Paquita Salas, el nuevo boom de la televisión española que se puede ver en Netflix
Netflix incorporó hace un tiempo a su catálogo una comedia española llamada Paquita Salas. Esa ficción, cuya segunda temporada fue producida por la plataforma de streaming , se destaca en la grilla por los furiosos colores pop de su ventana y por la poderosa mirada de Paquita (Brays Efe), un personaje de un gran carisma que hizo de esta historia una serie de culto en España y un fenómeno que de a poco comienza a comerse el mundo. Repasamos por qué hay que ver esta nueva maravilla de la televisión española.
Paquita Salas, la representante que cualquier artista merece
La protagonista de la historia es una representante que trabaja en la industria del cine y la televisión. Es una cazatalentos de vocación que lucha incansablemente para convertir a sus artistas en las nuevas estrellas de España, y la mente de Paquita siempre está puesta en encontrar lo que ella denomina "la actriz 360", una intérprete capaz de hacer reír como hacer llorar, dueña de un talento contundente y merecedora de todos los premios y galardones. Pero a pesar de tener un indudable ojo clínico para detectar potenciales talentos, Paquita parece no ser apreciada por muchas de sus representadas, que tarde o temprano deciden irse de su firma PS Management. Las voces en su contra aseguran que el problema es que se quedó en el tiempo, que su estilo atrasa. Su oficina tiene un innegable aroma noventoso, con monitores y retratos pop.
Por su parte, Magüi (Belén Cuesta), su cálida y tímida secretaria, descubre sobre la marcha cómo funciona el maravilloso mundo de los mails, la carpeta de correo no deseado y las virtudes de los videobooks por link. Si bien su lealtad hacia Paquita es incuestionable, su manera de trabajar se mimetiza con esa sensibilidad retro de su jefa. Aunque el fracaso de la protagonista no se condice con su evidente talento, la mujer intentará sacar a flote su pequeña empresa a como dé lugar, y en ese camino se encontrará con su pasado y el golpe que significa entender que el mundo del que fue dueña, quizá ya no le pertenece.
La gran importancia de Los Javis
Javier Calvo y Javier Ambrossi tuvieron en el pasado carreras dispares en el mundo de la televisión. Calvo, por ejemplo, a principios de la década hizo un personaje en la serie Física o Química, pero no pudo darle continuidad a su carrera actoral y con Ambrossi sucedió algo similar. Aunque la carrera de "Los Javis", como se los conoce en España, cambiaría radicalmente cuando junto a su amigo Brays Efe crearon a Paquita Salas. En diálogo exclusivo con LA NACION, Brays reveló cómo fue el momento en el que nació la mítica representante: "Una de las particularidades del personaje de Paquita Salas es que yo no hice casting, ni Los Javis me lo propusieron ni nada, yo estuve presente en la creación. Eso surgió una tarde, en casa de ellos. Estábamos de broma después de haber hecho una comida entre amigos y nos encontrábamos allí, Los Javis, Ana Castillo y yo. Empezamos todos a plantear ideas y Javier Calvo en ese momento estaba haciendo unos videos para Instagram, y de repente me puse una gafas y hablamos de este personaje, Paquita Salas, una representante y empezamos a hacer bromas sobre eso, y ahí surgió un video de quince segundos que fue la génesis del proyecto y que se subió a Instagram". Y a partir de ese momento, la mística no se detuvo
El rasgo más importante que se destaca alrededor de Los Javis y su creación es esa idea de amistad y familia mancomunadas, porque entre ellos (y alrededor) existe un mundo afectivo que pareciera enriquecer a sus ficciones. Sin ir más lejos, Los Javis no solo son socios artísticos, sino también pareja. Con Brays, ante que un vínculo de trabajo, hay una relación de profunda amistad. Por otra parte, Macarena García, una de las actrices españolas más importantes de la actualidad y protagonista del primer capítulo de Paquita Salas, es hermana de Ambrossi. A su vez, Belén Cuesta (que en la serie interpreta a Magüi ) era muy amiga de ellos y mientras trabajaba de moza en un bar a la espera de su oportunidad como actriz, Los Javis la convocaron para una pequeña obra de teatro titulada La llamada (que fue un éxito inesperado y cuya adaptación para cine se encuentra en Netflix). Lo mismo sucedió con Ana Castillo, cuya historia en Paquita Salas tiene un indudable eco de la verdadera historia de Belén; y, aunque todo parece un laberinto, lo cierto es que este grupo de amigos y amigas se convirtió en el núcleo de Paquita Salas, y Los Javis en el centro de una ficción con un corazón enorme.
Brays Efe, el nombre detrás de Paquita
El de Paquita es un personaje difícil. Sus emociones la atraviesan y todo lo que le sucede está a la vista en su rostro, en sus gestos e incluso en su comida. De hecho, la comida es un elemento que bien sirve para comprender sus estados de ánimo: desde el Torrezno, pasando por el vino con snacks o las pizzas, los placeres (o angustias) alimenticias de la protagonista sirven para leer el universo emocional que la quiebra o la impulsa. A partir del mencionado almuerzo en el que nació la idea del personaje, Brays se comprometió al cien por cien con esa creación y cuando el proyecto evolucionó, él supo estar a la altura del personajes y lo que ella representaba: "Paquita Salas se convirtió primero en una serie de Flooxer (una plataforma audiovisual española) y ahora en una serie de Netflix. Cuando llegó a Flooxer hubo un cambio muy grande porque en aquel momento era yo con barba, no había un look femenino en ese sentido. Pero cuando empezaron a llegar los guiones que Los Javis estaban escribiendo, el personaje tenía más profundidad, era divertido y también tenía momentos muy emocionales, entonces ahí pensamos que el look debía ser más próximo a lo que supuestamente el personaje era. Por ejemplo, ellos habían pensado en una peluca y yo dije que intentaría dejarme el pelo largo y me lo teñí. Luego vino la depilación y todas esas cosas físicas para que el personaje visualmente, en la medida de lo posible, se pareciera a lo que es una mujer de cincuenta y pico de años".
La versatilidad de Brays como intérprete le permite a Los Javis surfear por distintos registros, desde la comedia más visceral hasta un tono más nostálgico e introspectivo, como aquel episodio en el que la protagonista viaja Navarrete, su pueblo natal. Además, la variedad de climas es uno de los ingredientes más jugosos de la serie, y sobre eso Brays opina: "Yo creo que una de las claves de Paquita Salas es el tono de Los Javis. Ellos en sus ficciones utilizan un tono que mezcla comedia y drama, con personajes que enseguida te gustan, te caen bien, te parecen adorables, te hacen reír mucho, y luego te emocionan. Creo que eso es algo que engancha a todo el mundo. Tiene esta cosa de comedia melodramática. Es agradable de ver y supongo que hay algo del personaje y su viaje que engancha mucho".
El viaje al que se refiere el actor tiene que ver con la evolución constante de la protagonista a lo largo de la serie y él actúa todas las emociones de su heroína con una contundencia incuestionable, porque de alguna manera él mismo es lo que tanto busca Paquita: "un intérprete 360".
El sello de Paquita
En The Paris Interview, una entrevista que Orson Welles brindó en 1960 para la CBC de Cánada, el director de Sed de mal dijo: "No considero que el arte sea lo más importante. Prefiero cualquier otra forma de lealtad en la vida que el arte. Odio la concepción romántica de los artistas que están por encima de todo lo demás (...). Sin duda la amistad es más importante que mi arte". Y en Paquita Salas y en la mirada que tienen Los Javis hay mucho de eso. Detrás de esa cáscara de comedia anárquica, se esconden personajes sensibles que se guardan entre ellos una enorme lealtad. Es una ficción sobre una mujer que es el dinosaurio más tierno de un mundo de autos voladores y la belleza del personaje se encuentra en el proceso que le permite descubrir que a pesar de eso, su destino no es extinguirse, sino evolucionar. Una y otra vez a Paquita la abandonan sus representadas, pero no porque sea mala profesional sino porque la consideran anticuada.
La serie subraya eso que marcaba Welles: que algunos profesionales priorizan la amistad por sobre el fenómeno artístico y esta producción es justamente la reivindicación de los vínculos afectivos por sobre los artísticos, de las lealtades por sobre las miserias profesionales. La escena en la que Paquita acepta sostener el bolso de Mariona Terés, a pesar que ella la traicionó, o ese excepcional tercer capítulo de la segunda temporada en el que Lidia San José logra salir adelante gracias al recuerdo de su infancia y a la ayuda que recibió de esa figura paterna que fue Antonio Resines son ejemplos de cómo el mundo de la ficción parece sostener que el buen artista es al que le importa menos el arte que la amistad.
El contexto español de la serie y sus referencias
La televisión española está atravesando un momento de gran esplendor y muchas ficciones demuestran que no hay límites ni para el contenido ni para las formas. Desde ese homenaje a las aventuras clásicas que es El ministerio del tiempo, pasando por la mirada descarnada de Vis a Vis o el tono melancólico de Merlí, la llegada de Paquita Salas sólo se comprende a través de una televisión que evolucionó a pasos agigantados. Incluso Muchachada Nui, una suerte de Cha Cha Cha español, es clave para comprender la renovación de la comedia de ese país. En ese contexto, Paquita Salas surgió con voz propia en un momento en el que la televisión española se mira mucho a sí misma y así pudo mezclar en su trama verdaderas historias de la pantalla chica local. En sus diez episodios hay una infinidad de referencias a series que realmente existieron o existen. Desde Ala...dina hasta El secreto de puente viejo, Paquita... es un producto que se mete de lleno en la historia cultural de su país.
Con ejemplos como el de Lidia San José, ese personaje/ persona que al igual que lo visto en la serie, era una actriz infantil muy famosa que con el tiempo no pudo permanecer en pantalla, en Paquita Salas hay mucho de esa idea sobre el arte imitando a la realidad (y no al revés). De hecho, esa frase tipo trabalenguas que a Lidia tanto le costaba pronunciar ("Ya me barruntaba yo lo que aconteció en Otero") se inspiró en una traumática experiencia que le ocurrió a Ambrossi en sus años de actor. Pero las innumerables referencias que pueden resultarle ajenas a un televidente no español, Brays considera que no entorpecen el disfrute de la historia: "Es curioso que en otros países la serie funcione porque hay muchos chistes y referencias muy españolas, muy de la industria del entretenimiento local. Sin embargo, afuera funciona muy bien y cuando nos escriben nos dicen que el personaje les parece adorable, entonces al final las referencias a la industria son detalles y lo que le pasa al personaje es más universal".
"Desde la creación del personaje, yo creo que la referencias son muy diversas, pero creo que a lo mejor la serie tiene mucho de The Office, de Modern Family en la manera de rodarse como falso documental. Pero a nivel de cómo se tratan las emociones, yo siempre digo que es muy Grey´s Anatomy".
Entre el Bailando, Gasalla y el amor por TV argentina
Cuando Brays supo que la nota iba a salir en un medio argentino, no pudo evitar compartir su entusiasmo por la cultura de nuestro país. No solo sabe y le gustan muchos ciclos argentinos, sino que incluso está al tanto de muchas internas televisivas recientes y hasta se animó a confesar qué capocómico argentino pudo ser una influencia inconsciente sobre Paquita: "Soy un gran fan de la Argentina a todos los niveles, desde el cine de Lucrecia Martel hasta el entretenimiento más puro, veo el 'Bailando...' en You Tube, veo Almorzando con Mirtha, estuve pendiente de Pampita Online ... ¡aunque ya no sea Pampita Online! Hay mucha gente que admiro y muchos humoristas maravillosos como Fátima Florez y como Antonio Gasalla, que es también una maravillosa referencia de un hombre haciendo personajes de mujeres con una ternura y un corazón fantástico. Llevo muchos años viendo a Gasalla, así que algo de eso debe haber también".
El actor también habló sobre el vínculo de amistad que lo une con el Chino Darín y con Griselda Siciliani: "Soy amigo del Chino, que vive muy cerca de mí. La primera película que hice en España fue con Úrsula (Corberó), su novia, y desde entonces tengo una relación muy cercana con ella y ahora con él. También estuvo aquí Griselda Siciliani, que es una gran fan de la serie y quedé con ella, y la conocí, estuvimos tomando algo, me cayó fantástico".
Por último y entusiasmado por las figuras argentinas, Brays reveló una anécdota muy cholula y hasta se declaró fan de Moria Casán. "Hace poco en una fiesta se me acercó a pedirme una foto Benjamín Vicuña y casi me caigo yo de espaldas. Me dice: 'Soy Benjamín' y yo dije: '¡Benjamín Vicuña!' y entonces me giré para la foto y... ¡la estaba sacando la China Suárez! Yo dije: '¡Ay, por favor, Me muero!' Eso, que sí, que me encanta. ¡Y Moria! ¡Tengo el libro MeMoria aquí al lado ahora mismo!".
Brays en Argentina. El jueves por la noche, el actor subió a su Instagram una historia contando que estaba llegando a nuestro país para realizar la conducción de un evento en un popular club de Palermo.
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