Series que no nos dejan dormir... ¡y otras que nos dan un sueño placentero!

Vamos, seamos sinceros, pudo ser muy entretenido y de altísimo impacto el final de la sexta temporada de The Walking Dead emitido el domingo pasado por la noche, pero ¿qué seguidor de la serie más popular del momento pudo conciliar el sueño luego? ¿Cómo calmar el alto ritmo de las pulsaciones frente a las acciones del despiadado Negan y la (mala) suerte de nuestros héroes? No es la mejor manera de cerrar el día que nos enfrenta al inicio de la semana laboral.

En el universo de las series y su altísima oferta de títulos, las opciones no se limitan solo a elegir qué programa ver si no también en qué momento verlo. No parece aconsejable cerrar el día con las fuertes escenas de Game of Thrones y la muerte de algún personaje muy querido o con los últimos capítulos de Breaking Bad. La adrenalina pos conclusión del episodio suele ser muy alta y, muchas veces, un caldo de cultivo muy apropiado para el insomnio. Elegir el momento exacto para mirar nuestras series favoritas puede significar todo una estrategia, un complejo armado de horarios y posibilidades para no perder pisada a las andanzas de nuestros héroes favoritos.

Series que nos distienden y nos dejan una sonrisa

Un capítulo de Silicon Valley, la comedia de HBO, es una buena elección para ver desde la cama al final del día. No solo es una excelente serie sino que su propuesta de mirada inteligente del despiadado mundo del desarrollo tecnológico retratada en personajes queribles la convierten en un producto muy disfrutable.

Encontrar un episodio clásico de Seinfeld en el zapping del cable antes de dormirse suele ser lo ideal. Sin ir más lejos, puedo recomendarlo por experiencia personal: desde hace años tengo como rutina cerrar el día con algún capítulo de la serie, alguno elegido entre las ocho cajas de dvds que contienen sus nueve temporadas. Por mal que hayan salido las cosas el día en cuestión, cualquier genialidad de Seinfeld puede dar vuelta el ánimo.

Por razones obvias, las comedias resultan más lucrativas para el espíritu cansado del final del día, pero no todo se reduce a ese género. Varios episodios de la imprescindible Los Soprano o de la excelsa Fargo, con sus correspondientes dosis de violencia y humor negro, pueden resultar un aperitivo interesante previo al relax, siempre y cuando no sean esos capítulos clave que generan taquicardia al finalizar.

¿Y qué decir de las series de aventuras superheroicas? Más allá del género y su público de culto, series con personajes tan adorables como The Flash o Agents of SHIELD privilegian el entretenimiento clásico con historias muy interesantes y acción muy inteligente (luchas coreografiadas, referencias populares). Otro punto para los productos ideales para consumir con la almohada levantada.

Y también están esas series populares que transitan el camino del episodio "unitario" sin ahondar demasiado en la continuidad: Law & Order en todas sus variantes, con sus guiones esquemáticos y efectivos, la franquicia CSI, Criminal Minds o la acción con humor de Castle son opciones más que interesantes para cerrar la jornada. Ningún cliffhanger, ningún "continuará" con el que quedarse desvelado: a cerrar cada caso y a otra cosa.

Pero, si uno quiere concluir el día con un producto premium, nada mejor que enfrascarse en esa mezcla culebrón y drama de época que es Downton Abby. Nos regalaron seis temporadas maravillosas para ver y rever antes de dar por finalizadas las actividades de todos los días.

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