El artista radicado en España conversó con LA NACIÓN sobre los desafíos de encarnar a Martín Zorreguieta; la producción sobre la vida de Máxima estará disponible en la Argentina en agosto en la plataforma Max
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Corría el año 1999 y Máxima Zorreguieta disfrutaba de la Feria de Sevilla cuando conoció, por medio de una amiga en común, al príncipe heredero neerlandés y su vida dio un giro inesperado. Ese primer flechazo en España fue el inicio de un romance que convertiría a Máxima en la segunda latinoamericana reina consorte de un país europeo. También fue el puntapié de Máxima, la serie que explora los primeros pasos de la Reina de Países Bajos y los desafíos que atravesó en su nuevo rol como miembro de la realeza.
La producción, basada en el libro de la periodista neerlandesa Marcia Luyten, Máxima Zorreguieta. Madre Patria, consta de seis episodios de 50 minutos cada uno, que retratan a Máxima en su camino a la adultez y en los vaivenes que sorteó a lo largo de los años. Con un equipo pluricultural y el protagónico de Delfina Chaves, los directores decidieron convocar a actores argentinos para representar a la familia de la reina. Santiago Botto, el encargado de interpretar a Martín Zorreguieta, el hermano de Máxima, conversó con LA NACIÓN y reveló detalles del rodaje de la primera temporada de la serie, que el público latinoamericano podrá ver en agosto por Max.
El desafío de interpretar a Martín “El Zorro” Zorreguieta
Martín Zorreguieta es, quizás, el más popular de los hermanos de Máxima, Y esto gracias a su reconocido restaurante Tinto Bistró, ubicado en Villa La Angostura. Máxima es tan sólo un año mayor que Martín y ambos siempre se mantuvieron muy unidos.
En la ficción, Botto encarna a “El Zorro”, como lo llaman sus amigos, en dos momentos clave del camino hacia la madurez de la reina: mientras ella era una estudiante universitaria y en los inicios de su relación con el príncipe. “Martín aparece en los momentos de gran transformación de su hermana. La acompaña en sus decisiones más importantes. Se criaron juntos y como son muy cercanos en edad siempre se apoyaron mucho”, aseguró Botto en relación al profundo vínculo que une a los hermanos.
—¿Cuál fue el desafío más grande de interpretar al hermano de Máxima?
—Uno como actor construye al personaje desde la ficción, pero cuando te toca representar a una persona que existe en la vida real, pensás el doble sobre cómo habrán sido los detalles de lo vivido. Tratás realmente de conectar con lo que vivió esa persona. Con Martín sentí una conexión desde el primer momento. Enseguida capté su esencia: con sólo observar su manera de vivir ya me di cuenta que es un hombre sencillo y un amante de la naturaleza. Es fanático de la pesca, le gusta mucho andar en moto y viajó mucho por Latinoamérica en moto. El sólo hecho de que haya decidido instalarse en el sur argentino ya devela que es alguien que vive su vida con cinco revoluciones menos y eso se nota, por ejemplo, en su forma de hablar.
—¿Pudiste conversar con Martín Zorreguieta o con otros miembros de la familia de Máxima para construir tu personaje?
—Me hubiese encantado, pero no. Hice mi propia investigación y encontré muchos puntos en común con él. Es un tipo al que le gusta estar tranquilo con sus amigos, tomarse un vino. Es fanático de la música, tuvo una banda de rock que se llamaba Papas Bravas e incluso fue actor hasta los 22 años. Además, somos del mismo barrio, de Recoleta. Salvando los años de diferencia, lo cierto es que caminamos las mismas calles y podríamos perfectamente haber sido amigos.
Las escenas y el vínculo con Máxima
Máxima y Martín comparten la misma pasión por Villa La Angostura, donde la familia real compró una casa hace años. Guillermo Alejandro y Máxima suelen tomarse unos días al año para viajar allí junto a sus tres hijas y disfrutar de distintas actividades invernales en familia.
—¿Cómo se representa el vínculo entre Martín y Máxima en la serie?
—Ellos son muy unidos y con Delfina Chaves nos enfocamos mucho en generar un vínculo genuino de hermanos. Ella es muy profesional y estuvo muy comprometida con el proyecto, así que trabajamos mucho en equipo para construir escenas potentes que pudieran mostrar cómo va cambiando la relación entre ellos a lo largo de la vida. Martín a Máxima siempre la anima. Los dos hermanos comparten momentos de mucha profundidad. Antes de que Máxima se case hay una etapa muy intensa para ella que tiene que ver con el caos que le significó lidiar con la prensa y que la hace tener distintas idas y vueltas con Guillermo y con su familia; en todos esos momentos la contención que Martín le da a su hermana es importante.
Un rodaje pluricultural
Las locaciones de la serie fueron recreadas en su mayoría en distintos puntos de Europa: las escenas que se ubican en Buenos Aires fueron rodadas en Madrid y las que retratan a Las Escobas, la finca de 400 hectáreas propiedad de la primera esposa del padre de Máxima, la filósofa Marta López Gil, en Segovia. El equipo de directores compuesto por las neerlandesas Saskia Diesing, Roxanne Stam y Joosje Duk y por el español Iván López Núñez le aportó diversas y ricas perspectivas a una producción multicultural que contó con personas de Países Bajos, España y Argentina tanto delante como detrás de cámara.
Botto, que tiene 34 años y hace dos vive en Barcelona, se muestra entusiasmado con el proyecto. “Quedé encantado con el proceso. El equipo fue muy diverso y siempre reinó la buena onda. Fue toda una sorpresa que buscaran caras nuevas para una producción de esta magnitud”, relató el actor.
—¿Cómo se vivió la experiencia de rodar en un set pluricultural con personas que hablan distintos idiomas?
—En términos generales se hablaba en inglés para que nos pudiéramos entender todos. En las escenas que interpretamos como familia hablábamos en “argentino” y tuvimos mucha libertad creativa: nos habilitaron a improvisar y a romper el guion. En todo momento los directores nos dejaron proponer ideas. Como el guion se basó en el libro de Marcia Luyten y fue escrito originariamente en neerlandés, recién después en inglés y por último nuestras escenas las tradujeron al “argentino”. En todas esas traducciones había cosas en el guion que sonaban rarísimas y nos dieron la libertad de ajustar el guion y cambiarlas para que sonaran naturales. Necesitaban que fuéramos actores argentinos para aportar la veracidad en los diálogos y la naturalidad del idioma, eso es muy difícil de abarcar si el actor pertenece a otra cultura. Incluso dimos nuestra opinión en el vestuario, sobre qué se usa y que no sería verosímil en Argentina. Fue un trabajo colectivo muy abierto y colaborativo.
La familia real confirmó a la prensa que no estuvo involucrada en la producción de esta serie; no obstante, la serie contará con una segunda temporada y su rodaje comenzará en octubre. Una curiosidad que cautivó a los espectadores es que entre los actores Delfina Chaves y Martijn Lakemeier comenzó un romance real una vez que se apagaron las cámaras, que está dando mucho de qué hablar en la prensa internacional.
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