La historia oculta de los Queer Eye: intento de suicidio, bullying e hijos no reconocidos

En tiempos de deconstrucción y crisis de la masculinidad, Netflix decidió revisitar uno de los reality shows más originales de hace una década y estrenó en 2018 Queer Eye, con historias de cambio de la mano de cinco "gays fabulosos". La fórmula de TV incluía mucha emoción e historias de superación y demostró ser perfecta, con tres temporadas disponibles en la plataforma de streaming y cientos de miles de fanáticos en las redes sociales. Pero cuando las cámaras se apagan, las vidas de estos expertos demuestran ser casi tan interesantes como la serie misma.

Si bien no son amigos, los cinco expertos tienen una gran química en pantalla. Tan France es quien se encarga de aconsejar sobre moda; Karamo Brown es el especialista en cultura; Bobby Berk maneja el área de diseño y Jonathan Van Ness es el encargado de los cambios en estética. Todos tienen títulos y experiencia para hablar sobre su área, algo en donde el quinto integrante -Antoni Porowski, dedicado a la gastronomía- parece hacer agua. En redes sociales sus habilidades en la cocina son frecuentemente cuestionadas y muchos creen que su apariencia es el principal motivo de su presencia en el envío.

Karamo es el único que era famoso antes de Queer Eye, ya que fue el primer participante negro gay de un reality show en la historia de los Estados Unidos. Fue en 2004 en el ciclo de MTV Real World: Philadelphia. Esta exposición le trajo una sorpresa: cuando terminó el programa, regresó a su casa y allí lo esperaba una orden judicial porque una ex novia del secundario le había iniciado un juicio por paternidad. De este modo, Karamo se enteró que era padre de un niño, algo que desconocía.

"Salí del clóset cuando tenía 16 años pero mi última novia la tuve a los 15. Ella quedó embarazada en esa relación pero no me dijo nada y al terminar el colegio perdí contacto. Diez años más tarde me enteré que Jason era mi hijo. No juzgo lo que ella hizo porque éramos dos niños y esas decisiones fueron tomadas por adultos", confesó. Hoy Karamo tiene la custodia completa del adolescente y de su medio hermano.

Aunque hoy lleva la vida "más adulta" de todos los integrantes de Queer Eye, no hay dudas de que Karamo es quien vivió momentos más difíciles. En 2006 intentó suicidarse tras perder a un ser querido. En ese momento sus amigos llamaron al 911 y los médicos lograron salvarle la vida, pero recién ahí él entendió que su adicción a la cocaína y el éxtasis había ido muy lejos, por lo que pidió ayuda. Escribió un libro con esta experiencia y ahora, además, se dedica a dar charlas inspiracionales a personas adictas.

Tan, por su parte, tiene una historia de vida muy particular, como el hijo mimado de una familia paquistaní musulmana inmigrante en Londres. "Asistía a la mezquita todos los días pero no hablaba con nadie, prefería quedarme en mi cuarto jugando con muñecas Barbie que le quitaba a mi hermana y escuchando I Should Be So Lucky de Kylie Minogue. Me sentía diferente pero no entendía si eso estaba mal", reveló.

De hecho, su vida no tuvo mayores contratiempos hasta que contó en su casa que era gay y sus seres queridos le dieron la espalda: "La palabra 'gay' jamás había sido mencionada en mi casa y yo nunca había visto ni siquiera un personaje gay en la televisión, pero era muy chico para entender que eso les iba a molestar tanto". Su padre falleció sin aceptar quién era su hijo y aún hoy, a pesar del éxito que le dio el ciclo Netflix, su madre no conoce a su marido con quien está casado desde 2007.

En el caso de Van, sufrió bullying en su infancia mientras asistía a un pequeño colegio en Missouri. Los maltratos eran tan corrientes y duros que se acostumbró a recibir amenazas de muerte y a ser golpeado en los pasillos. Un hostigamiento similar sufrió Bobby creciendo en una comunidad religiosa. Sus recuerdos siguen siendo tan vívidos que en la segunda temporada prefirió no grabar unas escenas en una parroquia para evitar desatar malos recuerdos.

Son amores. Por fortuna el presente de estos Fab Five es mucho más brillante que su pasado. La mayoría parece haber encontrado a su príncipe azul (al menos por ahora) o está feliz con su soltería. Tan está casado desde hace 12 años con Rob France, un ilustrador de Wyoming. En tanto, Bobby cumplió siete años de casado con Dewey Do, un cirujano facial.

El próximo en pasar por el registro civil es Karamo, que sale con Ian Jordan. Son novios desde hace nueve años, cuando se conocieron en un boliche de Los Ángeles y se comprometieron en mayo de 2018. Se rumorea que habrá boda en octubre del año que viene.

Antoni, por su parte, es el que está en plena etapa de cambios. Luego de un noviazgo de siete años con el musculoso Joey Krietemeyer, conoció a Trace Lehnhoff por Instagram y luego de unos likes y comentarios cruzados, comenzaron a salir. Es el único del grupo que no se siente cómodo con la etiqueta "gay" y que reconoció que está dispuesto a salir con mujeres en el futuro.

El soltero de Queer Eye es Jonathan, quien se separó hace algunos meses del jugador de rugby Wilco Froneman, su última pareja. Si bien no se saben los detalles de la ruptura, no parece haber sido en buenos términos. "Los mentirosos jamás triunfan", escribió enigmático en su cuenta de Instagram para días más tarde dedicarle la canción de Ariana Grande "Thank you, next". Según declaró en varias oportunidades, tiene más ganas de enfocarse en el trabajo que en una nueva pareja... pero nadie puede saber a ciencia cierta cuándo Cupido decide actuar.

Así, con historias de vida que se parecen a las de tantas personas que viven su sexualidad y afectividad de manera diversa alrededor del mundo, estos cinco hombres consiguen llegar hoy a los hogares de millones de personas y tratar de ayudar a aquellos que quizás estén atravesando por lo que ellos sufrieron en el pasado.

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