Los directores conversaron con LA NACION sobre el próximo estreno en Star+ de la comedia negra que desnuda el vínculo errático entre un portero y los propietarios de un edificio; además, anticipan Nada, la serie con Luis Brandoni y Robert De Niro, y el rodaje en España de una nueva historia con Oscar Martínez
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La obra de los directores Gastón Duprat y Mariano Cohn bien podría definirse desde el concepto aristotélico de “mímesis”. La obra conjunta y la que realizan de forma individual apela a usos y costumbres reconocibles y a personajes cotidianos, pero en situaciones límites, adversas o disfuncionales, rasgos que también son identitarios de El encargado, la nueva ficción que crearon y que se podrá ver, desde el 26 de octubre, por la plataforma de Star+. Además, la serie protagonizada por Guillermo Francella tendrá un sampin en la pantalla de eltrece, donde se podrá ver el primer episodio el viernes 28 de octubre a las 22.30.
“Intentamos retratar universos, en este caso el microcosmos que implica el área de un portero de edificio, con todas las posibilidades que tiene un encargado a disposición en esa geografía”, sostiene Duprat, mientras que para su socio, “hay cierto ejercicio que se le propone al espectador”. “No lo subestimamos, no imaginamos un espectador pasivo, sino, todo lo contrario, lo pensamos como alguien que todo el tiempo tiene que estar tomando posición acerca de un tema y esa posición puede ir modificándose porque no se trata de dar todo servido. Nos gusta que no sea agua estancada lo que se está viendo”, resalta Cohn.
Los directores son los responsables de títulos como El hombre de al lado, El ciudadano ilustre y la reciente Competencia oficial, protagonizada por Penélope Cruz, Antonio Banderas y Oscar Martínez. “El espectador completa la obra. El personaje de Francella obliga al que lo ve a enfrentarse consigo mismo”, afirma Cohn.
A lo largo de once episodios se desarrollará la historia de Eliseo, el encargado de edificio interpretado por Francella, que se valdrá de toda la información que tiene disponible sobre los vecinos para manipular y sacar partido, en un trabajo perverso que se esconde detrás de la máscara servicial. Junto a Francella, completan el elenco Gabriel Puma Goity, Darío Barassi, Gastón Cocchiarale y Moro Anghileri. A lo largo de la trama, teñida por le humor negro, también se destacan las labores de Adriana Aizemberg, Pochi Ducasse, Mirta Busnelli y Martín Seefeld.
El patrón de la vereda
“El encargado es un personaje de gran ambigüedad, con múltiples facetas, él, de alguna forma interpreta a muchos personajes” apunta Duprat, director de la premiada película Mi obra maestra, que contó con libro de Andrés Duprat, hermano del realizador y actual director ejecutivo del Museo Nacional de Bellas Artes.
Duprat reconoce que “dadas las características del personaje”, necesitában un actor dúctil que pudiera pasar, en una sola escena, de la comedia al drama. “Por eso valoramos mucho el talento de Francella. No todo actor puede cubrir el abanico que él despliega”, asume. Duprat y Cohn, creadores de la historia, están acompañados en la dirección por Jerónimo Carranza y Diego Bliffeld.
Eliseo puede ser un tipo afable, cálido y entrador, pero, al mejor estilo de Jekyll y Hyde, se convierte en un hombre de personalidad oscura y dominante. “A mí me gusta que triunfe, aunque haya hecho cosas muy viles para lograrlo. Gana la décima parte que el doctor del edificio pero lo domina como quiere”, reflexiona Duprat.
El encargado observa a los propietarios de manera fría y distante, todos pertenecientes a una clase social acomodada, muy alejados del universo del empleado. “El edificio es un catálogo de gustos, anhelos, miedos que el portero no quiere para sí”, dice Cohn.
La serie despliega un trabajo de campo sobre la multiplicidad de idearios en torno a cada personaje, casi como un trabajo de campo de la Antropología Social de Bronisław Malinowski. El encargado conoce mucho sobre toda esa gente, pero él está al margen, no consume eso. “Hemos investigado mucho y, en ningún país del mundo, el portero tiene tantas atribuciones”, afirma Duprat.
-Al estilo Ibseniano, los universos que ustedes suelen retratar son muy cercanos, aunque las situaciones no suelen ser deseadas. Ese “me puede pasar a mí” es una de las claves de su cine.
Mariano Cohn (MC): -En la dualidad del personaje, durante la mañana hace un trabajo de limpieza y, por la tarde, se dedica a las relaciones públicas dentro del edificio, aparece una identificación.
Ductilidades
Francella fue, durante años, figura de comedia, género muy complejo de llevar a cabo que requiere de intérpretes con gran talento. El actor desarrolló ese tempo perfecto que requiere la comedia ya sea en los lenguajes teatrales como audiovisuales. Sin embargo, desde su papel en El secreto de sus ojos, laureado film dirigido por Juan José Campanella, su carrera se bifurcó hacia otros entramados narrativos. En El encargado, Francella apela a un registro que es todo un tejido que va surcando la comedia y la oscuridad inquietante.
“Guillermo Francella reúne la dualidad que requiere el personaje, y logra pasar de lo entrañable y cálido a algo más peligroso y dramático, y lo hace no en una misma escena. Uno lo ve fluir y hace creer que lo que hace es sencillo, ahí está el arte”, dice Duprat. “Por otra parte, ninguno de los actores está “actuando comedia”, sino que las situaciones tienen un sesgo dramático, no hay conciencia que se está haciendo comedia, más allá que para el espectador la situación resulte cómica. Acá se trabaja a “cara de perro” y eso aleja a la propuesta de algo más chabacano”, suma Cohn.
-¿Cómo es escribir a cuatro manos y dirigir a cuatro ojos?
Gastón Duprat (GD): -Hace mucho que lo venimos haciendo, incluso, en la escritura suele estar mi hermano. A veces resulta engorroso al tener que justificar cada paso que uno da, hay que argumentar ante el otro.
-Lograr una unidad estilística es un desafío.
GD: -Sí, pero a nosotros nos ha resultado, a pesar que suele entenderse el trabajo del director como algo solitario.
MC: -En este caso, al ser una propuesta seriada y extensa, el escribir solo puede tener falencias. De la manera en la que trabajamos, hay una mirada fundamental del otro que puede detectar lo que uno no ve. Al ser un equipo podemos escanear de una manera más minuciosa. Además, está la gente de Star+ que opina y eso es buenísimo, a diferencia de lo que se puede pensar como un trabajo más egoísta.
GD: -Con Mariano establecimos un código estético, narrativo, conceptual con un abanico de posibilidades, no se usa cualquier cosa ni se filma de cualquier manera. Todo responde a un concepto estético, hay un diseño previo.
-En El encargado hay asepsia visual y las locaciones remiten a una búsqueda de la belleza y lo armónico. ¿Cómo incide eso en el relato?
MC: -El edificio tiene una potencialidad enorme, es muy plástico para poder contar lo que contamos.
GD: -Tiene estilo y estética. El refinamiento aún distancia al producto mucho más de una comedia más rústica.
MC: -Lo acético da un aire de laboratorio para poder pensar el comportamiento humano y con un gran observador que es Eliseo.
-Que nada distraiga.
Mariano Cohn: -Casi que nos convertimos en antropólogos que estudian lo que allí sucede.
Precursores
Duprat y Cohn han sido los creadores de Cupido, un formato televisivo de encuentros azarosos de parejas, nacido en el 2001, en un tiempo donde aún no accionaban las apps de citas. Por 1998, también gestaron Televisión Abierta, una suerte de experiencia disruptiva y pre era de los youtubers, donde la democratización de la cámara permitía que la “gente de a pie” pudiera decir lo suyo libremente.
-¿Quedó algo de aquella televisión de vanguardia?
GD: -Se rompían muchas normas con esos programas. A mí me gusta la televisión en vivo, me parece insuperable, no soy el director de cine que menosprecia a la televisión. Soy consumidor, por eso le tengo respeto al medio.
MC: -También hicimos documentales hermanados con Televisión Abierta, pero, a la vez, eran películas como Yo, presidente o Todo sobre el asado. Ya sea con series, como nos sucede ahora, con películas o con programas de televisión, siempre el motor fue tensar los formatos y darles códigos más flexibles.
-El surgimiento de géneros nuevos.
MC: -Pero con una búsqueda autoral, por eso no somos peyorativos con la televisión que, incluso, evoluciona más rápido que el cine. Nosotros a cada proyecto le damos una mirada artística y ese concepto autoral no tiene que ver con buscar una audiencia exclusiva, sino que sea para todos, que dialogue con un público popular.
GD: -Buscamos que lo que hacemos sea popular y sofisticado.
MC: -Vamos detrás de eso.
GD: -Es que a mí no me gusta el concepto de comedia ramplona para ver en familia. Tampoco me interesa el cine inentendible, ni en el trabajo de un director que busca llegar a un nicho. No nos gusta hacer “cine raro” para pocos que solo se vea en un museo.
Cine o plataformas
-La película Argentina 1985 no fue estrenada en la cantidad de salas en que lo debería haber hecho un film de esa envergadura porque una plataforma de entretenimiento estuvo vinculada a la producción. ¿Cómo analizan el vínculo entre la industria, la exhibición y los derechos de las plataformas?
MC: -Cuando más alcance tenga un producto, mejor, no tenemos prejuicios al respecto. Hay productos que van muy bien para plataformas y otros que necesitan la gira por los cines y los festivales.
Durante el 2023, Cohn y Duprat estrenarán la serie Nada, que también pertenece a Star+ y es protagonizada por Luis Brandoni y Robert De Niro, donde, fiel a ese mundo reconocible de la dupla autoral, se muestra la eclosión que significa para un hombre mayor la muerte de su empleada doméstica por más de cuatro décadas. Además, rodarán en España la serie Bellas Artes, con Oscar Martínez encabezando el elenco. Finalmente, sobre el final del próximo año rodarán un nuevo largometraje en Nueva York, del que evitan dar precisiones.
-Se habló mucho sobre la convivencia entre Luis Brandoni y Robert De Niro.
GD: -Fue todo mentira, son amigos. Para nosotros fue super enriquecedor trabajar con ellos. Brandoni se parece más a un actor italiano y De Niro es más naturalista.
En Buenos Aires, le mostraron las primeras imágenes de Nada a Brandoni y en Tribeca, una tarde hicieron lo propio con De Niro. “Ambos se emocionaron mucho”, reconocen Cohn y Duprat, con indisimulable satisfacción y la seguridad de haber construido una marca a partir de productos audiovisuales que tienen una poética y una forma de abordaje estético muy propios.
-¿Viven en casa o departamento?
GD: -Los dos vivimos en casa.
-Entonces, ¿cuál fue la inspiración para El encargado?
GD: -Antes hubo departamento.
-¿Tomaron como referencia a alguien en particular?
MC: -Eso no lo podemos decir.
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