The Fix: una serie entre la realidad y la ficción
Escribe sobre lo que conoces. La frase, tan repetida, aparece pronto en la charla con Marcia Clark, creadora y guionista de The Fix, la serie que se estrena esta noche, a las 22, por AXN. De lo que sabe Clark es de cómo funciona el sistema judicial de Los Ángeles, del modo en que la ley y el mundo de las celebridades de Hollywood se cruzan a veces para alterar los resultados de la justicia. Eso lo experimentó en carne propia cuando fue la fiscal en el juicio del atleta y actor O.J. Simpson, acusado de asesinar a su exesposa Nicole Brown y su amigo Ron Goldman. Es bastante conocida la historia de lo que sucedió en aquel juicio que fue seguido con morboso interés en todo el mundo y en el que Simpson consiguió ser declarado inocente a pesar de las numerosas pruebas en su contra presentadas por la fiscal. A las crónicas de la época–1995–, se sumó en 2016 la miniserie American Crime Story: The People vs O.J. Simpson en la que Sarah Paulson encarnó a Clark, una interpretación que a la actriz le valió un premio Emmy a la mejor actriz de miniserie y a la exfiscal, una postergada reinvindicación pública. Lo que pocos saben es qué fue lo que sucedió con la fiscal después de aquel juicio en la que ella también fue juzgada por los medios.
En The Fix Clark plantea una versión posible de su historia a partir del personaje de Maya Travis (Robin Tunney), una fiscal de Los Ángeles que no logra una condena para un famoso actor negro acusado de matar a su exesposa y que años después de aquella frustración que la hizo dejar de ejercer el derecho, regresa para intentar corregir errores del pasado.
"Queríamos contar la historia desde el punto de vista de una mujer común. No existe la mujer que trabaje y no tenga que experimentar un espacio laboral que es manejado por los hombres y todas sabemos lo que eso significa. Maya Travis representa a todas las mujeres que saben lo que implica lidiar con los prejuicios y tener que superar las desventajas del sistema", dice Clark que en lugar de adjudicarle a su personaje deseos de venganza prefiere concentrarse en su búsqueda de justicia.
"El título de la serie, The Fix o el arreglo, se refiere a un concepto que significa diferentes cosas para diferentes personas. Para Maya, el arreglo implica poder enmendar el error del primer juicio y por fin conseguir justicia. Para el abogado defensor, el arreglo supone que su cliente está siendo engañado, que es víctima de una trampa por parte de la policía y los fiscales", explica la exfiscal que durante años se dedicó a escribir novelas de misterio siempre relacionadas con el universo de las leyes. Pero eso fue después de probar suerte en la TV.
"Hace 20 años empecé como consultora para una ficción sobre fiscales y luego comencé a escribir guiones y eso me llevó a las novelas y después volví a la TV cuando vendí los derechos de mis primeras novelas a TNT", explica a LA NACION Clark que se ríe cuando se le pide que señale los errores que suelen cometer las ficciones que transcurren en el mundo de los abogados.
"El error más usual es poner al abogado defensor a dar un discurso en medio del interrogatorio de un testigo. Eso no ocurre, no está permitido. En muchas series el defensor le dice cosas al testigo del estilo: «Entonces usted me está diciendo que pasó tal o cuál cosa...» y siguen hablando y hablando, pero no hay ninguna pregunta. Eso no se puede hacer. Tenés que hacer preguntas y dejar que el testigo las conteste. Eso pasa mucho en las ficciones. O en realidad pasaba mucho porque debo decir que en los últimos años los guiones se volvieron mucho más precisos, realistas y verosímiles en relación con el funcionamiento de un juicio. Los espectadores se volvieron mucho más sofisticados con esas cosas. El público ahora vio tantos de estos programas que sabe cómo tienen que ser. Si ves una serie legal hecha hace 20 años no te queda otra que reírte porque se tomaban grandes licencias poéticas con el sistema legal. La gente es inteligente y ve juicios todo el tiempo en TV, de hecho, el canal Court TV los emite 24 horas al día así que ya no se puede manipular tanto los procedimientos en favor de la ficción", explica Clark que tiene su propia teoría sobre el perenne atractivo de los dramas legales.
"Lo cierto es que siempre existieron ese tipo de ficciones y si ahora hay más que nunca es porque también hay más canales que nunca antes pero en general creo que la razón de la fascinación con la ley y en particular con el derecho penal es que ese tipo de juicio propone escenarios muy intensos. La corte es un lugar extremadamente dramático dónde la vida de alguien está en juego, las apuestas no podrían ser más altas. Esa situación tan límite se combina con el gran interrogante de por qué la gente hace lo que hace y aun cuando un fiscal no tiene la obligación de probar el motivo de los actos de quién está siendo juzgado, todo el mundo quiere saber. ¿Cómo lo hizo, por qué lo hizo? Es un interés que nunca pasa de moda", afirma convencida la exfiscal, actual abogada defensora, novelista y guionista que ahora suma una versión de su propia historia a la variada oferta de series que relatan lo complicada y al mismo tiempo entretenida que puede ser la búsqueda de la justicia.
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