Premios Emmy: la noche de Fleabag terminó con el triunfo de Game of Thrones
"La televisión nunca fue más grande, la televisión nunca importó tanto y la televisión nunca fue tan buena". Con ese grito de júbilo, con esa declaración de principios a cargo de Bryan Cranston comenzó la emisión de la ceremonia de los premios Emmy.
La fiesta de la TV, que se celebró anoche en el centro de Los Ángeles, y reunió a las estrellas de las ficciones más aclamadas y populares en el mundo, empezó con una novedad formal: como sucedió con los premios Oscar, no hubo conductor ni maestro de ceremonias. Claro que el anunciado cambio abrió el camino para el primer paso de comedia de la noche, cuando los espectadores vieron a Homero Simpson aparecer sobre el escenario solo para que casi inmediatamente un piano lo sacara de cuadro y Anthony Anderson intentando salvar el show y encontrar a alguien "que pueda hablar sobre el poder de la TV". El elegido resultó, merecidamente, Cranston, cuya aparición derivó en la primera ovación de la noche y dio el pie para los primeros galardones.
Ben Stiller y la leyenda de la comedia norteamericana Bob Newhart fueron los encargados de entregarle el premio a mejor actor de reparto en comedia a Tony Shalhoub, por su trabajo en The Marvelous Mrs. Maisel, la serie de Amazon Prime Video que siguió la buena racha con el triunfo de Alex Borstein, que por segundo año consecutivo se quedó con el premio a mejor actriz de reparto en comedia.
Nostálgica despedida o bienvenida renovación: los premios Emmy se dividieron en esa dicotomía desde el día que se anunció la lista de nominados a la celebración más esperada de la TV en Hollywood. Con Game of Thrones y Veep de un lado y Succession y Fleabag del otro, la ceremonia se convirtió, por momentos, en un campo de batalla entre el pasado –reciente, pero pasado al fin– y el futuro de las series.
Hubo que esperar hasta la última hora de la ceremonia para que llegara el primer premio para Game of Thrones: Peter Dinklage se llevó su cuarto y último Emmy como actor de reparto en un drama por interpretar a Tyrion Lannister. Menos fortuna tuvieron sus compañeros de elenco Gwendoline Christie, Lena Headey, Sophie Turner y Maisie Willams que perdieron en la categoría de mejor actriz de reparto en drama. El premio se lo llevó Julia Garner, de la serie de Netflix Ozark. La fantasía de HBO también se quedó sin el premio al mejor actor por el que estaba nominado Kit Harington: fue para Billy Porter, de Pose.
De hecho, la fiesta la balanza empezó a inclinarse por la vanguardia cuando la excelente Phoebe Waller-Bridge ganó, para sorpresa de todos –ella incluida–, el premio a la mejor actriz de comedia por su Fleabag, que también le consiguió la estatuilla a mejor guion de comedia y a mejor dirección. El triunfo de la actriz y guionista británica sobre Julia Louis-Dreyfus, que hasta el momento en que se abrió el sobre era la segura ganadora por su papel en Veep, lo confirmó: predecir los resultados de los Emmy es una tarea para los intrépidos. Esos mismos que se volvieron a sorprender cuando Fleabag se quedó con el premio a la mejor comedia. La confirmación de la consagración de Waller-Bridge que unos minutos antes había festejado de pie la estatuilla de Jodie Comer, la protagonista de Killing Eve, su ficción policial, que ganó el premio a la mejor actriz de drama. En la misma categoría el año pasado había ganado la otra protagonista de la serie, Sandra Oh, que también estuvo nominada en la ceremonia de anoche
Aun antes de ganar el premio al mejor drama, el elenco de Game of Thrones fue ovacionado de pie cuando se reunió casi en pleno sobre el escenario para presentar el galardón a la mejor actriz de reparto en una miniserie, que ganó Patricia Arquette por su trabajo en The Act (inédita en la Argentina). Al agradecer su premio, Arquette hizo la primera declaración política de la noche al mencionar a Alexis, su hermana trans fallecida en 2016, y pedir por un trato igualitario y trabajo para los integrantes de la comunidad. Luego, Ben Wishaw se llevó el premio al mejor actor de reparto en una miniserie por su brillante interpretación en A Very English Scandal.
Para confirmar que los Emmy 2019 estuvieron enfocados en los nuevos talentos, el premio al mejor actor en una miniserie fue para el novato Jhareel Jerome, protagonista de Así nos ven, la ficción de Netflix dirigida por Ava DuVernay. Chernobyl, de HBO se llevó tres premios: mejor miniserie, mejor dirección y mejor guion de miniserie.
Claro que los clásicos también tuvieron su momento de brillar. En el caso de Veep, el elenco protagonizó uno de los momentos más graciosos de la noche cuando presentaron juntos, a pesar de la fingida objeción de Julia Louis Dreyfus, el premio a mejor actriz en una miniserie. El galardón fue para Michelle Williams por su papel en Fosse/Verdon, la ficción sobre la relación entre Bob Fosse y Gwen Verdon que se emite por Fox Premium Series. La actriz aprovechó su triunfo para resaltar el hecho de que le pagaron lo mismo que a su coprotagonista masculino, Sam Rockwell.
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