"Cuando leí el guion de Gillian Flynn no me costó tomar la decisión", dice John Cusack a LA NACION al ser consultado sobre el motivo por el cual decidió protagonizar Utopia, la flamante producción de Amazon Prime Video que se estrena el 30 de octubre. El actor de Alta fidelidad reconoce que no ha formado parte de muchos proyectos televisivos -con excepción de participaciones esporádicas, nunca en un rol regular-, pero solo porque ninguno captó su atención tanto como este que alude, entre otras temáticas, a las teorías conspirativas que brotan en medio de una epidemia. "Es una serie que los afectará", advierte, haciéndose eco de la actual coyuntura.
Utopia, remake de la serie británica del mismo nombre de 2013, es un thriller de ocho episodios que la encuentra a Flynn en un rol más activo. La mujer detrás de las novelas Perdida (la cual adaptó ella misma para el largometraje del realizador David Fincher), Sharp Objects (adaptada como miniserie para HBO y producida por la autora, quien escribió algunos episopdios), y Dark Places (devenida en un olvidable film con Charlize Theron al mando), debuta ahora como showrunner, y es la guionista de todos los capítulos. Si bien la producción parece estar lejos de los micromundos por los que bucea Flynn, lo cierto es que la premisa también le brinda la posibilidad de jugar con el espectador, de tomarlo desprevenido, probablemente uno de sus rasgos más marcados como escritora: el de la ambigüedad de los personajes, los grises, y el inevitable estallido.
La serie pone el foco en un grupo de fanáticos de las novelas gráficas que se conocen virtualmente y que comparten su pasión por un cómic en particular, titulado precisamente "Utopia". Sin embargo, Becky (Ashleigh LaThrop), Ian (Dan Byrd), Samantha (Jessica Rothe), Wilson Wilson (Desmin Borges) y Grant (Javon "Wanna" Walton) van notando que las páginas anticipan sucesos de gran magnitud y de consecuencias a nivel global. Por lo tanto, para prevenir futuros peligros, deciden emprender la búsqueda de la protagonista de la novela, Jessica Hyde (gran personaje que cayó en manos de la actriz de American Honey, Sasha Lane), y unirse a ella en una apasionante cruzada que tiene en el Dr. Kevin Christie a un ominoso antagonista, interpretado por Cusack, cuyas intenciones van mutando.
El actor, cuya última aclamada interpretación fue la de Brian Wilson en la biopic sobre su vida,Love & Mercy -donde compartía el mérito con Paul Dano-, reconoce que si bien disfruta ver series, nunca había considerado liderar una, pero no porque el prejuicio fuera un factor. "No me resistía a hacer televisión, simplemente no encontraba un material que me produjera un interés para hacerlo. Por otro lado, si hacés un proyecto para TV, el compromiso es mucho más largo que el que tomás con una película. Yo usualmente cuento historias en 90 minutos, o a lo sumo dos horas, por lo cual fue muy interesante trabajar un mismo personaje por cerca de 9 horas", explica.
En diálogo con LA NACION, vía Zoom, el actor expresó que si no hubiese sido por el guion de Flynn y su mirada como showrunner, probablemente no hubiera aceptado el papel de Kevin. "Se trataba de una oferta de Gillian, a quien yo considero una escritora realmente increíble. De hecho, me mandó el guion, lo empecé a leer a la tarde y no paré hasta las tres de la mañana. Entonces, no me costó tomar la decisión: ella iba a estar al mando, escribe excelente, mi personaje es muy bueno, no era una ecuación complicada. Para mí era muy obvio lo que tenía que hacer. Confié mucho en ella", añade, negando así que su ausencia del mundo televisivo haya sido una elección profesional inamovible. "No, jamás me resistí a filmar una serie, solo que nunca me ofrecieron algo que me generara interés", aclara.
Utopia se filmó en Chicago, muy cerca de la ciudad natal del actor [quien es oriundo de Evanston, Illinois], lo cual, según lo que compartió con este medio, le agregó un condimento extra a la experiencia. "Me gustó mucho ir de mi casa al trabajo, además siento que es una ciudad que tiene muchas contradicciones: en un punto concentra lo mejor y lo peor de los Estados Unidos", manifiesta. Para Cusack, el rodaje allí fue todo un rito de pasaje. "Yo venía acostumbrado a trabajar con un solo realizador en cada película, que a su vez trabaja con su director de fotografía, quienes unifican su visión, y aquí fue distinto. Si bien Gillian supervisa todo, siempre me encontraba con directores diferentes, con sensibilidades variadas. Todo cambiaba semana a semana, lo cual fue novedoso para mí", expresa.
Asimismo, Cusack se sincera cuando tiene que explicar por qué considera que fue elegido por Flynn. "Si bien no puedo hablar por ella, creo que me ofreció el papel por los personajes que interpreté en el pasado", le cuenta a LA NACION. "Muchos de ellos son moralmente ambiguos, pero también queribles, y trabajar en ese límite debió haber sido del agrado de Gillian", apunta. En efecto, es imposible no pensar en clásicos en los que estuvo el actor, como The Grifters de Stephen Frears, Medianoche en el jardín del bien y del mal de Clint Eastwood, y ¿Quieres ser John Malkovich? de Spike Jonze, entre tantos otros. En cuanto a lo de "querible", Cusack cultivó también un prototipo de galán adorable y, al mismo tiempo, con muchas fallas a cuestas, como el de Lloyd Dobler en Say Anything y, claro, el de Rob Gordon en la mencionada Alta fidelidad, película que marcó a toda una generación. En esencia: está tan acostumbrado a trabajos heterogéneos, que puede percibir inmediatamente cuándo aceptar una propuesta y cuándo dejarla pasar.
Todos los personajes tienen mucho para perder, los resultados de sus acciones son sorprendentes, pero en retrospectiva luego parecen inevitables
"Yo no tenía experiencia en televisión, pero en cine aprendí mucho sobre cómo a los guiones se les pueden ver los hilos, o cómo pueden estar forzados textos que son endebles", explica. "En cambio, en Utopia todo está muy pulido, muy estructurado. Si Gillian pone una trampa, no es fácil de notar. Piensa mucho todo, tiene una mente sofisticada, y escribe de modo intrincado, pero sostiene la base para que todo tenga sentido a nivel emocional y psicológico. Todos los personajes tienen mucho para perder, los resultados de sus acciones son sorprendentes, pero en retrospectiva luego parecen inevitables, y eso es lo sofisticado", remarca.
"Utopia los va a shockear"
Según Cusack, Utopia llega en un momento ideal y, en simultáneo, en uno en el que sus líneas narrativas puedan resultar familiares en plena pandemia de coronavirus. "En sí, es una serie atemporal y aterradora, incluso puede sentirse demasiado cercana porque todo lo distópico capta el zeitgeist", explica. "Lo vas a shockear, pero también hay momentos divertidos. Espero que los atraiga, pero que no reabra heridas, ya que van a ser testigos de situaciones que los afecten. Cuando abordás un proyecto, una película o una serie, querés que tenga algún componente de peligro, entonces tenés que dejarte llevar. Nunca nos imaginamos que iba a haber una pandemia, y eso nos dio miedo, pero hay que enfrentarla", apunta el actor al que, cuando se le recuerda su paso por la Argentina, no puede evitar sonreír.
"Tengo una deuda con el país porque me gusta mirar serie de diferentes partes del mundo, incluso no miro casi nada de los Estados Unidos, y todavía no vi ninguna de la Argentina, pero sí hice una película allí muy rara [No somos animales, de Alejandro Agresti ]", le cuenta a LA NACION un actor que, a sus 54 años y con un personaje del cual prefiere guardarse los detalles para que esos giros narrativos de Flynn tengan mayor impacto, debuta en TV en épocas de streaming. Toda una novedad para él (y para nosotros).
Cuándo y dónde verla.
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