Series: jóvenes millenials, dentro y fuera de la pantalla

Son el remate del chiste. El objeto de burla rápida a veces ingeniosa y otras no tanto en muchas series que los miran con recelo. Pero también son los protagonistas de muchas otras que buscan explorar con un poco más de delicadeza en la experiencia de los millennials. De ellos se trata, de las personas nacidas entre 1981 y 1995, una categoría que puede sonar arbitraria pero que se explica por un consumo cultural bastante específico y una serie de costumbres y actitudes entre superadas e infantilmente ingenuas.

Cualquier nueva serie que se precie de reflejar más o menos fielmente el mundo actual cuenta con algún personaje o situaciones que hacen referencia a ese grupo etario y cultural que algunos creen que sufren de un contagioso síndrome que los hace sacarse selfies constantemente y compartir las imágenes en todos las redes sociales disponibles. Otros muestran, como la prodigiosa Please LikeMe o la menos conocida pero muy valiosa Chewing Gum (ambas disponibles e imperdibles en Netflix) que los millennials que son algo más que las sumas de sus Instagrams.

Search Party. Brunch, tragos de autor, desconcierto frente al mundo y un estado de animo que se parece bastante a la depresión. Todo eso lleva sobre sus espaldas y Dory, la protagonista de esta brillante comedia que es también un policial y una profundo retrato de época. Jóvenes graduados universitarios deben enfrentarse al mundo real y como el impacto es demasiado fuerte, la chica interpretada por Alia Shawkat (Arrested Development) y su grupo de amigos prefieren enfocarse en el caso de una conocida que resulta que desapareció sin rastro. La investigación, sus avances y tropíezos aportan humor, bastante oscuridad y cierta desesperanza a una tribu capaz de mucho menos de crecer. (los lunes a las 23, por TBS).

Girls. Decana de las series millennials, la creación de Lena Dunham está llegando a su fin con una temporada que no deja de presentar episodios inolvidables. Con tres capítulos antes de la gran despedida todavía queda por despejarse la duda que recorrió las seis temporadas de la ficción: ¿serán capaces Hannah (Dunham), Marnie (Allison Williams), Jessa (Jemima Kirke) y Shoshanna de convertirse en adultas funcionales? Y si lo hacen, ¿dejarán atrás sus modos de hipsters irónicas? En una serie que se esforzó por derribar estereotipos sin renegar de la posibilidad de burlarse de ellos, todo puede ocurrir. Hasta que un día Hannah deje de opinar sobre todo, todo el tiempo, con conocimiento o sin él. (los lunes a la medianoche, por HBO)

Master of None. Una de las más brillantes exponentes de las series millennials–o las de cualquier tipo, en realidad–, esta comedia creada y protagonizada por Aziz Ansari (Parks & Recreation) se toma el tiempo para desarrollar la grieta generacional entre padres inmigrantes y sus hijos nativos no sólo en el mundo digital sino en su país sin descuidar la mirada sobre las costumbres gourmet de los jóvenes actuales que pueden pasar horas investigando aplicaciones para encontrar el mejor burrito de su barrio y que conscientes de la discriminación que ellos mismos sufren no pueden creer que otras minorías, como las mujeres, estén en el mismo complicado bote. La corrección política y su reverso en diez notables episodios a los que pronto se sumarán otros díez cuando Netflix estrene la segunda temporada de la serie que se llevó un Emmy por sus guiones. (la primera temporada ya está disponible en Netflix)

Insecure. Sin Girls probablemente no existiría esta comedia que sin grandes pretensiones pero con mucha profundidad pone la lupa en la vida de Issa (Issa Rae), una joven mujer negra y profesional que aun en su singularidad representa a muchas otras mujeres de su edad. Confundida y algo perdida con respecto a su carrera y su vida amorosa, Issa se debate entre las fantasías adolescentes y su realidad como graduada universitaria que pensó que ser adulta era algo más de lo que tiene. Algo similar a lo que le ocurre a su mejor amiga Molly, exitosa en su trabajo pero cansada de las citas online y las decepciones en vivo. Feminismo, humor y amistad sin bajada de línea. (La segunda temporada llega en julio a HBO).

Crazy Ex Girlfriend. El mundo de fantasía en el que vive Rachel Bloom y con ella todos los que seguimos sus aventuras y desventuras en Crazy Ex Girlfriend no admite demasiadas clasificaciones sociológicas o encasillamientos. Disparatada y más neurótica que lo visto antes en una serie televisiva, la protagonista de esta comedia musical, romántica y lisérgica es demasiado peculiar para clasificarla como millennial, aunque su edad así lo indique y sin embargo la ficción si se ocupa de insertar pequeños guiños sobre el grupo. Un artesano de pelo largo y modos lánguidos que hace sus propias velas, una especialista en diseño de cejas y un barista más exigente y atildado que un profesor universitario existen en el mundo de Rachel aunque ella rara vez registre algo más que sus propias necesidades y deseos. Una millennial, después de todo. (Primera y segunda temporada disponibles en Netflix)

Silicon Valley. Tiernos, ingenuos, extremadamente inteligentes e inocentes en la misma medida, los protagonistas de esta serie viven más en el mundo digital que en el real. En el primero son reyes y emperadores, líderes de la manada, mientras que en el segundo ni siquiera consiguen decidir su propio destino. Si una de las características de su generación es el egocenctrismo, esa manía de creerse el centro del mundo, Richard y los suyos no están exentos de esa afección. Y aunque a veces vislumbremos cierto interés por algo más que ellos mismos o sus computadoras lo cierto es que se trata apenas de un segundo de distracción y de vuelta a los teclados. (la nueva temporada de la comedia llega el 23 de abril, por HBO)

Broad City. Ilana y Abby son amigas, tienen veintipico y podrían disputarle a la Hannah de Girls el título de personajes más ególatras de la ficción actual. Centradas en sí mísmas y en las pequeñas tragedias de su ociosa vida cotidiana, el dúo parece existir en su propia burbuja de desprecio a la autoridad, caprichos y decisiones sin sentido. La combinación resulta en una comedia abrasiva, absurda y siempre graciosa. (Comedy Central, los sábados, a las 22).

Love. Mickey (Gillian Jacobs) y Gus (Paul Rust) son dos peculiares amantes. Ella repleta de adicciones y siempre al borde del brote y él encerrado en el laberinto de sus propias manías y torpezas. Juntos son lo contrario de una pareja feliz y sin embargo algo en el vínculo del par que no pueden salir de sus narcisismo y desconexión con el mundo funciona. Con la abulia típica de la generación a la que pertenecen, Mickey y Gus circulan por Los Ángeles muñidos de Instagram, incontables referencias cinematográficas y coches de Uber. (Dos temporadas disponibles en Netflix)

Atlanta. Una de las series más destacadas del año pasado, esta comedia creada y protagonizada por el talentoso Donald Glover, tal vez uno de los actores jóvenes con mejores perspectivas de los últimos tiempos. Claro que además de guionista, productor y actor, Glover también es rapero y por eso su retrato de ese mundo, de los conflictos, los abusos y las esperanzas de los hombres de su generación intentando salir adelante en la industria de la música resulta tan atrapante como instructivo. Un inteligente pero poco motivado joven descubre que su primo podría ser la nueva sensación del rap. Crisis existenciales, marihuana y música, casi un tratado del universo millennial.

Dear White People. Anunciada para el 28 de abril en Netflix, esta nueva serie está basada en la película del mismo nombre que causó furor en el festival de cine de Sundance hace dos años. Centrado en la vida de un grupo de estudiantes universitarios negros que asisten a un centro académico eminentemente blanco la ficción trata con humor muchas de las preocupaciones de los jóvenes en esta era supuestamente posracial.

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