¿Qué veo? Una comedia de piratas sensibles, protagonizada por un ganador del Oscar y con un notable elenco
Las dos temporadas de la serie Nuestra bandera es de muerte están disponibles en HBO Max, como una suerte de tesoro escondido de origen neozelandés que bien vale la pena descubrir
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Hace veinte años, los estudios Disney y Johnny Depp lograron lo que parecía imposible: revivir el género de piratas que llevaba años juntando polvo lejos de la pantalla grande. Claro que la saga de Piratas del caribe, tal vez por sus elevados costos de realización, no habilitó el regreso triunfal del género de aventuras que los grandes resultados de taquilla del film inspirado por el juego de Disneylandia pareció prometer en un principio. Si bien los films de piratas existen desde los años veinte -con un periodo de esplendor en la siguiente década, en gran medida gracias al suceso de El capitán Blood (1935) y su perfecto protagonista, Errol Flynn-, con el paso de los años el género empezó a torcer su rumbo en dirección hacia los relatos infantiles: en las fantásticas La princesa prometida y ¡Piratas! Una loca aventura, el humor tenía tanta importancia como la aventura. El guante que no recogió el cine sí tuvo en los últimos años quien lo tomara en la TV, con series como Black Sails (disponible en Movistar Play/Lionsgate+), Crossbones (Prime Video, Paramount+), One Piece (Netflix), y Nuestra bandera es de muerte, una de las comedias más irreverentes de los últimos años cuya segunda temporada ya está disponible en HBO Max.
Una historia con historia. La ficción ambientada en el siglo 18 tiene como personaje principal a Stede Bonnet, un acaudalado terrateniente británico instalado en el Caribe que un día decide dejar su hogar-y a su esposa e hijos-, para dedicarse a la piratería. Una premisa narrativa construida a partir de la verdadera historia de Bonnet, que aunque no tuvo una carrera especialmente exitosa como capitán de barco sí pasó a la posteridad como el pirata caballero, un noble bucanero cuyos métodos contrastaban con los de sus colegas más salvajes, especialmente con el más feroz de todos: Barbanegra. En la primera temporada de la ficción, los esfuerzos de Bonnet (Rhys Davies) por ser tomado en serio primero por su tripulación y luego por el resto de la legión de bucaneros que surcan las peligrosas aguas tropicales terminaban en hilarantes desastres y en un romance inesperado que transformó al programa en objeto de culto. Enfrentado al sanguinario Barbanegra (Taika Waititi), Bonnet descubrió en él a su alma gemela, quien a su vez encontró en el caballero pirata el amor que lo había eludido toda su vida. Y así, la comedia de piratas se volvió uno de los relatos queer más divertidos y originales de la TV. En la nueva temporada de ocho episodios -de los cuales, cinco ya están disponibles en la plataforma-, la historia de amor entre Stede Bonnet y Edward “Barbanegra” Teach coquetea con el melodrama, el cuento de venganza, la fantasía y el humor sin perder su vanguardista esencia.
Taika Waititi. En principio, la idea de que un guionista ganador del Oscar interpretara a un pirata sanguinario y enamorado en una comedia televisiva puede sonar absurda. Pero todos los prejuicios y preconceptos se diluyen cuando se trata del actor, director, guionista y productor neozelandés. Después de todo, Waititi obtuvo un premio de la Academia en la categoría de guion adaptado por su trabajo en el film Jojo Rabbit, en el que encarnaba a Adolf Hitler como el amigo imaginario del niño protagonista. En el caso de Nuestra bandera es de muerte, además de producir la serie y dirigir su primer episodio, el comediante pone su considerable carisma al servicio de encarnar a Barbanegra con todos los matices posibles. De incomprendido villano a inmaduro hombre que carga con traumas desde la infancia hasta el sexy pirata rockero que desciende a los infiernos de su propia crueldad cuando se siente abandonado por Stede, el personaje divierte y ocasionalmente emociona, incluso a pesar de él mismo.
Rhys Davies. Después de años de dedicarse a robar cada escena -por más corta que fuera- de los proyectos de cine y televisión en los que aparecía, a Davies (Jumanji: En la selva) por fin le llegó el personaje protagónico que merecía. El comediante neozelandés, uno de los socios creativos de Waititi desde los tiempos de sus inicios en el stand up, aprovecha cada centímetro del peculiar Bonnet para poner en práctica su estilo de humor irónico pero nunca agresivo, sutil y sencillo al mismo tiempo. En el caso de su retrato del caballero pirata, el actor logra equilibrar la suavidad y la inocencia que transmiten cada una de sus acciones y sus gustos extravagantes con su decisión de pelear contra viento y marea -a veces, literalmente- para defender su flamante romance.
El elenco. Las comedias de oficina son una importante parte de la larga tradición de la TV anglosajona. Su fuerte -en el pasado y hasta hoy- es siempre contar con un elenco secundario que pueda acompañar a los protagonistas y, al mismo tiempo, tenga el potencial de sostener por sí mismo algunas partes del cuento. En ese sentido, Nuestra bandera es de muerte cumple ampliamente con los requisitos, aunque el lugar de trabajo en cuestión ya no sea una oficina sino un barco pirata. Así, la tripulación a las órdenes de los dos capitanes que unen sus destinos cuenta con Bottoms (un más que excéntrico “poeta” del mar que encarna el actor escocés Ewen Bremmer), Frenchie (un marinero poco hábil con la espada pero muy talentoso con aguja e hilo, a manos de Joel Fry), Lucius (un escriba de actitudes y mentalidad moderna, compuesto por Nathan Foad), Wee John (el pirómano reformado que interpreta Kristian Nairn) e Izzy (un despiadado primer oficial que no logra que el resto de la tripulación mantenga la ferocidad que su profesión requiere de ellos, en la piel de Con O’Neill). Además, como actores invitados aparecen Leslie Jones, Will Arnett, Rory Kinnear y Minnie Driver, que se divierten con las locas aventuras que propone la serie.
Los All Blacks de la comedia. Conocida por su legendario equipo de rugby y, por los cinéfilos, como el escenario de filmación de las trilogías de El señor de los anillos de Peter Jackson, Nueva Zelanda también ganó algo de fama en los últimos años por su exportación de comedias con el sello de Waititi. El espectador que disfrute de Nuestra bandera es de muerte hará muy bien en sumar a su lista de favoritos a Flight of the Conchord (disponible en HBO Max), una curiosa comedia musical en la que el realizador de Thor: Ragnarok formó parte del equipo de guionistas y directores y donde Davies interpretaba al agregado cultural de Nueva Zelanda en Nueva York, un puesto bastante insignificante aunque él pretendiera otra cosa. Por otro lado, un ejemplo más conocido es What We Do in the Shadows, la brillante serie disponible en Star+ derivada del film del mismo nombre -en la Argentina se estrenó como Casa vampiro- escrita, dirigida y protagonizada por Waititi junto su habitual colaborador y compañero de elenco Jemaine Clement, con el que también creó la comedia policial con elementos sobrenaturales Wellington Paranormal.
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