Los protagonistas de Poco ortodoxa: un matrimonio conflictuado en pantalla, grandes amigos fuera de ella
Han alcanzado la fama de la noche a la mañana gracias al éxito que ha supuesto Poco ortodoxa, la serie de Netflix que se ha convertido en sensación en todo el mundo y que relata la huida de Etsy (Shira Haas) de una comunidad judía ultraortodoxa de Brooklyn hasta Berlín en busca de su libertad, que pronto se verá amenazada cuando su marido Yanky Shapiro (Amit Rahav) llega a la capital alemana con la firme intención de encontrarla. Pero la amistad entre los actores israelíes Rahav y Haas viene de muchos más años atrás. Según ha contado el propio Rahav en una entrevista en el podcast The Big Ticket de la revista especializada Variety, se conocen desde hace 10 años y supieron que trabajarían juntos solo unos días antes de la audición.
"Fue todo un secreto. Teníamos una prueba para La orquesta, que era el nombre inicial del proyecto. Nadie nos dijo que detrás de esto estaba Netflix. Solo sabía que mi personaje era un judío ortodoxo y tenía que hacer dos escenas: la de la primera cita y una de las escenas de dormitorio", ha explicado Rahav. "Fue muy emocionante porque deseábamos que llegara la oportunidad de trabajar juntos. La noche anterior estábamos hablando por teléfono y practicamos una de las escenas en yiddish [la lengua hablada por los judíos de origen alemán]. Estaba en mi habitación, hablando con ella por teléfono y me sentía como en una primera cita de verdad. Fue mágico y los dos vimos que esto podría funcionar. Los dos cruzábamos los dedos y pensábamos en alto: 'Ojalá lo consigamos y ojalá que sea juntos'", ha recordado.
Sira Haas, por su parte, contó hace unos meses que desde que Rahav y ella se conocieron gracias a amigos en común siempre habían bromeado con que tenían que trabajar juntos alguna vez. Una amistad de la que se ha beneficiado para interpretar este papel, pues le permitió sentirse más cómoda. "He tenido personajes con los que tenía que hacer escenas íntimas y escenas cruciales con personas que no conocía de nada, pero para ese tipo de escenas necesitas construir una confianza, no solo para sentirte cómodo, sino también para que se transmita al otro lado de la cámara. Si tienes una buena conexión con la otra persona lo tienes hecho", ha explicado en una entrevista para la revista Vogue.
La protagonista ya había hablado de esta buena sintonía entre ambos en varias ocasiones. "Realmente me sentía como una 'mishpocha', como se dice en yiddish, algo así como una familia, en cierto modo", explicó entonces Haans a la publicación IndieWire sobre conocer de antemano a Rahav, quien la ayudó a lidiar con su personaje y retratar el intenso viaje emocional que hace en la serie. "Manteníamos nuestro sentido del humor en cada escena, aunque fuera difícil, siempre nos reíamos entre toma y toma con nuestras bromas internas… Fue bueno saber que realmente puedo confiar en él y me hizo sentirme muy libre. Es bueno tener un amigo cerca".
Una vez que consiguieron el papel, según Rahav, lo más desafiante para él en esta serie ha sido aprender yiddish. "Recibimos clases durante un mes o dos. Fue muy difícil. Pero por suerte teníamos a Eli Rosen como instructora en este dialecto. Nos acompañaba las 24 horas al día y los siete días a la semana. Actuar en un idioma diferente es algo muy único, realmente fue toda una experiencia", ha contado en Variety. Para su compañera, además del idioma, su mayor reto fue enfrentarse a la maquinilla de afeitar, pues el primer día de rodaje tuvo que raparse la cabeza. "Es la escena final del primer capítulo que rodamos. Cuando Maria Schrader, la directora de la serie, me dijo que tendría que raparme entré un poco en shock, la verdad. Pero al final me ayudó mucho a meterme en el personaje. Era consciente de que tenía que hacerse en una sola toma y tenía que ser una toma perfecta, porque solo te puedes rapar una vez. Así que bueno, estaba nerviosa, pero a la vez muy dispuesta a hacerlo", reconoció en Vogue la actriz que, a sus 24 años, ya acumula un gran historial de éxitos tras haber actuado en el debut como directora de Natalie Portman, A Tale of Love and Darkness (2015), haber trabajado con Jessica Chastain en Un refugio inesperado (2017) y por haberse llevado un premio Ophir —el equivalente israelí a un Osar— por su papel secundario en Noble Savage (2018).
Pero Poco ortodoxa ha sido su mayor escaparate. No solo para los dos protagonistas, también para el que ejerce el papel de villano, Jeff Wilbusch, quien gracias a esta serie ha reconocido que ha sido capaz de enfrentarse a sus propios demonios, pues en la vida real él también abandonó una comunidad judía ultraortodoxa para encontrar su propio camino. Según contó Wilbusch hace unas semanas a Marie Clarie, huir de su pasado le llevó a estar años sin comunicarse con su familia.
"Crecí y viví en una comunidad ultraortodoxa similar a la de Esty, pero en Israel. A los 13 años me fui y desde ese momento no tuve nunca más contacto con ellos. Los primeros nueve años no tuve comunicación con mi familia, después hablé con ellos en dos ocasiones y luego pasaron otros ocho años sin hablarnos. Realmente en ese tiempo me olvidé de muchísimas costumbres. Pero cuando me encontré con Moishe [su personaje en la serie de Netflix] volví a enfrentarme a mis propios demonios. Volví a escuchar y hablar yiddish, a leer la Torá, reconocer mandatos y reglas religiosas… Fue muy difícil, me costó mucho aceptarlo, pero en el camino de conexión con mi personaje al final sucedió y fue muy emotivo. No sé si incluso terapéutico", ha relatado.
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