Máxima, entre la ficción y la realidad: cómo comenzó el romance con Guillermo, la vidente que lo anticipó y cómo lo cuenta la serie
LA NACIÓN conversó con la autora de una de las biografías de la reina de Países Bajos para establecer cuánto se basó en la historia verdadera del romance el guion de la serie de Max
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Máxima Zorreguieta, es para muchos, la protagonista de un cuento de hadas. Su ambición, carisma y tenacidad la llevaron a convertirse el 30 de abril de 2013 en reina de los Países Bajos. Y no en cualquier reina: fue tal la popularidad que alcanzó que logró relanzar la imagen de la monarquía en ese país. La argentina fue la segunda mujer de origen latinoamericano en convertirse en reina consorte de un país europeo y logró conquistar el corazón de los neerlandeses.
La nueva serie sobre su vida, Máxima, está basada en el libro de la periodista neerlandesa Marcia Luyten, Máxima Zorreguieta. Madre Patria y advierte desde los títulos la producción está “inspirada en hechos reales mezclados con dramatizaciones y ficción”. Es decir, no todo lo que se muestra de la relación entre Máxima y su príncipe, interpretado por el actor Martijn Lakemeier, ocurrió en realidad.
La periodista Paula Galloni, coautora de Máxima, la construcción de una reina, conversó con LA NACIÓN y reveló qué detalles del primer capítulo son un fiel reflejo de la historia real y cuáles forman parte de una licencia creativa.
La serie consta de seis episodios de 50 minutos cada uno, que retratan a Máxima en su camino a la adultez y en los vaivenes que sorteó a lo largo de los años (el primero de ellos ya está disponible en la plataforma). Con un equipo multicultural y el protagónico de Delfina Chaves, los directores de la producción se propusieron relatar la historia de la argentina que logró convertirse en parte de la realeza europea y que a lo largo de los años intentó conservar un perfil bajo sobre su vida antes del romance con Guillermo.
Según Galloni, Máxima tiene el objetivo de retratar a los personajes de tal manera que los espectadores se enamoren y se acerquen a los reyes de carne y hueso. “Este lanzamiento podría favorecer a la realeza neerlandesa tras algunos pequeños conflictos que condicionaron su imagen en el último tiempo, como el viaje a Grecia en medio del aislamiento por la pandemia”, apuntó.
¿Cómo se conocieron Máxima y Guillermo Alejandro?
Corría 1999 y Máxima Zorreguieta disfrutaba de la Feria de Sevilla cuando conoció, por medio de su amiga de la infancia Cynthia Kaufmann, en una fiesta, al príncipe heredero y su vida dio un giro inesperado. Según Galloni, ese primer flechazo en España existió, y tal como relata la serie fue el inicio de un romance entre ellos. Sin embargo, la periodista destaca que ese encuentro entre ellos está “muy edulcorado” en la ficción. “Lo que se ve en la serie tiene mucho de cuento de hadas. Aunque definitivamente es verdad que hubo un flechazo entre ellos. A los dos les gustaba mucho salir y divertirse. A Máxima le gustaba fumar, beber y bailar, y a Guillermo también”. Además, la autora destaca que cuando Kaufmann invita a su amiga a Sevilla ya lo hace con la intención de presentarle a dos príncipes. “Máxima venía de una separación y fue a España ya sabiendo que le querían presentar a dos hombres de la realeza: uno era Federico de Dinamarca, y el otro era Guillermo Alejandro”. La conexión con el neerlandés fue inmediata.
¿Guillermo Alejandro sorprendió a Máxima en Nueva York?
Máxima fue la única de la familia Zorreguieta que se educó en el exclusivo colegio Northlands y se licenció en 1995 en Economía en la Universidad Católica Argentina. Con el título bajo el brazo, algunos ahorros y sin trabajo en los Estados Unidos decidió radicarse en Nueva York, donde finalmente logró desempeñarse como economista en los bancos HSBC y Deutsche Bank.
Según Galloni, el príncipe quedó encantado con Máxima desde el encuentro en España y es cierto que la fue a visitar a Nueva York. Sin embargo, esa primera visita dramatizada en el primer capítulo, tiene varios detalles ficticios, explica: “Máxima no vivía sola en un departamento en Nueva York. Cuando conoció al príncipe ella tenía dos roomies, como les pasa a la mayoría de los veinteañeros que van a probar suerte ahí. Eso es algo que sería bueno que estuviese contado en la serie, porque la humaniza aún más. Máxima no era millonaria: llegó a Nueva York con una mano adelante y otra atrás. Estuvo un tiempo sin trabajo hasta que lo consiguió y todo ese tiempo vivió en las casas de los amigos que la alojaban”.
¿Máxima le pidió a los guardaespaldas de Guillermo Alejandro que los dejaran solos?
“Es un delirio pensar que ella pudo llegar a decirle a los guardias de seguridad que escoltaban a Guillermo Alejandro que se fueran a comer pizza y los dejaran solos. A un miembro de la nobleza no lo pueden dejar solo ni dos minutos, menos con una desconocida. Si el príncipe quiere intimidad, los de seguridad esperan del otro lado de la puerta, no se van a comer pizza”, remarcó Galloni. En la serie, sin embargo, el recurso funcionó a la perfección.
¿Qué opinaron los padres de Máxima sobre la relación?
Galloni afirma que es probable que Máxima no le hubiese blanqueado de entrada a sus padres que estaba saliendo con un príncipe. Sin embargo, la periodista aportó un divertido dato de color: “La mamá de Máxima sabía que podía pasar algo así con la realeza. En el momento del Juicio a las Juntas, María Pame había ido a visitar a una vidente muy reconocida del barrio de Recoleta, Mery, que le aseguró que su marido no iba a ir preso y le anticipó que su hija se casaría con un príncipe. Fue tal el porcentaje de acierto de la vidente que fue invitada a la transmisión de la boda real que se hizo en la embajada”, señaló la autora.
¿El padre de Máxima fue un problema para la Corona?
Apenas Guillermo Alejandro le presentó a Máxima a su familia, la Casa Real solicitó un informe sobre ella. “La investigaron como lo harían con cualquier plebeya que se relaciona con un príncipe. Fue un informe extenso que daba cuenta la participación del padre de Máxima en la última dictadura militar argentina”, señaló Galloni, que además destacó que el padre de Guillermo enseguida empatizó con el dilema de Máxima. “Él era diplomático y cambió radicalmente su vida al casarse con Beatrix. Tampoco es menor recordar que el padre de Guillermo estuvo vinculado con la juventud hitleriana y hubo mucha gente que nunca se lo perdonó, no podían pasar por alto la relación de Jorge Zorreguieta con la dictadura”, agregó.
Jorge Zorreguieta contrajo primeras nupcias con la filósofa Marta López Gil y con ella tuvo tres hijas (Dolores, Ángeles y María). Al tiempo, se enamoró de María del Carmen Cerruti, hija de un gran amigo suyo y dieciséis años menor que él, y en 1968 decidió terminar la relación con su esposa. En aquellos años el divorcio no era legal en la Argentina. Sin embargo, eso no impidió que Zorreguieta iniciara una nueva vida con Cerruti, con quien tuvo a Máxima, en 1971, y a otros tres hijos: Martín, Juan e Inés. Entre 1976 y 1981 fue subsecretario y luego secretario de Agricultura, e interventor en la Junta General de Granos del régimen militar de Jorge Rafael Videla.
El romance entre Máxima y el príncipe fue aprobado por la Corona, pero la argentina tuvo que tomar decisiones importantes para ganarse el beneplácito del pueblo holandés. Tras hacer oficial su compromiso, anunció que adoptaría la ciudadanía de su futuro esposo y debió esperar que se aprobara un proyecto de ley para consentir la unión del príncipe protestante con una joven católica. Además, Máxima tuvo que afrontar el rechazo que suscitó en el Parlamento holandés la participación de su padre en el gobierno militar, lo que determinó la decisión institucional de que no asistiera a la boda real. En nuestro país hubo voces que procuraron identificar a Jorge Zorreguieta con los casos de violaciones de los derechos humanos. Si bien nunca prosperaron denuncias en la Justicia, el Parlamento holandés argumentó una “responsabilidad moral” del padre de Máxima en los delitos cometidos por el gobierno de Videla. En solidaridad con su marido, la madre de la reina tampoco estuvo presente en la celebración. A pesar de las restricciones, Zorreguieta sí pudo asistir en noviembre de 2005 al bautismo de su nieta Alexia, la segunda hija de los reyes, en Wassenaar, un pueblo cercano a La Haya, donde la niña fue bautizada con aguas del río Jordán.
La familia real confirmó a la prensa que no estuvo involucrada en la producción de esta serie; no obstante, la serie contará con una segunda temporada y su rodaje comenzará en octubre. Una curiosidad que cautivó a los espectadores es que entre los actores Delfina Chaves y Martijn Lakemeier comenzó un romance real una vez que se apagaron las cámaras, que está dando mucho de qué hablar en la prensa internacional. En la segunda temporada, según afirman los avances, Máxima descubrirá “que conservar el amor de los neerlandeses no es tan fácil como conquistarlo”, indicó Rachel van Bommel, de la productora Millstreet Films, a cargo de la producción de la ficción.
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