La miniserie de Brian Koppelman y David Levien, que llega hoy a Paramount+, es un retrato mordaz del ascenso y caída del CEO de Uber, Travis Kalanick; LA NACION habló con sus protagonistas, Joseph Jordon-Levitt, Kyle Chandler y Uma Thurman
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Una pregunta breve, directa y pertubadora es la que elige Travis Kalanick, CEO de Uber, para hacerle a un joven que va a sus oficinas en San Francisco para una entrevista de trabajo. “Are you an asshole?” [”¿Sos un cabrón?”] quiere saber el empresario que en 2009 lanzó, junto a su cofundador Garrett Camp, esa compañía con la que buscaba comerse el mundo de los negocios y reestructurar la forma en la que se pensaba el transporte. El joven que está delante suyo se muestra dubitativo. Si responde afirmativamente podría estar arruinando su única posibilidad de trabajar en ese lugar; si no se reconoce como un cabrón, podría pasarle exactamente lo mismo. Las cartas están echadas y, al observar el contexto y el feroz approach de Kalanick, sabe bien qué decir y a los segundos escucha las dos palabras mágicas: “Estás contratado”. Por ser un asshole.
Así comienza Super Pumped: La batalla por Uber, la flamante miniserie antológica basada en el libro de Mike Isaac, y creada por Brian Koppelman y David Levien -los showrunners de Billions-, que ya se encuentra disponible en Paramount+, con Joseph Gordon-Levitt como Kalanick, Kyle Chandler como el inversor primigenio de Uber, Bill Gurley de Benchmark, y Uma Thurman como la autora Arianna Huffington, quien se une a la junta directiva cuando Kalanick necesitaba una mano derecha. La ficción se suma a la larga lista de producciones focalizadas en emprendedores y/o empresarios que, desde sus respectivos lugares, sea Silicon Valley o San Francisco (epicentro de Uber en sus inicios), buscan hacer su propia revolución para luego descender rápidamente, como vimos en The Dropout (Star+) y en WeCrashed (Apple TV+).
Lo que diferencia a Super Pumped del resto de los exponentes es su mirada cínica del universo en el que se planta, y su firme toma de posición ante los actos más abyectos que llevaba a cabo Kalanick y gran parte de su equipo para mantener a Uber a flote, impulsados por la presión de la competencia, las protestas de los taxistas, las quejas de los usuarios, los reclamos de sus trabajadores (a los que Kalanick consideraba sagrados pero sin tratarlos en sintonía con ese pensamiento) y las múltiples denuncias de acoso sexual de las mujeres que formaban parte de un staff predominantemente masculino. “Brian y David están enamorados de las palabras”, dice Joseph Gordon-Levitt en una entrevista con LA NACION y otros medios, a propósito del estreno de una serie que tiene como narrador ocasional a un hilarante Quentin Tarantino, fanático confeso de Billions.
El actor no se equivoca con su apreciación. En Super Pumped muchas veces los riesgos visuales quedan supeditados a los monólogos veloces de Kalanick y los intercambios que el CEO tiene con sus inversores, todos ellos plagados de referencias a la cultura pop -quizá demasiadas- y analogías rimbombantes con figuras como Steve Jobs y Mark Zuckerberg (Super Pumped tendrá una segunda temporada centrada en Facebook), los modelos a seguir de ese empresario californiano que creía que su actitud punk lo iba a llevar a lo más alto.
Esa arrogancia, que el personaje de Gurley intenta aplacar con la sabiduría que le dio la experiencia, se terminó convirtiendo en el talón de Aquiles de Travis, ese hombre que se quería llevar todo puesto a su paso quebrando las reglas, invadiendo la privacidad del usuario, arriesgando sus negocios con Apple, y desafiando nada menos que a Google, que también tenía “una silla en la mesa”. Kalanick fue forzado a renunciar en 2017 para que la empresa se salve.
Instinto animal
Super Pumped se conecta, a lo largo de sus siete episodios, con dos películas: Red social de David Fincher, y El lobo de Wall Street de Martin Scorsese, dos influencias que los showrunners no disfrazan sino que parecen asimilar con orgullo, a pesar de que el guion no es tan afilado como los de Aaron Sorkin y Terence Winter. Sin embargo, cuando logra encontrar su estilo propio, se vuelve un fascinante estudio de cómo la caída en desgracia de una figura tan sagaz puede volverse inevitable. En cierto punto, es como saber que un accidente está a punto de suceder y no poder apartar la mirada. Hay algo de morbo en la contemplación de ese derrotero.
“Creo que todos disfrutamos ver estas historias de brillo y ocaso”, asegura Gordon-Levitt, quien brinda una comprometida interpretación en la serie. “Tenemos una parte de instinto animal y después está la lógica, la razón, esa es la condición humana, es una especie de batalla entre esas dos partes, y Travis es un ejemplo de eso, una persona fascinante de observar, es alguien que tiene tan presente lo primario, que se guía por el lema ‘toma lo que quieras’, que busca siempre ganar a toda costa y nada más le importa. Creo que esa es una urgencia que todos tenemos, solo que en distintos grados, de lo contrario la civilización ya se hubiese extinguido”, expresa el actor, quien a través de su interpretación busca huir de lo maniqueo y mostrar “cuán inspirador, convicente y encantador podía ser Travis”, y a la vez no enmascarar su costado despreciable.
"Travis Kalanick es una persona fascinante de observar, es alguien que tiene tan presente lo primario, que se guía por el lema ‘toma lo que quieras’, que busca siempre ganar a toda costa y nada más le importa"
Joseph Gordon-Levitt
Koppelman y Levien concibieron una bioserie extremadamente ágil, que se evapora en un abrir y cerrar de ojos, con una sorprendente habilidad para cubrir todos los momentos clave de Uber, desde las estrategias para conseguir la inversión de Google hasta las fallas en el plan de brindar un servicio demasiado cómodo para el cliente. Tan cómodo que no era más que una quimera.
“Es una serie entretenida, con fuegos artificiales y personajes que amamos odiar, pero que también se hace preguntas que invitan a una conversación que deberíamos tener”, explica su protagonista. “¿Vamos a inspirar a los espectadores a tener estos malos comportamientos? ¿Acaso Buenos Muchachos inspiró a los criminales? ¿El Lobo de Wall Street llevó a la gente a ser artistas de la estafa? Creo que, en última instancia, es mejor retratar el mal comportamiento mientras además se muestren las consecuencias del mismo, y esta ficción siempre estuvo muy comprometida en exponer por qué se produjo la caída de Travis y en poner en evidencia cómo tomó las leyes para evadirlas a gran escala al crear softwares para lograrlo. Super Pumped es una historia criminal”, remarca el actor que está acostumbrado a interpretar personajes reales, como Edward Snowden y Philippe Petit, solo que aquí el desafío, aclara, fue mayor.
“Brian y David son, antes que nada, grandes escritores, y conocen mucho de cine, música, y muchas otras cosas, pero simplemente aman las buenas palabras. Como actor, eso es un placer, porque en cine o en TV muchas veces no se pone énfasis en la escritura, se empieza con lo visual, pero no muchos directores están tan enamorados del lenguaje, y ellos claramente sí. En las dos primeras páginas que leí del guion cuando me lo mandaron dije: ‘Oh, esto va a ser divertido’, pero a la vez los monólogos eran larguísimos”, recuerda Gordon-Levitt. “Para mí este rol fue muy desafiante, me escribieron muchas palabras para decir todos los días y yo les decía: ‘Bueno, acá hay un montón de cosas’; tenía que encontrar la forma de decirlas, el ritmo, la velocidad, ya que eso es en parte lo que lo hace interesante al personaje, y lo que hice con 3rd Rock from the Sun me preparó muchísimo para esta clase de ejercicio tan veloz”, ratifica el actor.
"La gente va a quedar en shock luego de ver la serie y todas las cosas que pudo haber ignorado sobre Uber"
Kyle Chandler
Por su parte, Kyle Chandler, uno de los mejores actores de su generación que, curiosamente, tiene un papel fundamental en El lobo de Wall Street, también hace referencia sobre el temor que sintió al interpretar a Bill Gurley: “Es una persona que vive, y eso genera temor a la hora de personificarlo, pero siempre tuve una idea muy clara sobre quién fue y sobre quién es. Lo escuché mucho hablar acerca de cómo construyó sus negocios y su reputación en el ambiente empresarial y pude armarme una imagen, especialmente cuando lo contrastaba con Travis”.
En efecto, Gurley ocasionalmente funciona como “la voz de la razón” ante las utopías de un sujeto indomable. “Lo que este chico Kalanick hizo pudo haber sido por ignorancia, ambición, sociopatía, no sé todavía... Pero mi personaje siempre se está preguntando el porqué de sus acciones, si en el fondo había muy buenas ideas, Gurley no entiende por qué hace mal las cosas, y cuando se junta con Kalanick parece el comienzo de un western, con una música similar. Con esta serie la gente va a quedar en shock luego de ver todas las cosas que pudo haber ignorado sobre Uber, como fue mi caso”, señala.
El backstage de Uber, bajo la lupa
Así como Chandler asegura que aprendió mucho sobre el trasfondo de Uber al leer el guion de Super Pumped, Uma Thurman atravesó un proceso similar. “Yo aprendí que el mundo de la tecnología tiene cosas de mafia callejera en la que todo es muy dramático. Yo tenía una visión más limpia e intelectual, y esa intensidad y lucha de poderes fue lo que me más sorprendió. Al interpretar a Arianna también aprendí cuanto más sospechoso se vuelve el contratar a mujeres para estos lugares donde mandan los hombres, y sentí que tenía cierta responsabilidad de estar del lado de mi personaje, porque creo que toda mujer fuerte, brillante e inteligente siempre es vista como una manipuladora, pero si un hombre hace lo mismo es un gran estratega. Cuando una mujer está en esa misma posición, siempre se va a poner más en duda su accionar. Fue por eso que me tomé muy en serio el interpretar a una mujer de negocios que se mueve en ese universo”, expresa la actriz en diálogo con LA NACION.
El ver el backstage de la iteración de Uber puso en alerta a sus tres protagonistas. “Primero me sentí maravillada por lo enorme que era todo, pero desde un lugar de absoluta ignorancia”, confiesa Thurman. “Uno está consumido por la tecnología, es asombrosa pero al mismo tiempo da mucho miedo, y creo que Super Pumped da en el blanco porque nos presenta a una empresa que supone una mejoría para nuestras vidas que en simultáneo no se preocupa por la privacidad. Creo que todos somos dependientes de lo nuevo, pero me parece que debemos indagar un poco más sobre lo que consumimos”, remarca. Por su parte, Gordon-Levitt se hizo los mismos cuestionamientos.
“Las innovaciones tienen su costado bueno y su costado malo, especialmente las drásticas, las de rápido crecimiento. En cuanto a Uber, va quebrando las leyes de protección del consumidor, y eso nos obliga a ver en profundidad a otras empresas similares, a investigar en dónde ponen sus ganancias. Al final del día, no se trata solo de Uber, que es apenas una parte de un sistema mucho más grande que prioriza el dinero, un sistema que deberíamos estar observando de cerca”, apunta el actor. Chandler, en su caso, destaca el valor del libro homónimo de Mike Isaac en el que se basa la serie.
“Gracias a Dios apareció alguien como Mike que sacó a la superficie la historia a través del periodismo de investigación, porque es realmente importante saber sobre esto. Es decir, estos tipos estaban escuchando conversaciones mientras estaban sentados en sus casas o en sus oficinas, esto fue años atrás y nadie se enteró y todos pensaban que estaba bien. Entonces, espero que esta serie sea importante para la gente, que no solo entretenga sino que despierte curiosidad, que los haga investigar como a nosotros”, anhela el ganador del Emmy.
"Vivimos consumidos por la tecnología, es asombrosa pero al mismo tiempo da mucho miedo, y creo que Super Pumped da en el blanco porque nos presenta a una empresa que supone una mejoría para nuestras vidas que en simultáneo no se preocupa por la privacidad"
Uma Thurman
A través de un intenso -y extenso- monólogo a cámara del Travis Kalanick que compone Gordon-Levitt, Super Pumped se propone hacer precisamente lo que aspira Chandler desde su rol en en el ensamble: cuestionar hasta qué punto la empresa de su exCEO resultó lo suficientemente cómoda como para que la gente inmersa en el trajín cotidiano no quisiera rascar la superficie, postura que el actor considera que habría que rever. “Deberíamos preguntarnos por qué las compañías no buscan el bien de todos, el bien para nuestro futuro”, dice el protagonista de la serie.
“No creo que la respuesta sea que nadie decide, que hay que dejarlo todo librado al caos, porque después lo que conseguís es esta especie de misantropía”, expresa Gordon-Levitt y añade: “Hay compañías inútiles que están tirando nuestro mundo por un barranco, y arreglar eso es lo más difícil, aunque hablemos sobre las democracias en riesgo o sobre el cambio climático, lo primero que deberíamos preguntarnos es por qué el dinero siempre es lo más importante”.
Dónde verla. Super Pumped: La batalla por Uber se encuentra disponible, a partir de este jueves, en Paramount+.
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