Servant: M. Night Shyamalan llega a Apple TV+ con una aterradora e impredecible serie

Servant (Estados Unidos, 2019). Creada por: Tony Basgallop. Dirección: M. Night Shyamalan, Daniel Sackheim. Guion: Tony Basgallop. Elenco: Lauren Ambrose, Toby Kebbell, Rupert Grint, Nell Tiger Free. Disponible en: Apple TV+ . Nuestra opinión: muy buena.

En el primer episodio de Servant –la flamante serie de Apple TV+ producida por M. Night Shyamalan – varios elementos narrativos parecen desarrollarse sin originalidad, como meros refritos de otras producciones. Una enigmática joven llamada Leanne (Nell Tiger Free) llega a la casa de una familia acomodada compuesta por Dorothy (Lauren Ambrose) y Sean Turner (Toby Kebbell) y su pequeño bebé, Jericho. Leanne está allí para ayudar con el pequeño y también para ocuparse de otros "deberes y responsabilidades" del hogar. Su sola presencia ya es inquietante, desde su modo de responder casi siempre monosilábico, hasta la forma en la que camina por ese nuevo contexto al que deberá adaptarse. Nuestra atención, al menos en el inicio, se deposita indefectiblemente sobre ella y su ominosa conducta.

Finalmente, llegamos a la mitad del capítulo (dirigido con maestría por un Shyamalan al que se lo percibe con un deseo de volver a esa perfecta combinación de humor y thriller psicológico que fue Los huéspedes) cuando todo aquello que parecía un cliché desemboca en un twist brutal e hilarante. Lejos de entrar en spoilers, solo revelaremos la única vuelta de tuerca que Servant presentó en su adelanto: ese niño al que deberá cuidar Leanne no es real. Los Turner tienen un muñeco que le sirve a Dorothy para combatir el brote psicótico que sufrió al ver morir a su niño, y se apoya fuertemente en ese objeto inanimado para poder lidiar con el trauma, a pesar de la negativa de su marido. Tony Basgallop, showrunner de la serie, sabe que gran parte de su audiencia ha visto muchos exponentes del género, y es por eso que el giro narrativo que nos remite indefectiblemente al film The Boy (donde también una niñera debe cuidar de un muñeco) tampoco es lo que parece.

En los primeros tres episodios que lanzó Apple TV+ -habrá uno nuevo cada viernes, y una segunda temporada confirmada- está latente ese anhelo creativo de ofrecer algo distinto partiendo de un terreno familiar. Por ese motivo, cuando Servant mejor funciona es cuando se mueve en la incomodad, en la construcción de escenas que, en apariencia, no cumplen ningún propósito, para después patear el tablero . Ese ingenio de Basgallop, Shyamalan y compañía no salpica el producto con soberbia. Por el contrario, subyace un respeto por el espectador que obliga a los creadores a subir la vara con el correr de los minutos.

Por lo tanto, cuando descubrimos guiños a El proyecto Blair Witch o a la ya mencionada The Boy, no resulta desacertado pensar que están allí para desviar nuestra atención de lo que yace en un segundo o tercer plano. En este sentido, el rol de Lauren Ambrose (perfectamente camp) es lo que la serie necesita para alimentar su naturaleza impredecible: es una mujer desequilibrada, una mujer en duelo, pero también algo más. Lo mismo ocurre con su hermano Julian (Rupert Grint, una verdadera sorpresa), quien seguramente sea mucho más que el arrogante yuppie que se nos presenta de entrada.

Con un diseño de producción excelente, y una duración justa (sus capítulos no superan la media hora), Servant mantiene la atención porque nos pide que estemos inmersos en ese inquietante escenario –la casa de los Turner es prácticamente el único espacio donde se desarrolla la acción–, pero que también seamos cautelosos a la hora de sacar conclusiones. De esta forma, hay lugar para giros perversos, humor negro, vueltas de tuerca dentro de otras vueltas de tuerca, y una intención de "rizar el rizo" que responde a esa bienvenida búsqueda de originalidad.

Dónde y cuándo verla.

Conforme a los criterios de

Conocé más

¿Cómo me irá en el trabajo? Ahora el distópico futuro laboral se mira por TV

Para pocos. George Clooney y Brad Pitt vuelven a desplegar su carisma en una comedia de suspenso que merecía verse en cines

"Era fascinante, erótico y muy seguro de sí mismo". Odiaba a su papel más famoso, y se vio condenado por el éxito a repetirlo hasta el ridículo