las consecuencias del discurso que ambas dieron, así como también a una cadena de TV que no quiere repetir errores del pasado y empieza a caminar por la delgada línea de la corrección política. Sin embargo, el cierre del episodio dirigido por Mimi Leder, aquel en el que se muestra con gran despliegue los entretelones de la cobertura de la llegada de un nuevo año desde Times Square, ya adelanta una de las grandes narrativas del drama en esta vuelta. Cory Ellison (un Billy Crudup que supera su enorme trabajo de la primera temporada que le valió el Emmy) recibe una buena noticia y se siente esperanzado por la renovación del programa matutino hasta que otra información lo deja boquiabierto mientras contempla el cartel que nos sitúa en una realidad que le es dolorosamente familiar al mundo entero: el 2020 como sinónimo de pandemia.
Se trata de un primer episodio contundente, ágil, con la industria del entretenimiento en el centro, pero también con un reloj que va corriendo hasta la llegada del coronavirus, una carrera amarga sintetizada en un flashforward de la ciudad de Nueva York desolada, una postal de identificación instantánea. En diálogo vía Zoom con LA NACION, grandes exponentes de la serie como Mark Duplass, Néstor Carbonell y Julianna Margulies -flamante incorporación, - hablaron acerca de cómo la pandemia cumple un rol central en esta segunda temporada, así como también otro debate: el de la cultura de la cancelación, que ya no tiene a Mitch como única figura para proponer una conversación al respecto. Asimismo, este medio formó parte de una conferencia de prensa que brindaron sus protagonistas y productoras ejecutivas, Aniston y Whitherspoon, quienes se explayaron sobre cómo la culpa sobrevuela a los personajes en su vuelta a la pantalla.
Los medios de comunicación, en el ojo de la tormenta
Para Aniston, esta segunda temporada tiene una cadencia diferente a la anterior, con nuevos personajes y un enfoque acorde a ese cambio. “Entramos con otra energía y después empiezan a surgir los giros porque básicamente estamos lidiando con las consecuencias de las cosas que pasaron en la primera temporada, las peleas, cómo está compuesto el staff, las cancelaciones, todos vamos caminando y cargando con la culpa de lo que pasó o lo que pudo haber pasado, y hay una cuota de mucho autocontrol, las cosas se ponen picantes”, adelanta la actriz.
“Sí, creo que hacemos una exploración más profunda de todos esos temas”, añade Witherspoon. “En la primera temporada hablamos mucho del Me Too, y en esta exploramos justo el momento en el que llega la pandemia del Covid y estamos lidiando con un sistema racista, homofóbico y sexista, con nuevas figuras de poder, y con las relaciones que tenemos nosotras como mujeres dentro de los medios de comunicación”, explica Reese, quien pone en palabras esa búsqueda de un intercambio que le huya a lo maniqueo y que penetre directo en la profesión de Alex y Bradley.
“Lo importante para nosotros era no plantearnos las cosas en blanco o negro, ya que queremos escuchar las conversaciones que se dan a puerta cerrada, las conversaciones que la gente cree que no pueden darse o tenerse en voz alta porque los convertirían automáticamente en parias. La idea era ingresar en las zonas grises”, explica Witherspoon, quien es secundada por su partenaire. “Es que la gente aprecia cuando vas hacia un tema que suele ser tabú o cuando decís lo que no se suele decir o lo que no se puede pensar”, suma Aniston, quien también destaca el valor del periodismo en ese debate en el que se aspira a una heterogeneidad de discursos.
“Yo siento mucho respeto por el periodismo”, destaca Aniston. “Porque tener que digerir cada momento las noticias no es fácil. Nosotros tenemos la posibilidad de apagar la TV y decir: ‘bueno, necesito olvidarme y ver una película’, pero en el mundo periodístico están todo el tiempo conectados, sus teléfonos explotan, las noticias se multiplican. Debe ser muy difícil, especialmente ahora, no puedo ni imaginarlo”, reflexiona.
En su regreso, The Morning Show también muestra el impacto que tienen las redes sociales no solo a la hora de viralizar un hecho en cuestión de minutos sino en su contribución a la hora de construir o destruir. “Yo creo que el periodismo ha cambiado el rumbo desde hace cinco años para acá, con el emerger de las redes sociales y la sobreinformación, es muy difícil para la audiencia saber la verdad, todos estamos buscando la verdad, y ahora hay miles de verdades posibles, las noticias ya no son centralizadas por lo cual hay que tener un gran respeto por los periodistas, creo que es un trabajo de nunca acabar, importante, vital. Somos afortunados de vivir en los Estados Unidos, donde hay libertad de prensa, pero hay muchas cosas que vienen con eso, muchas veces tengo que parar y decir: ‘Espera, ¿eso es verdad?’. Es una conversación interesante”, apunta Reese.
En ese sentido, la cultura de la cancelación es enfocada en la segunda temporada con una mirada mucho más oscura en ciertas subtramas y con otra más exacerbada. Esta última tiene como protagonista a Yanko Flores (Néstor Carbonell), el meteorólogo de The Morning Show, quien utiliza ingenuamente una expresión que termina ofendiendo a una parte de la sociedad que busca su cancelación inmediata a través de Twitter. En diálogo con LA NACION, el exLost habló al respecto.
-La historia de Yanko vinculada a la cultura de la cancelación, el error que comete y todo lo que sucede a partir de eso es muy interesante. ¿Cuál es tu opinión al respecto? Porque él trata de aprender de sus errores...
Néstor Carbonell: -Es interesante, sí, estoy tan agradecido por esa historia que me dieron porque es un tema tan importante hoy en día y a la vez es algo peligroso. Es interesante que vos lo llames “error” porque yo no creo que Yanko lo vea como un error, no creo que entienda que lo dijo fue un error, no lo ve nunca de ese modo. Lo que le molesta más no es solo el hecho de que esté siendo cancelado por alguien anónimo en Twitter sino que la división de noticias le da la espalda, no lo apoya de ninguna forma, se siente muy solo y, sobre todo, incomprendido. Decidieron que él es alguien que no es y se siente incomprendido por eso, lo cual es muy común en los tiempos que estamos viviendo.
-Sí, incluso tu personaje quiere hacer algo que siente correcto, pero luego duda por miedo a la cancelación definitiva.
-Totalmente, eso habla de la complejidad de las relaciones de la serie. Yo amo cómo los guionistas exploran cada punto y aspecto de las dinámicas de los personajes y todas las aristas de los vínculos y creo que es por eso que tenemos una gran audiencia porque es refrescante ver que se animen a escribir sobre temas de los que todos estamos hablando.
Aniston también profundiza en cómo la serie muestra esa cultura de la cancelación y la posición que toma The Morning Show al respecto. “En nuestra cultura no ha habido un tiempo de cambio así de fuerte como el actual, creo que todos somos seres humanos conociéndonos y somos capaces de grandes cosas pero también de cosas terribles. Al mismo tiempo, ninguno de nosotros es solo eso feo que alguna vez hizo y nada más, y la serie trata de mostrar que con la cultura de la cancelación hay un costo humano también al momento de exiliar a alguien o de condenarlo, porque nadie es perfecto”, remarca la actriz.
Respecto de lo que más disfruta de su personaje asegura: “Lo que amo de ella es esa habilidad que tiene de ser profesional en un momento y de perder su cordura de manera descontrolada al momento siguiente. Ella es un péndulo, que se balancea en la cuerda floja. Lo disfruto, es divertido navegar y diseccionar eso”.
En tanto, Witherspoon alude a la vulnerabilidad de Bradley, que será uno de los grandes temas de la segunda temporada: “Está en un viaje de autodescubrimiento, de búsqueda de identidad, cuestionando los lugares de donde viene y su lugar en el mundo, esa fue una parte divertida de representar porque conozco a muchos que están en sus cuarentas y todavía están tratando de descubrir quiénes son porque verdaderamente no lo saben”.
Mark Duplass y el disfrute de trabajar con Aniston
El actor y realizador Mark Duplass, uno de los referentes del cine mumblecore, habló con LA NACION sobre la relación entre su personaje, Charlie “Chip” Black, y el de Alex, un vínculo que va mutando constantemente.
-¿Cómo describirías la relación entre Alex y Chip en general y particularmente en esta temporada?
Mark Duplass: -Es una relación muy complicada, creo que se tienen un profundo amor, pero hay años y años de resentimiento acumulado entre ellos. Al mismo tiempo, Chip - sin saberlo- tiene sentimientos románticos por Alex y está confundido en cuanto a eso y creo que los dos se necesitan profundamente y no quieren admitirlo, entonces están tratando de escapar el uno del otro, pero encontrándose en la posición de extrañarse. Es una de las relaciones más complejas que tuve el placer de interpretar en mi carrera.
-¿Por qué considerás que Chip siempre fue leal con Alex a pesar de las conductas reprochables que ella tuvo con él?
-Al inicio de la segunda temporada lo vemos a Chip tratando de vivir una vida más normal. Se mudó al norte de Nueva York y está trabajando en un pequeño canal de TV con horarios normales, tiene una buena novia que ciertamente lo trata mucho mejor que Alex y esa es una elección que hace muy inteligente. De todos modos, se siente atraído por su vida anterior, en parte por el trabajo y en parte, por Alex. Ellos comparten una historia tan profunda, pasaron por tantos traumas juntos, que puede ser realmente difícil separarse. Creo que la segunda temporada pone el foco en cómo Chip y Alex están tratando de encontrar la manera de descubrir si pueden tener algún tipo de relación sana o si van a tener que correrse de sus respectivas vidas definitivamente.
-Tenés muy buena química con Aniston, ¿improvisaron algunas escenas? Porque tienen secuencias de tragicomedia pura.
-Los guionistas de la serie son fantásticos, por lo cual no tenemos necesidad de improvisar en las escenas, pero Jen es una de las compañeras más divertidas para trabajar y a ella sí le gusta improvisar. En la mayoría de las escenas tenemos una cámara para ella y una para mí en caso de que si algo interesante sale pueda quedar registrado. Nos gusta sorprendernos y divertirnos con eso.
Julianna Margulies, la incorporación que sacudirá el avispero
Cuando la actriz de ER Emergencias y The Good Wife entra en escena en The Morning Show parece que hubiese sido inevitable su presencia en ese microcosmos. Margulies interpreta a la periodista Laura Peterson, una mujer aparentemente gélida que también es parte de la cadena UBA, y quien alterará las vidas de Alex y Bradley, en ocasiones sin proponérselo. La ganadora del Emmy le explicó a LA NACION cuán importante fue el haber trabajado a Laura desde afuera hacia adentro y aludió a lo valioso que es que su personaje represente a la comunidad LGBTQ.
-¿Mirabas la serie antes de que te convocaran? ¿Qué aspectos te atraían?
Julianna Margulies: -Sí, era una gran fanática, pero me enganché un poco más tarde que el resto de la gente porque no quería ver algo del Me Too, algo tan profundo y pesado, sentía que me iba a deprimir, ya habíamos tenido suficiente. Después de ver el primer capítulo, ya no podía parar y cuando me ofrecieron el papel de Laura fue una emoción porque además amo que sea una serie dirigida por mujeres en la que se puedan ver todos los puntos de vista, lo que es raro cuando tenés un elenco tan grande e importante. En este caso, cada personaje tuvo su lugar.
-¿Laura siempre estuvo pensada como una mujer que representa a la comunidad LGBTQ?
-Sí, siempre hubo una visión clara de quién era Laura, pero yo quería sumarle un background para poder aportar mi granito de arena en su construcción. Quería que se viera no demasiado dura, pero con el pelo hacia atrás, cruda, presente en el momento, que fuera una cara a la cual alguien no podría ocultarle su verdad. Incluso con la vestuarista discutimos sobre cómo la veíamos, con un estilo medio Katharine Hepburn. No es que ella esté escondiendo su cuerpo, muestra su cuerpo, pero de manera solapada, no es que sea una figura imponente, pero tenés que tomarla en serio, no vas a salirte con la tuya.
De cómo la pandemia cambió a The Morning Show
La serie estaba en pleno rodaje de la segunda temporada cuando debió interrumpirse por motivo del Covid-19. Por lo tanto, cuando el equipo volvió a reunirse en octubre del año pasado, se incorporó el coronavirus a la narrativa y muchos guiones se reescribieron en función de eso, al punto que Aniston y Witherspoon tenían sus propias “burbujas”, por lo cual no comparten tantas escenas como en la temporada previa. “Fue una filmación interesante porque estábamos con las primeras escenas cuando el Covid recién empezaba y tuvimos que suspender todo y después nuestro showrunner tuvo que reescribir algunos capítulos para incorporar el Covid dentro de la historia, entonces cuando volvimos al set, tuvimos que filmar dentro de una burbuja. Fue difícil al principio el sentirse libre y creativo mientras tenías que testearte. Además estábamos nerviosos por la posibilidad de enfermarnos, pero eventualmente se convirtió en nuestra nueva normalidad”, explica Duplass.
La serie recrea en tiempo real la pandemia, trabajo que Aniston asegura que se llevó a cabo “con una enorme responsabilidad”, con reuniones con un equipo de epidemiólogos, “estrictos protocolos” y con el desafío de revivir esas primeras etapas donde primaba el desconocimiento. “La idea era ser lo más honestos posibles al mostrar la pandemia porque justamente era lo que estábamos viviendo todos en esos momentos”, destaca y añade: “Fue todo un desafío, había muchas reglas alrededor pero las atravesamos, sobrevivimos y creo que hicimos una gran temporada”.
“Fue un poco como la frase ‘la vida es lo que te sucede mientras vos estás ocupado haciendo otros planes’”, suma Reese. “Todos estábamos muy metidos con nuestras propias peleas, nuestras propias preocupaciones, y de repente algo más grande que todos nosotros pasó en el mundo entero. Respecto al programa, en esta temporada nos tocó con Jen estar un poco separadas cada una con su narrativa. Yo trabajaba a la mañana y Jen a la tarde, pero cada vez que nos cruzábamos era obligatorio irnos a tomar un café”, cuenta.
Esa camaradería que finalmente logran construir Alex y Bradley se debe en un ciento por ciento a la dinámica entre sus actrices, por lo cual debieron, como Aniston misma lo revela, “escabullirse para ver cómo estaba la otra” para no perder esa conexión clave para la serie. “Tuvimos tiempo para trabajar juntas, pero no tanto como nos hubiera gustado, pero nos conocemos hace tanto tiempo y nos respetamos tanto, que eso ayudó”, destaca Aniston sobre esa complejidad que atravesó el proceso de escritura y filmación de la serie de Carson.
Como la exFriends lo anticipa, The Morning Show vuelve con la energía recargada, lista para abrir múltiples puertas como lo hizo hace dos años, con ese debate posterior tan inevitable como saludable. Hacer ruido, pero también escuchar voces que contribuyan a la pluralidad. Ese es el objetivo.
Cuándo y dónde verla. El primer episodio de la segunda temporada de The Morning Show ya está disponible en Apple TV+, y cada viernes se sumará un nuevo capítulo.
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