Kate del Castillo: "No me arrepiento de nada de lo que hice"
La actriz mexicana, que sirvió de enlace entre "el Chapo" Guzmán y Sean Penn para una entrevista de Rolling Stone, es protagonista de la serieIngobernable, donde interpreta a la viuda de un presidente, y que Netflix estrena hoy
NUEVA YORK.- En 2015, cuando era uno de los fugitivos más buscados del mundo, Joaquín "el Chapo" Guzmán aceptó darle una entrevista a Sean Penn para que fuera publicada en la revista Rolling Stone. ¿Cómo concretó el jefe del cartel de Sinaloa, quien ahora está preso en los Estados Unidos, la reunión con el actor norteamericano? La respuesta es: Kate del Castillo .
La protagonista de La reina del sur, famosa por haber actuado en numerosas telenovelas y películas, tanto en México como en los Estados Unidos, facilitó el encuentro de Penn con "el Chapo", con quien se había puesto en contacto después de dar a conocer en 2012 una carta abierta en la que decía que creía más en él que en el gobierno mexicano y lo instaba a "traficar con el bien". Un tiempo después de esa declaración pública, hubo intercambio de mensajes entre "el Chapo" y Del Castillo, quien estuvo involucrada en los intentos de producir una película sobre la vida del narcotraficante. Esta cercanía con Guzmán y el haber participado en la famosa reunión de éste con Penn le costaron a la actriz una investigación por parte de la justicia en su país natal, además de muchas críticas.
"No me arrepiento de nada de lo que hice", dice ahora Del Castillo en un encuentro a solas con LA NACION en Nueva York, refiriéndose a su afición por expresar sus ideas sin autocensura, más allá de este hecho en particular.
Conociendo su historia es fácil entender por qué la actriz decidió aceptar el desafío de protagonizar Ingobernable, la serie original de Netflix , que se estrena hoy. Ese mismo espíritu rebelde lo tiene su personaje, Emilia Urquiza, la aristocrática primera dama de México que se ve obligada a escapar cuando es acusada del asesinato de su marido, ocurrido mientras ella está inconsciente, tras una violenta discusión porque él se niega a aceptar el divorcio.
"¡Es poder femenino a todo lo que da! -dice la actriz sobre su rol como productora en la serie y la participación de varias mujeres en la producción-. La creadora y escritora principal de la serie, Natasha Ibarra, junto con su padre, Epigmenio Ibarra, me presentaron la historia y me dijeron que la estaban escribiendo básicamente para mí. Me pareció increíble ya por el simple hecho de interpretar a la primera dama mexicana, que es algo que nadie hizo hasta ahora. Como actriz siempre estoy buscando retos y riesgos, y eso es lo que me ofreció este personaje."
-Está claro que te gusta interpretar mujeres fuertes, pero ¿cómo fue encarnar a este personaje que tiene que pasar enseguida de una situación muy delicada a una aún peor?
-Es muy interesante ver cómo pasa de ser una niña rica que lo ha tenido todo a tener que mojarse lo pies y vivir esa situación como nunca lo haría nadie de su posición en México. Por ejemplo, yo no conozco Tepito [zona marginal de México DF], son lugares de los que te querés mantener alejada. Ella va ahí y es donde encuentra a alguien que la esconde y que le cree. Es bonito ver su cambio y también que puede darse cuenta del daño que los presidentes le han hecho a la nación. Le entra un mexicanismo, si ésa es una palabra, de decir: "Yo voy a hacer las cosas que mi marido prometió, cueste lo que me cueste". Eso es algo brutal porque ya no se trata de lo que le pase a ella, sino de la nación entera.
-¿Sentiste que era importante plantear el tema político, aunque no sea algo específico que esté sucediendo, pero sí crear un clima en la serie similar a situaciones complicadas no sólo de México, sino de América latina en general?
-Quisimos hacer todo ficticio, pero obviamente está basado en muchas cosas que pasan en la realidad. Sería un crimen hacer una serie que tiene a la primera dama de México como protagonista y no hablar de ciertos temas que pasan allá. Yo no lo permitiría y como mexicana me indignaría si no lo hicieran. Creo que tiene mucho que ver con América latina, pero también con los Estados Unidos. Todos estamos corrompidos, todos tenemos gobiernos corruptos. La cosa es que algunos lo hacen mejor que otros. Esta serie también habla sobre esa deshumanización de los políticos, que es lo que sucede con este presidente. Por eso ella se decepciona por completo de él, le pierde el respeto y le parece un pusilánime, porque no hizo lo que prometió. Es como si la hubiera traicionado a ella directamente. Lo lindo de ella es que nunca pierde su amor por México y que muestra esa dignidad que tenemos las mujeres cuando nos vemos atacadas.
-¿Te parece que te pasa algo similar, que sentís una responsabilidad hacia México y querés ayudar de la forma que puedas?
-No podría no hacerlo. Siempre he sido muy abierta en las cosas que pienso, aunque me meta en problemas y que a la gente le guste o no. No podría no decir lo que pienso, ¡y no digo un montón que me guardo, eh! Pero cuando algo me molesta mucho, sí. Creo que es una obligación de los actores, que tenemos una voz que debemos usar. Por ejemplo, hacer películas como Trade, Welcome in America, una en la que trabajé y que habla sobre la trata de personas. Me interesan cosas así, que dan a conocer ciertos temas en los que muchos somos ignorantes. También hice K-11, en la que interpreté a un transexual y aprendí mucho sobre las cosas por las que pasan los transexuales. A veces a la gente no le gusta leer y aprenden mucho al ver este tipo de trabajos. Así que claro que pienso que es una responsabilidad.
-¿Aun en los peores momentos, aquellos en los que te metiste en problemas, pensaste igualmente que tenías que sostener algo así? ¿Creés que siempre vale la pena?
-Por supuesto. Yo no me arrepiento de nada de lo que hice. Nunca en mi vida tuve arrepentimiento de nada porque de todo aprendí algo. A veces hubiera querido que las cosas salieran de otra forma, pero eso ya no estuvo en mis manos. Como dice esa oración: "Dame serenidad para cambiar lo que puedo y valor para aceptar lo que no puedo cambiar"; el tema es cómo saber la diferencia. Cuando no está en mis manos tengo que resignarme, pero echarme para atrás de las cosas que digo y hago, no. Es mi manera de pensar. Lo que pasa es que juzgamos mucho y a veces no nos animamos a decir cosas, y cuando alguien las dice, decís: "Ay, no". En fin, cuando te peleas con el mundo créeme que se siente muy mal y te sentís sola, tratando de probar que sos inocente, como le pasa a la primera dama de la serie. Eso te quita mucha estabilidad y energía emocional, pero es cuando más fuerte tiene que estar uno.
-En el primer capítulo de la serie también se ve la cuestión de la violencia contra la mujer y el clima de machismo que hay en el mundo. Vos escribiste un libro sobre el tema; ¿pensás que está mejorando la sociedad en ese sentido?
-Creo que estaba mejorando en todos los sentidos hasta que llegó "el 45" (se refiere a Donald Trump, que es el presidente número 45 de los Estados Unidos). Es muy fuerte lo que está pasando porque es como dar un paso gigantesco para atrás en la historia de la humanidad. Hubo un presidente negro y lo siguiente era que hubiera una mujer presidenta, era lo lógico para escribir una bonita historia. Siento que dimos un paso atrás y ahora va a estar de nuevo bien tratarnos como si fuésemos objetos, sexualizarnos en todo momento. Logramos mucho como mujeres, aunque nos falte mucho también, y ahora tenemos que estar más unidas que nunca.
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