Lucy Lawless, de Xena la guerrera a detective jubilada: “Me cansé de la violencia”
Con más de tres décadas de carrera, la actriz encontró otro rol que la calza a la perfección en My Life Is Murder y reconoce que estuvo a punto de sumarse al universo Star Wars
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Ícono de la década del 90 gracias a Xena: la princesa guerra, la neocelandesa Lucy Lawless no ha parado nunca de trabajar, con roles en series como Battlestar Galactica, Spartacus, Parks and Recreation y Ash vs. Evil Dead, entre otros. Ahora, a los 53 años, resuelve crímenes en My life is Murder, que puede verse en la plataforma Acorn TV.
En la serie australiana, la rubia interpreta a Alexa Crow, una detective jubilada que no puede evitar seguir investigando en casos que se le presentan, ayudado por su exjefe y una joven policía, Alison, que la ve como una suerte de mentora. Mientras se resuelven los crímenes, My Life Is Murder tiene mucho humor y agudas observaciones de la vida cotidiana.
LA NACION habló en exclusiva con Lawless desde su casa en Nueva Zelanda, en donde descansa alejada de las restricciones del COVID-19, que cree que fue el motivo de que la pasión por las series creciera: “Amo las series porque en la cuarentena fue la manera en la que muchas personas se divirtieron y se olvidaron de los problemas, pero me doy cuenta de que cada día hay más y más plataformas pero el mismo presupuesto de antes”.
-¿Qué sentís que tenés en común con Alexa Crow, tu personaje en la serie?
-¡Un montón de cosas! Pero tal vez no las que saltan a primera vista: me gusta el pan y me encantan los gatos. Como ella, no soy muy sociable aunque sí bastante extrovertida… Aunque creo que yo caigo mejor que ella, ¿no te parece?
-¡Absolutamente! La serie tiene un balance justo entre acción, misterio y comedia, sobre todo en el vínculo de Alexa con Madison. ¿Cómo es lograr ese equilibro como actriz?
-Supongo que ese es el atractivo de My life is Murder: mostrar un mix de géneros para conseguir algo realmente original. En cuanto a mi trabajo, no me preocupo tanto por cómo actuar las escenas de investigación porque realmente dependen un montón de cómo están escritas y en eso los guiones son excelentes. Pero en cuanto a la comedia, se trata de la química que tengas con tus compañeros. No hay forma de mentir frente a la cámara cuando te llevás mal y no podés mejorarlo con un guion si no es palpable que existe esa conexión.
-Claro, no hay magia posible...
-O aparece el humor o no aparece, no hay tercera vía. Por eso creo que el casting de Ebony Vagulans como Madison fue tan bueno: fue la última en presentarse y realmente la rompió. Yo estaba en esa audición y cuando la vi actuar me di cuenta que sería alguien con quien tendría un buen vínculo… ¡Son tan largas las grabaciones de una serie! Tal vez son 60 o 70 horas semanales en un set. Así que cuando vimos lo que podía aportarle a ese personaje y que yo podría tener buena química con ella, de inmediato supimos que tenía que sumarse al elenco. En una serie policial todo se puede mejorar con un guion y un buen director, pero cuando querés hacer reír o emocionar, dependés de los actores y actrices en pantalla.
-Mientras que durante muchas décadas las series exitosas de forma global eran estadounidenses o inglesas, hoy My Life is Murder tiene fanáticos en todos lados y es australiana. ¿Cómo se siente eso?
-¡No puedo creer que hayas notado eso! Gracias por esta pregunta, la valoro mucho porque es importante para mí y mi equipo. Pero te voy a decir algo: es 50 por ciento australiana, el otro 50 por ciento es neozelandesa, porque yo soy de allí y varios del equipo también. Vamos a ponerlo así: es una serie 100 por ciento de Australasia, ¿dale? Y es un orgullo que sea tenida en cuenta junto con otras grandes producciones porque le ponemos mucho amor.
-Cuando se describe a la serie, las publicidades dicen “la historia de una detective retirada que no puede dejar de investigar”. ¿Qué es lo que Lucy Lawless no puede dejar de hacer?
-¡Investigar sobre crímenes!
-¿Qué? ¿En serio? ¿Te gusta leer sobre delitos por tu trabajo?
-No, no por mi trabajo, sino para entender la naturaleza humana. Me apasionan las personas y hace tiempo entendí que para comprenderlas, tengo que entender los crímenes que cometen… ¿Suena raro?
-¡Sin dudas! Pero contame más…
-Me encanta ir a juicios orales y quedarme horas como espectadora oyendo los testimonios, las preguntas y los alegatos. Mucho más si están siendo investigados por un asesinato: encuentro fascinante observar la conducta humana cuando se está bajo mucho estrés, como durante un interrogatorio. Yo lo encuentro muy divertido, pero puedo entender que otros crean que es algo extraño. Para mí, además, es central que haya transparencia en el sistema de justicia. Todo proceso judicial debe ser abierto y debe poder ser observado porque si no… ¿Quién sabe qué puede pasar, no?
-Desde hace años, Hollywood es objeto de crítica por su “edadismo”: es difícil para una mujer conseguir ciertos papeles a partir de un punto en su vida. ¿Sentís que esto no sucede en el mundo de las series?
-Bueno, seamos sinceros: no es una novedad que una mujer de edad madura resuelva crímenes, ¿no? Es tipo “¡Hola! ¡Agatha Christie!” pero también series británicas como Rosemary and Thyme o Jessica Fletcher, el genial personaje de Angela Lansbury en La reportera del crimen. Supongo que yo llegué a esa edad: puede sonar a un cliché pero lo disfruto. A la hora de aceptar un trabajo pienso si estoy agregándole algo bueno al mundo con mi elección. Y la verdad es que siento que en este caso elegí no seguir sumando horas de sexo, sangre y violencia (de la que estoy harta, para ser sincera con vos) y opté por lo positivo de mostrar a personajes de una edad que no siempre están bien representados.
-Suena a una gran elección.
-Vivimos en una era hermosa en donde podemos ver en pantalla a gente diferente. Y eso es genial. Anoche antes de dormir vi una publicidad de pasta dental con una chica que tenía las paletas separadas… ¡Cuando yo crecí eso era impensado! Todas las personas en la televisión tenían dientes perfectos. Y me fui a dormir feliz, porque cuando personas que son diferentes son celebradas por lo que son y por su belleza, todos nos sentimos bellos. La inclusión y la representatividad es buena para todas las personas.
-Todos los años en las redes sociales hay alguna campaña para que te sumes a algún show o franquicia. Pasó hace poco con The Mandalorian, cuando miles de fanáticos de Star Wars impulsaron que reemplaces en su rol a Gina Carano, ¿cómo te sentís al respecto?
-Sin dudas me siento agradecida y lo veo como algo muy dulce. Pero te voy a confesar algo: estaba en negociaciones para sumarme a algo de Star Wars cuando eso ocurrió y creo que fue contraproducente. No era un rol en The Mandalorian, pero era algo parecido. Y creo que la campaña dañó mis chances porque hubiese parecido como una elección política cuando en realidad estaba negociando desde antes. ¡No culpo a nadie de eso! Sólo fue un mal timing, ¿entendés? Una mala coincidencia. Pero sé el amor que mucha gente me tiene y eso es hermoso
-¿Aceptarías estar en una película de superhéroes? Los más fanáticos saben que estuviste en la Spider-Man de 2002 por unos segundos, pero es un género en auge donde podrías hacer un gran papel
-¿Vos creés? ¿Yo? ¿En una película de superhéroes hoy? Creo que es mucho compromiso tener que estar disponible para toda una saga. Y dejame que te diga otro secreto: rechacé un papel similar hace algunos años y fue algo que luego fue masivo…
-¡No podés dejarme con esa intriga! ¿Qué fue?
-(Risas) No lo recuerdo... Pero fue algo que no me dieron ganas de hacer porque estaba muy cansada de ese tipo de papeles. Hoy creo que fui una tonta porque es un género que tiene muchas posibilidades y lo que rechacé se volvió muy popular… ¡Pero así son las carreras largas en la industria del entretenimiento! Muchos errores y algunos aciertos.
-¿Hoy aceptarías?
-No sé... ¡Me acabás de preguntar por el edadismo de Hollywood! Creo que sí, qué sé yo, estaría bueno una superheroína como yo, ¿no? Una mujer de edad madura como en Los Increíbles, ¿no? Alguna vez nos ofrecieron hacer algo así con Bruce Campbell y creo que podría estar bueno. Algo que nos saque de nuestro retiro y nos devuelva a la acción.
-Tal vez podría ser una serie: hoy parecen estar más en auge que nunca...
-Qué difícil eso que señalás. Cada vez hay más y más plataformas, pero la misma cantidad de dinero para presupuestos, así que nos vemos obligados a hacer más cosas con el mismo dinero. No hay dudas de que la tecnología te deja hacer un montón de cosas de forma más barata, pero en tiempos como estos, con pandemia, a veces es difícil encontrar la financiación adecuada. No quiero sonar amargada: amo las series y creo que en la cuarentena fue la manera en la que muchas personas se divirtieron y se olvidaron de los problemas. Y de eso se trata My life Is Murder: entretenerse, pasarla bien, ver algo hermoso en donde la justicia siempre triunfa. Y necesitamos eso más que nunca. Ojalá pronto estos días oscuros terminen y pueda pronto volver a viajar y visitarlos en la Argentina.
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