Netflix: por qué hay que ver Godless
Repasamos las razones por las que nadie debe perderse este innovador western
El de los vaqueros es un género que no quiere morir. Aunque la producción de las historias ambientadas en el lejano oeste son más bien escasas, sí es cierto que de tanto en tanto aparecen películas o series que encuentran en el western el contexto ideal para llevar adelante grandes relatos. Desde obras maestras televisivas como Deadwood, hasta piezas cinematográficas imprescindibles como Sukiyaki Western Django o Pacto de justicia, el del lejano oeste aún es un rubro apasionante y susceptible de originales relecturas. Y ese es el caso de Godless, una miniserie de vaqueros (aunque más de vaqueras) que estrenó Netflix y que sin lugar a duda es una de las grandes sorpresas de 2017.
1. Deudora de grandes clásicos
La historia de Godless responde a un formato clásico del western que, irónicamente, tiene también un pie anclado en Los 7 samurais, el clásico del cine japonés dirigido por Akira Kurosawa. La trama transcurre en La Belle, un pueblo habitado mayoritariamente por mujeres luego de que un accidente minero matara a prácticamente la totalidad de los hombres del lugar. Allí dirige un rancho Alice ( Michelle Dockery ), una viuda que recibe la inesperada visita de un extraño llamado Roy Goode (Jack O´Connell). A pesar de la desconfianza inicial, de a poco comienza a establecer un vínculo con el hombre, pero lo que Alice no sabe es que su visitante formaba parte de una banda de forajidos liderada por Frank Griffin (Jeff Daniels). El motivo por el que Roy apareció allí fue para buscar refugio luego de robarle a su antiguo jefe un suculento botín. Y mientras Goode decide qué hacer con su destino, Griffin emprende una cacería humana para encontrar a su antiguo secuaz.
La ficción plantea de esta manera una estructura muy usual dentro del género, y es la de un pueblo violentado ante la llegada de una amenaza externa. Es un concepto que nunca deja de funcionar y que Godless aprovecha y recicla con una nueva impronta. En sus genes la serie lleva la impronta de Río Bravo, la obra maestra de Howard Hawks, como así también la influencia de westerns rupturistas a través del personaje de Alice, heroína que remite fuertemente a la viuda interpretada por Claudia Cardinale en Érase una vez en el oeste, de Sergio Leone.
2. Michelle Dockery, muy lejos de Lady Mary
Muchos actores y actrices que triunfaron en la televisión, luego se encontraron con el amargo destino de no poder escapar de sus populares personajes. Así les pasó a Hugh Laurie con House; a James Gandolfini con Tony Soprano o a Jon Hamm con Don Draper, pero que a fuerza de su talento lograron despegarse de sus reconocidos roles; algo que no les sucedió a Josh Holloway de Lost o a Andrew Lincoln de The Walking Dead que aún luchan para que su carrera no sea un one hit wonder. En tanto, Michelle Dockery , protagonista de Godless, es un gran ejemplo del primer grupo de actores que mencionamos. La actriz que logró el éxito por su papel de Lady Mary en Downton Abbey, no tardó luego en buscar nuevos caminos diametralmente opuestos que la alejaran de los castillos ingleses. Y en esa búsqueda, Dockery llegó primero a Good Behavior, ficción en la que interpreta a una ladrona con problemas de adicción y, ahora, a Godless, dondeencarna a una recia mujer que vive bajo la ley del revólver. Alice es la contrapartida de Mary (aunque ambas sean casi contemporáneas). Ella es una hija de los Estados Unidos, es de pocas palabras, por lo general entiende que la violencia es la única forma de imponerse y su vida amorosa le importa poco y nada. Y gracias a Alice, Dockery logra el gran personaje de su carrera, pierde el refinado acento inglés que tanto la caracterizó y construye a una áspera heroína que se convierte en el corazón de esta gran miniserie.
3. Apostar por el formato limitado
Uno de los problemas que tienen muchas series actuales es el de no entender cuándo es hora de poner un punto final. Rehenes del rating, las ficciones televisivas duran años y años, licuando su calidad y traicionando en muchos casos su esencia. The Walking Dead y The Big Bang Theory probablemente sean dos buenos ejemplos de eso, mientras que Game of Thrones, aunque algo estirada, ya marcó un final de ruta. Ante este panorama, la llegada de miniseries es una muy buena noticia. Una ficción planteada en un puñado de capítulos ante todo garantiza mantener la calidad y también es una propuesta perfecta para aquellos espectadores que huyen despavoridos ante un producto que va por el capítulo tres mil doscientos.
La historia posee una trama firme que avanza en 7 episodios, sin perder tiempo y permite que conozcamos a fondo a cada uno de los personajes que aparecen. Como sucedió en Big Little Lies y en The Nigh Of, Godless tiene el encanto de presentar una historia acabada, que no necesita del cliffhanger para atrapar a su público.
4. Jeff Daniels, el villano perfecto
De espesa barba blanca, visiblemente cansado, salvaje, pero con una mirada casi melancólica, ese es Frank Griffin, el peligroso forajido interpretado por Jeff Daniels. La vejez amenaza con acercarse, y un poco como le pasaba al personaje de Clint Eastwood en Los imperdonables, Griffin descubre que se oxida a gran velocidad, mientras la violencia le parece que pierde sentido, y el pelear por mantener intacto su orgullo es más una costumbre que una convicción.
Griffin es un villano perfecto, un hombre capaz de tensar cualquier situación y cuya sola aparición es el preludio a matanzas y saqueos. Y el enorme trabajo de Daniels en la piel de este villano, lo coloca automáticamente en la lista de las mejores actuaciones televisivas que dejó el 2017.
5. Vaqueras ni sumisas ni devotas
Mucho se habló del carácter feminista de Godless, de este western que hace de la sororidad su emblema y en la idea de un grupo de mujeres empoderadas cumpliendo roles frecuentemente otorgados a sus colegas masculinos. Y, en parte, el principal atractivo de esta ficción es justamente el de romper con los moldes establecidos para desarrollar una historia que parece trillada, pero que desde el pasado logra hablar sobre el futuro. En un año especialmente interesante para las series focalizadas en cuestiones de género (desde The Handmaid´s Tale,pasando por una Star Trek protagonizada por una mujer e incluso la ya mencionada Big Little Lies), la llegada de Godless es el último eslabón de este 2017 de una cadena de ficciones que hicieron del feminismo su bandera.
En Hollywood sobrevuelva como nunca la idea de las mujeres unidas, tanto desde adentro de la pantalla como desde afuera, y sino recuerden el valor de Brie Larson y Lena Dunham al solidarizarse con Rose McGowan cuando ella hizo pública su denuncia contra el temido Harvey Weinstein . Por este motivo, Godless demostró un timing perfecto y Scott Frank, su creador, inconscientemente capturó la vibra del presente para llevar adelante una historia de mujeres fuertes que se apoyan mutuamente y que solo hermanadas pueden detener los embates del género masculino.
Godless es rebelde, iconoclasta, feminista y necesaria, un combo imprescindible en la construcción de las series como vehículo para generar conciencia de género.
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