La reina del Flow, la serie que se sumerge en el mundo del reggaeaton
Yeimy Montoya es una joven amante de la música que pasa sus días componiendo canciones en un viejo grabador y tomando nota en un cuaderno colorido. Tiene una linda familia y la vida de cualquier chica que vive en una comuna humilde y violenta de Medellín, Colombia; pero en un abrir y cerrar de ojos, todo cambia y termina en la cárcel pagando una injusta condena tras ser engañada por la persona que más amaba y en la que más confiaba. Desde ese momento, su único propósito es quedar en libertad y vengarse de este hombre que no sólo le rompió el corazón, sino que se convirtió en una estrella con las letras que le robó en la adolescencia. Diecisiete años después, llegó el momento: con otra identidad, va a quedar cara a cara frente a Charly Flow, el hombre que la traicionó.
Venganza, amor y pasión, y una banda sonora pegadiza para los seguidores de la música urbana. Esa es la premisa de La Reina del Flow, la serie que batió records de audiencia en Colombia, que la viene rompiendo en Netflix y que ahora acaba de estrenar Telemundo Internacional (de lunes a viernes a las 21 horas).
LA NACION conversó con Carlos Torres (Charly Flow), Carolina Ramírez (Yeimy Montoya/Tamy Andrade), Mabel Moreno (Gema Granados) y María José Vargas (Yeimy Montoya joven) acerca del éxito de la serie y los retos a los que se enfrentaron al grabarla.
"Cada personaje tiene una redención. Yeimy es una mujer que tiene que atravesar un camino muy grande para encontrarse a sí misma. Cuando sale de la cárcel tiene una venganza que de algún modo es lo que la mantiene en pie, pero se encuentra con cosas que pensó que ya no se volvería a encontrar: el amor, la amistad y un montón de valores. Era una niña que vivía en un barrio en precarias condiciones y que tenía una familia muy digna, pero le arrebataron todo", explica Carolina Ramírez. La actriz que tiene una larga trayectoria en su país, está casada desde hace 11 años con un argentino y en esta última visita quedó impresionada con el cariño de la gente. "Este es mi segundo país, mi casa, vive mi familia, lo raro es que antes venía de incógnito y ahora ya empezaron a reconocerme", contó sorprendida.
Por su parte, Mabel Moreno, que en la ficción es Gema, la esposa del reggaetonero que tiene tan pocos escrúpulos como ella, adelanta que "los espectadores se van a encontrar con una historia de venganza y con esa excusa, con una historia de amor, de música, con la belleza de soñar, con personajes que no son ni del todo buenos ni malos y que en todo momento tendrán que escoger un camino y casi siempre eligen el equivocado. Pero, sobre todo, ninguno de ellos termina cómo empezó y eso es lo interesante. Siempre se están enfrentando a decisiones, y eso es la vida, por eso pegó tanto, a todos nos pasa".
Para María José Vargas (quién interpreta a Yeimy de adolescente), la serie deja abierta la invitación a pelear por los sueños. Para la actriz, que tuvo que rodar en una comuna muy humilde de Medellín, la experiencia fue transformadora. "A pesar de que muestra cosas tan malas como se ven en todas las series de Colombia, se ve todo el potencial. Cuando grabamos ahí, había muchachos que rapeaban increíble y sólo por recursos, por la manera en la que nacieron, no tienen oportunidades y su mentalidad era: 'Yo no lo voy a lograr porque vivo acá'. Y siento que nosotros les dejamos impregnada un poco la enseñanza de que nacer en un lugar, en un barrio, en una comuna, no te condiciona; que todo es mental, que tiene que ver con las ganas de levantarse y soñar, seguir luchando por sus metas, que todo se puede lograr y la Reina del Flow tiene ese mensaje", asegura.
La gran atracción
El personaje de Charly Flow, un regaetonero tan idéntico a Maluma que es imposible dejar de compararlos, es sin dudas quien se lleva todas las miradas. Carlos Torres, el modelo y actor colombiano que le da vida al cantante, tuvo que poner mucho de sí para construir este personaje tan parejo de principio a fin, que tiene rasgos, modismos, gestos y acentos que se repiten con exactitud en cada escena.
"Fue una construcción muy difícil. En primer lugar, tuve que aprender el acento paisa, porque yo no soy de Medellín, nací en Barranquilla y hablamos distinto. Fue muy complejo adaptarlo. Segundo, el género urbano, esa forma de expresarse, esos movimientos, el estilo que ellos tienen que les sale a flor de piel. Luego, montarse a un escenario y bailar", recopila. Para lograrlo, tomó clases de baile, estudió mucho y se apoyó en su productor, que fue vital para que el personaje siguiera el mismo recorrido a lo largo de la serie.
En cuanto a su aspecto físico, que se modificó bastante, fue un reto: "Todos los días arrancábamos temprano desde la ropa, los tatuajes de Charly que llevaban dos horas y media, empezar a sentir el flow, a entrar, y ese acento paisa que también le da esa malicia que tiene. Y darme el gusto de dejar salir a ese malo que todos llevamos adentro". Otro desafío fue sostener la personalidad, a quien no logramos terminar de odiar ni amar. "Siempre tuvimos claro que Charly no fuera solo un personaje malo, perverso, que la gente cambie de canal cuando lo vea, sino que tenga matices porque es un artista, tiene carisma, y se hace querer. Lograr esa dualidad fue el doble de difícil", asegura.
Los motivos del éxito
La telenovela colombiana batió récord de audiencia en el prime time de su país y se convirtió en la producción más vista de los últimos 15 años. Algunos de los posibles motivos: es dinámica, de esas series en las que todo el tiempo pasa algo, las problemáticas se resuelven muy pronto y no hay personas escondidas detrás de las puertas escuchando lo que no debían. Cada uno de los personajes muestra sus miserias (sobre todos los protagonistas), tanto sus aristas buenas como las malas, y ese es otro punto a favor en el que el espectador puede lograr sentir empatía.
La presencia de la música urbana, que se compuso especialmente para la serie (ninguno de los protagonistas escribió ni interpreta los temas) y que la producción decidió subir a plataformas digitales con muy buena respuesta, cada tema tiene millones de views y descargas. Y una campaña de marketing digital que los mantuvo alertas en las redes, demostrando una vez más que traspasar la pantalla y utilizar las nuevas plataformas como aliadas siempre es una gran opción.
Otro punto fuerte, teniendo en cuenta el contexto en todo el mundo, fue la presencia femenina. Empezando por una protagonista mujer, empoderada y para nada débil como la mayoría de las heroínas de telenovela. Mujeres que enfrentan las adversidades y no se rinden.
"No hay una fórmula escrita, no existe. Acá sentimos que fue el elenco, el equipo, el guion, todo en el tiempo correcto. Es la primera serie que se hace sobre el género urbano", explica Carlos.
Para Carolina, los buenos resultados tuvieron que ver con que se puede ver la fragilidad en estos personajes que son de hierro: "Por ejemplo, podemos ver a ese Charly Flow que todos odiamos pero que en la relación con su hija nos desbarata y nos cuesta odiarlo. Como tampoco podemos querer del todo a un personaje como Yeimy, que elige pasar por encima de la dignidad, de la familia y de un montón de valores. Son personajes que en la vida real existen y por eso le llegan a mucha gente".
La serie
Para esta apuesta de Caracol Televisión grabaron durante 8 meses. Son 82 capítulos (cada uno de 45 minutos) y el final quedó abierto a una segunda temporada que ya fue confirmada y comenzaría a grabarse en agosto. Según adelantaron los actores, va a mostrar qué pasó con los personajes un tiempo después. Habrá que esperar para saber cómo continúan las vidas de Charly y si Yeimy, finalmente, pudo salir de la oscuridad para siempre.
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