Premios Emmy 2024: los mejores y peores momentos de una ceremonia que llegó demasiado tarde
Este lunes, la Academia de Televisión estadounidense celebró la aplazada entrega de sus galardones, con muy pocas sorpresas y algunas destacadas perlitas
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Con más de tres meses de demora debido a las huelgas de los sindicatos de guionistas y de actores que paralizaron a Hollywood durante gran parte de 2023, finalmente anoche se realizó la 75°entrega de los premios Emmy que celebran a lo mejor de la TV. En este caso, se trató de un reconocimiento con retraso, ya que los programas nominados eran aquellos que se estrenaron entre el 1 de junio de 2022 y el 31 de mayo de 2023.
El hecho de entregar premios a las ficciones vistas hasta 18 meses atrás no parece coincidir con el vertiginoso ritmo en el que funciona la industria audiovisual. Así, Succession, la favorita de la noche, se despidió tantas veces desde la emisión de su último episodio a finales de mayo que su triunfo, aunque merecido, no sorprendió a nadie. Tal vez anticipando que el destino de las estatuillas no presentaba ningún misterio, al menos en las categorías principales, los productores de la ceremonia apostaron a que la emoción llegara por otro lado. Por eso, la entrega se transformó en un homenaje a los 75 años de los Emmy y a los programas que formaron parte de toda su historia. De las sitcoms de los 70, pasando por la revolucionaria División Miami, con gran tino, más allá del reparto de estatuillas, la fiesta de la Academia televisiva celebró a esas series que dejaron su huella en la pantalla chica como Los Soprano -que acaba de cumplir 25 años-, Cheers, Mad Men y hasta la legendaria Yo quiero a Lucy.
Con el pie derecho
Después del traspié del monólogo del cómico Jo Koy en los Globo de Oro 2024, muchos se preguntaban si no convenía dejar de someter al público y a los artistas a los chistes a veces malos y a veces ofensivos que los conductores de este tipo de ceremonia suelen repartir. La tarea del maestro de ceremonias es ingrata por donde se la mire: si hace muy bien su trabajo, se dirá que opacó a los ganadores de la noche; si lo hace de modo discreto, algunos opinarán que ya es obsoleto; y si lo hace mal, será la comidilla de Hollywood hasta que algún otro lo haga peor. Con toda esa carga sobre sus espaldas, Anthony Anderson, once veces nominado a los Emmy por su trabajo en la sitcom Black-ish, demostró que es posible abrir el show sin avergonzarse a sí mismo ni a los demás. Y, más meritorio aún, el actor supo cómo encontrar su lugar en el desarrollo de un especial repleto de estatuillas por entregar, fueron 27, y muchos programas para recordar
Crónica de unos ganadores anunciados
Después de sus triunfos en los Globo de Oro y los premios de los críticos, no quedaban demasiadas dudas de que Succession, El Oso y Bronca eran las grandes favoritas en los Emmy. Y la previsión se cumplió al pie de la letra. El programa de HBO fue elegido como el mejor drama y sumó los galardones de mejor actor de reparto para Matthew MacFayden, mejor guion, dirección y los de mejores actores protagonistas para Kieran Culkin y Sarah Snook. Entre las comedias, más allá de que Ted Lasso era la más nominada del rubro con 21 menciones, la novata El oso (disponible en Star+) acaparó la categoría al llevarse las estatuillas a mejor comedia, mejor actor y actriz de reparto para Ebon Moss-Bachrach y Ayo Edibiri, guion, dirección y actor principal para Jeremy Allen White.
Entre las miniseries, la gran ganadora fue Bronca, de Netflix, que se consagró como mejor miniserie, mejor guion, dirección, actor (Steven Yeun) y actriz (Alie Wong). Más allá de lo merecido de los reconocimientos, anoche quedó claro lo importante que es el lugar que cada premio ocupa en el calendario. Si estos Emmy se hubieran entregado en su fecha original de septiembre, la Academia de televisión se habría destacado por sus acertadas elecciones en lugar de, como sucede ahora, ser el último galardón del tarro de la temporada.
El problema de siempre
No importa cuán bien estén producidas, todas las entregas de premios se topan con el mismo obstáculo insuperable: los discursos de agradecimientos. Para mantener el programa en horario, cada ceremonia se esmera por encontrar la forma más efectiva de obligar a los ganadores a un paso breve sobre el escenario. A veces son las canciones que empiezan a sonar y tapan sus sentidas palabras y otras es la mano del sonidista que corta el micrófono frente a ellos. Esta vez, Anderson anunció que la encargada de despejar el escenario sería su mamá desde la platea.
Mientras que algunos de los ganadores agradecían a las apuradas y un texto sobre la pantalla completaba su lista-nunca se aclaró por qué algunos triunfadores lo tenían y otros no- , muchos no corrieron la misma suerte. Así, cuando Jennifer Coolidge se extendió algunos segundos más de lo pautado en su agradecimiento -luego de ganar el premio a la mejor actriz de reparto en un drama por The White Lotus-, la señora Anderson enarboló un cartel que daba cuenta de que su tiempo se había terminado y empezó a gritarle para que dejara de hablar. Como chiste no fue gracioso y como método de organización tal vez haya funcionado, pero al costo de ser la primera nota discordante en una transmisión que parecía haber esquivado ese tipo de discordancias.
Historia de la TV
Rara vez los planes y las promesas de los productores de las entregas de premios cumplen con las expectativas del público. Aunque se había anunciado que la noche de los Emmy sería el punto de reunión de algunos de los elencos de las series más amadas por los espectadores, nadie creía que formarían parte fundamental de toda la transmisión.
Aunque breves, las apariciones de Ellen Pompeo, Katherine Heigl, James Pickens, Chandra Wilson y Justin Chambers, integrantes originales de Grey’s Anatomy, el drama médico más longevo de la televisión que está a punto de estrenar su vigésima temporada, cumplieron con la nostálgica propuesta. Lo mismo sucedió cuando Ted Danson, Rhea Perlman, Kelsey Grammer, John Ratzenberger y George Wendt, recrearon el bar de Boston en el que transcurría la inolvidable y muchas veces premiada Cheers.
Los momentos más emotivos
El tono de la ceremonia se estableció desde los primeros premios, pero no tuvo nada que ver con quién se llevó el Emmy sino con la primera presentadora de la noche: Christina Applegate. La actriz, que en 2021 reveló que sufría esclerosis múltiple, apareció en el escenario visiblemente conmovida por la respuesta de los presentes, que la recibieron con una ovación de pie. “Se están burlándose de mí parándose cuando tengo esta discapacidad”, bromeó la actriz entre lágrimas y sosteniéndose con un bastón para luego presentar el premio a la mejor actriz de reparto en una comedia.
Pocos minutos después, cuando Lorraine Bracco y Michael Imperioli subieron al escenario para hablar de Los Soprano en un decorado que simulaba ser el consultorio en el que la doctora Melfi, el personaje de Bracco, atendía a Tony Soprano, la actriz recordó con voz quebrada al “gran James Gandolfini”, el intérprete fallecido en 2013 que ganó tres premios Emmy al mejor actor dramático por su trabajo en la serie. Luego llegaría el turno del In Memoriam, que cerró con una versión de la canción de Friends y la imagen de Matthew Perry, fallecido en octubre de 2023.
Tina y Amy y Pedro vs. Kieran
Aunque breve, la aparición de Tina Fey y Amy Poehler sentadas detrás del escritorio de “Weekend Update”, la sección de Saturday Night Live de la que fueron protagonistas por años, se llevó uno de los mayores aplausos de la noche. Las comediantes presentaron el premio a mejor show de variedades en vivo y volvieron a confirmar su habilidad para hacer brillar hasta los pasajes más anodinos de una ceremonia. “Ya estamos en esa etapa de la vida en la que solo presentamos premios si estamos sentadas”, dijo Fey antes de anunciar que el especial de la gira de despedida de Elton John era el ganador de la categoría. Un momento histórico no solo por el “retorno” de Fey y Poehler, sino también porque gracias al Emmy el músico británico consiguió el premio que le faltaba para convertirse en un EGOT, es decir un artista ganador del Emmy, Grammy, el Oscar y el premio Tony.
El otro dúo cómico de la noche lo integraron Pedro Pascal y Kieran Culkin, que llevan sosteniendo una graciosa falsa pelea desde los Globo de Oro. “Mucha gente me pregunta por mi brazo, en realidad lo que tengo lastimado es el hombro y creo que esta noche es el momento perfecto para contarles a todos que Kieran Culkin me cagó a palos”, anunció el actor chileno desde el escenario mientras las cámaras captaban a su “rival” mirándolo fijamente desde la platea.
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