Morgan Freeman, detrás de los detalles menos conocidos de las fugas de prisión más famosas

Frente a situaciones límite, soluciones desesperadas. El dicho popular podría ser un buen punto de partida para profundizar sobre la serie Grandes escapes, que History estrena a partir de este sábado a las 22. El actor Morgan Freeman, identificado con el tema a partir de su trabajo en Sueños de libertad (The Shawshank Redemption, 1994), oficia de presentador durante ocho capítulos, que comienzan con las múltiples fugas de Joaquín “El Chapo” Guzmán, la recordada fuga de Alcatraz de 1962 o, más acá en el tiempo, el escape de dos hombres del correccional Clinton en Dannemora.

“Con este programa tienes una idea de cuán dedicadas, cuán valientes y cuán ingeniosas pueden ser las personas en situaciones desesperadas -explicó el actor de Invictus en diálogo con César Sabroso, Senior VP Marketing de la señal-. Si me dices que pones a una persona en una situación de un escape imposible y escapa, logra realizarlo, mi mayor interés es saber cómo lo hizo. Vamos a estar del lado de la osadía, del esfuerzo heroico, sin importar quién ni qué. No podremos creer que lo haya hecho. Cada vez que llegan a un punto en el que están bloqueados, se convierten en tus héroes. ¿Cómo van a solucionar esto? Porque ya todos sabemos que salieron, pero ¿cómo lo hicieron?”.

Freeman llegó al proyecto a través de su empresa Revelations Entertainment. “En mi compañía tenemos este departamento de documentales que en realidad está dirigido por James Younger y Geoffrey Sharp. Ellos están constantemente buscando cosas que hacer, documentales que puedan crear y presentar. Sucede que tengo esta reputación en la presentación, supongo, y por eso fui llamado a ser parte de este proyecto. Y no me pude resistir”, explicó el actor, de 84 años.

Además de imágenes de archivo y la recreación con actores de momentos claves de cada historia, Grandes escapes se beneficia con una tecnología de simulación basada en la plataforma Unreal Engine, la misma que se utiliza en gran cantidad de videojuegos. De esta manera, a través de maquetación digital y en 3D se puede tomar una real consciencia de lo que fueron cada uno de esos escapes. Explica James Younger: “Toda esa arquitectura alrededor aporta un trabajo de alta calidad. Pudimos así reproducir la ruta de escape, en muchos casos. Por ejemplo, los túneles de ventilación en las celdas, en el techo. Y cómo se hizo esto con los actores es muy interesante, porque a veces era más fácil quizás construir la celda física y ponerlos a ellos y a Morgan ahí para crear la conexión entre el mundo de lo que se denomina CGI (Imagen Generada por Computadora) y la situación real”.

Cada uno de los ocho episodios que compone Grandes escapes se basa en una exhaustiva investigación, que no solamente investigó los hechos históricos, sino que habló con algunos de los protagonistas: “Llevó mucho tiempo. Tenemos un equipo de productores, investigadores y productores asociados que mandan mails, se llaman por teléfono, hacen ellos mismos llamados a una cantidad de gente que no se pueden imaginar sobre cada una de las historias. Además, del ‘reporte de escape’. Después de que sucede el escape, las autoridades crean un documento que consigna qué pasó, qué salió mal, por qué se escapó la persona. Entonces eso lo investigamos, lo leímos también para poder crear la narrativa, y así reproducirlo. Hicimos muchas preguntas, fuimos a Internet, buscamos parientes, guardias, gente que trabajara en las cárceles. Nuestros productores, en su mayoría, tienen experiencia en investigación. Esa fue la base para averiguar los hechos y luego ver cómo convertirlos en historias, que fueran atractivas y dramáticas a la vez”, aclara Geoffrey Sharp.

La rigurosidad con la que fue llevado el trabajo previo, permite seguir las alternativas de cada capítulo como si se tratara de una película de suspenso. “Mostraremos cómo lo hicieron -explica Freeman-, el paso a paso, los detalles a cada momento, día a día, semana a semana, mes a mes, año a año. Salir de una prisión de máxima seguridad es probablemente uno de los intentos más audaces que un ser humano pueda permitirse. Y el porcentaje de ingenio, coraje, perseverancia, y la importancia de apegarse a una actividad que se necesita para hacer algo así es, probablemente, una de las cosas más fascinantes de la naturaleza humana cuando se encuentra encerrada en prisión”.

Y si bien, el capítulo inicial sigue minuciosamente las alternativas de los tres planes de escape del Chapo Guzmán, para el conductor no fue la historia que más lo impresionó: “El Chapo tenía mucho dinero para despilfarrar, y eso hizo que construyera los túneles. Ese dinero también le permitió usar el posicionamiento GPS para ubicar a su gente en el lugar correcto, debajo de la prisión, para que pudieran entrar justo dentro de su celda. Mucho dinero. Eso es diferente de simplemente hacerlo por tu cuenta desde adentro”.

Inevitablemente la temática del programa llevó a profundizar sobre las voces a favor y en contra del sistema penitenciario. En este aspecto, Freeman fue contundente: “Creo que necesitamos un lugar para albergar a la gente, déjame ponerlo de esta manera: que son antisociables. Porque la mente criminal es ante todo antisocial. Pero no sé, ustedes saben lo que son las cárceles y los correccionales, son castigo. Si haces algo malo te van a castigar, vas a pagar por ello. Y vas a perder tu libertad, vas a perder privilegios como un ser humano libre. Bueno, creo que lo necesitamos. Está mal usado, pero ¿qué no lo está?”.

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