Las muertes (de ficción) que más nos impactaron
Hacemos un repaso por los decesos de personajes emblemáticos de la series
Cuando miramos una serie nos encariñamos con muchos de sus protagonistas, los seguimos e incorporamos a nuestras rutinas como si fueran amigos de toda la vida. Por ese motivo, siempre nos da pena cuando alguno de ellos fallece (aparte de enojarnos a muerte, irónicamente, con el creador de las series que tanto fanatismo nos generan). Por ese motivo, recopilamos algunas de las muertes de la tele por las que más sufrimos.
1 Game of Thrones: la muerte le sienta bien
Con seguridad, Game of Thrones es una de las series que mayor cantidad de muertos lleva en su haber. Acá no es buena idea encariñarse con nadie porque incluso los personajes que podrían parecer intocables terminan con la cabeza rodando como María Antonieta. George R. R. Martin, escritor de las novelas en las que se basa la serie, nos regaló con esta ficción una historia de asesinatos (¡y castraciones!) que nos afectaron notablemente. De todas ellas, la muerte de Ned Stark, Señor de Winterfell y quizás el gran personaje de toda la serie, no dejó a nadie indiferente. Ned era un experto en combate, en logística, amaba a su mujer y era un excelente padre, era valiente y la palabra "sometimiento" no figuraba en su diccionario. Obviamente, fue justamente por eso que su expectativa de vida no era muy prometedora. Cuando murió él, se acabó la inocencia de todos los que veíamos Game of Thrones.Y lo peor es que la matanza apenas había comenzado...
2. Lost: tatuado en la mano
Lost fue un suceso y también fue otra serie que tuvo bastantes bajas a lo largo de todas sus temporadas. De la extensa galería de personajes que murieron, con seguridad la de Charlie (Dominic Monaghan) fue la muerte que más nos entristeció. Él era un músico que había encontrado en la misteriosa isla una forma de redención a una vida repleta de excesos y frivolidad y, aunque no gozaba de la popularidad de Jack o Sawyer, tenía un nutridísimo grupo de fans. Por ese motivo, su muerte fue uno de los momentos más emotivos de la serie. Charlie, que de a poco comprendió cuál era el verdadero camino del héroe, murió sacrificando su vida por un bien mayor. Su mano, con la leyenda "Not Penny´s Boat" escrita en marcador, fue un momento televisivo perfecto que aún hoy conmueve.
3. Breaking Bad: amante Inmortal
En Breaking Bad hay un momento de quiebre. Cerca del final de la segunda temporada, Jesse (Aaron Paul) está totalmente sumergido en un raid de drogas junto a su novia Jane. Los jóvenes tortolitos no tenían lo que podría ser llamado como "una tierna e inocente historia de amor", pero al menos se querían y se acompañaban mutuamente en una existencia cargada de amargura. Pero eso duró hasta que la muerte de Jane sacudiera de manera violenta el status quo de Breaking Bad. Ella muere ahogada en su propio vómito mientras Walter White (Bryan Cranston) la observa callado, eligiendo no salvarla. White había hecho un "asesinato por omisión", pero lejos de matar a indeseables traficantes, esta vez él liquidaba a un personaje con el que los espectadores estaban más apegados. Luego de esta escena, todos se dieron cuenta que Walter estaba muy lejos de ser el héroe de la historia.
4. Seinfeld: el riesgo de casarse con Costanza
La que para muchos es la gran sitcom de todos los tiempos, tuvo en su séptima temporada una muerte. Tenía que pasar, una serie como Seinfeld, que constantemente jugueteaba con el humor negro, debía incorporar un fallecimiento a su extenso repertorio de tópicos políticamente incorrectos. En la séptima temporada, George Costanza (¡aplausos!) se compromete con Susan Ross. Como era de esperar, a cinco minutos de haber tomado esa decisión, se arrepiente, pero dado que no tiene la valentía (obvio, es George), de cortar con ella, decide dar paso a una hermosa galería de ridículas ideas con el objetivo de ser abandonado. Finalmente, debido a su tacañería, Costanza envenena involuntariamente a su prometida con unos sobres baratos que contenían las invitaciones al casamiento, y que ella lamió para cerrar, uno a uno. George zafaba de casarse y el cuarteto fantástico mantenía su independencia. Mientras tanto, los espectadores del mundo se reían ante esta macabra situación, porque esa es la genialidad de Seinfeld: saber que el humor astuto no conoce de tabúes.
5. Okupas: Chiqui por siempre
Junto a Los Simuladores, Okupas fue uno de los grandes programas que dio la televisión argentina. El viaje iniciático de Ricardo a una realidad urbana que le era desconocida pintó un retrato social incómodo, que la ficción televisiva nunca había decidido encarar con seriedad (el director y coguionista de esta serie, fue Bruno Stagnaro, codirector de la gran Pizza, Birra, Faso). A lo largo de apenas once episodios, los espectadores nos encariñamos profundamente con ese grupo de amigos, y por ese motivo, la muerte de Chiqui (Franco Tirri) en el último capítulo nos dolió tanto. Quizá porque él representaba la inocencia perdida de un grupo marginado o porque su nobleza contrastaba bruscamente con la violencia del resto de los personajes, su muerte fue especialmente triste. La despedida al Chiqui musicalizada con "My Girl" de los Rolling Stones será por siempre una de las secuencias más dolorosas de la televisión.
De yapa: todo comenzó con Laura
Hubo una muerte que marcaría para siempre la historia de la pantalla chica. En abril de 1990, en un pequeño pueblo llamado Twin Peaks, moría Laura Palmer, dando inicio a una increíble investigación para hallar al culpable. Ese crimen dio origen a una verdadera obra maestra, creada por el gran David Lynch. Por lejos, la de Laura Palmer fue una de las muertes más importantes en la historia de la televisión.
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