Esta comedia sobre un grupo de amigos fue una de los favoritas del público durante la década pasada
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Entre 2005 y 2014 hubo una comedia que se posicionó como una de las preferidas del público, en el competitivo rubro de las sitcom. Con un humor ingenioso, una estructura narrativa ágil y personajes entrañables, How I Met Your Mother dejó una huella en la historia del género, aunque eso no le impidió ser también cuna de varios conflictos.
Una amistad que llegó a la tele
A principios del siglo XX, Carter Bays y Craig Thomas eran la dupla estrella detrás de los guiones del Late Show de David Letterman. El agudo sentido del humor que mostraban ambos en cada uno de los segmentos de ese programa, los llevó a ganarse el reconocimiento de muchos de sus pares, y por ese motivo pronto les llegó una inmejorable oportunidad. Desde el canal CBS, les dijeron que estaban interesados en desarrollar alguna serie si es que tenían una propuesta en mente. Ante esta oferta, los guionistas no perdieron un minuto y se pusieron manos a la obra para crear una historia propia.
Luego de barajar algunas premisas que no terminaban de entusiasmarlos, Bays y Thomas decidieron ahondar en sus recuerdos, en el pasado en común que los unía como grandes amigos y socios. De esa forma, ellos esbozaron un libreto sobre la amistad entre dos estudiantes durante finales de los noventa. En ese año, Bays pasaba la mayor cantidad de su tiempo en el departamento de Thomas, quien vivía junto a su novia de la adolescencia, Rebecca. Bays se la pasaba quejándose de lo mucho que lo frustraba su soltería y su deseo por conocer a un gran amor. Y así fue como Bays se convirtió en Ted Mosby, Craig Thomas en Marshall Eriksen, y su novia Rebecca en Lilly Aldrin. El trío protagónico lo completaba una mujer llamada Robin, futuro interés romántico del protagonista, y un mujeriego empedernido de nombre Barney Stinson.
En How I Met Your Mother, la premisa giraba a partir de los recuerdos de Ted sobre las mil citas que tuvo hasta finalmente conocer a la madre de sus hijos, quienes escuchaban con paciencia todas las anécdotas paternas. Gracias a esa estructura, Bays y Thomas plantearon una comedia de tiempos veloces, que jugaba con los flashbacks adentro de los flashbacks, con pasos de humor a partir de distorsiones en los recuerdos, y todo tipo de recursos basados en suavizar el tenor de anécdotas prohibidas porque a fin de cuentas, esta era una historia que un adulto le narraba a sus hijos. Claro que esos recursos narrativos que resultaban innovadores no ninguneaban el verdadero atractivo de la propuesta, que estaba centrado en el difícil proceso de este grupo de veinteañeros que llegaban a los treinta, y atravesaban una serie de crisis personales, pero también de alegrías por sueños logrados y metas alcanzadas. Carter y Bays proponían un cocktail sólido, al que decoraban con una verdadera metralleta de gags.
Los Fab Five
Como en todo proyecto televisivo de este calibre, los productores sabían que debían encontrar a los actores y actrices idóneos. La posibilidad de contar con algún nombre fuerte les resultaba clave para impulsar el proyecto. Inicialmente, los guionistas querían a Scott Foley para interpretar a Ted, pero la estrella de Felicity rechazó la oferta. La segunda opción fue Jason Biggs, uno de los protagonistas de American Pie, pero él también prefirió dejar pasar el rol.
Respecto a Robin, la elegida fue Jennifer Love Hewitt, que en un principio se mostró interesada en el proyecto. Pero esos planes también se estancaron cuando la actriz de Party of Five cambió de idea y optó por el protagónico de la serie Ghost Whisperer. En ese momento, la directora de casting encontró haciendo zapping a una joven intérprete llamada Cobie Smulders, que le gustó para ese personaje.
Como grandes fanáticos de la serie de culto Freaks and Geeks, Carter y Thomas contrataron a Jason Segel para componer a Marshall y para Lily, la elegida fue Alyson Hannigan, una cara muy conocida por su papel de Willow en Buffy, la cazavampiros. Cuando Alyson fue confirmada, el actor Jason Biggs (que había trabajado con ella en American Pie), se lamentó de no haber confirmado su participación en el show, y de ese modo apareció en escena Josh Radnor, quien fue elegido para Ted. Para componer a Barney, el equipo de casting vio varias audiciones y rechazó a varios candidatos (entre los que estaba Jim Parsons). Eventualmente apareció en escena Neil Patrick Harris, un artista de musical y muy recordado por los televidentes de los Estados Unidos, que lo habían visto en una popular serie de finales de los ochenta llamada El doctorcito. Originalmente, Barney había sido descripto en el guion como un hombre “en la línea de Jack Black, o John Belushi”, pero la frescura de Patrick Harris les hizo a los guionistas redireccionar el estilo de ese personaje. Con el elenco completo y el piloto terminado, todo estaba listo para que How I Met Your Mother llegara a la pantalla.
Britney, la gran salvadora
En septiembre de 2005 la ficción tuvo su estreno por el canal CBS. La saga de Ted y cómo le contaba a sus hijos el paso a paso hasta conocer a su madre, le gustó a los televidentes, pero como suele suceder, le tomó varias temporadas al título encontrarse con el éxito. Si bien la comedia funcionaba y el público la seguía con atención, los números de rating no eran los esperados, y Carter y Thomas suponían que la historia no iba a superar la segunda temporada. Por este motivo, se prepararon para darle un final a la trama, en la que Ted se casaba con su gran amor, Victoria (Ashley Williams). Pero CBS confió en la propuesta y les permitieron seguir adelante un año más.
Por otra parte, algunas voces denunciaban un supuesto parecido con Friends, ya que esta serie también estaba focalizada en un grupo de amigos (algo que de hecho, es una propuesta de base para infinidad de sitcoms). Con mucho humor, desde How I Met Your Mother se rieron de esta crítica llevando a los personajes a una cafetería, en vez del histórico bar en el que se solían reunir y en ese lugar uno de ellos exclamaba: “Sí, es oficial: juntarnos a tomar café es mucho menos divertido que ir de copas”.
La tercera temporada, esta vez sí, parecía la final. El rating no subía y la producción sabía que debían jugarse al todo o nada, y con esa idea en mente, decidieron presentar a Stella, una nueva novia para el protagonista. Y para interpretarla no podían tener a una mejor candidata. Britney Spears era una confesa fanática de How I Met Your Mother y su entusiasmo la llevó a sentarse a negociar la posibilidad de hacer una aparición en el show. Los productores le ofrecieron el rol de Stella y Britney aceptó. Sin embargo, cuando la cantante leyó el guion, le resultó mucho más divertido componer a la secretaria de Stella, Abby, un papel menor pero con grandes posibilidades para la comedia. Los productores aceptaron el cambio y Stella inesperadamente cayó en manos de Alicia Silverstone. La actriz tenía planeado su gran regreso a una ficción, luego de años de proyectos de muy poca trascendencia, pero todo se estancó. Cuando los representantes de Silverstone supieron que Britney iba a interpretar otro personaje, no quisieron que eso opacara a Alicia y le sugirieron rechazar este proyecto.
De este modo, la novia de Ted quedó en manos de Sarah Chalke, una cara muy conocida para los fans de la sitcom Scrubs. A pesar de todos estos cambios, la historia tuvo final feliz. El episodio en el que debutó Britney, titulado “Ten Sessions”, impulsó groseramente el rating de la ficción y fue durante años el capítulos más visto de la serie. Por todo esto, se considera que esta tercera temporada de How I Met Your Mother fue clave en el crecimiento del show, permitiéndole colocarse como una de las favoritas del público. Y en gran medida, todo fue gracias a Britney, que sin proponérselo, salvó a esta sitcom de la cancelación.
Un final que desató la polémica
Luego de ocho temporadas de éxito sostenido, aunque con algunos puntos bajos notables (la muerte del padre de Marshall fue uno de esos momentos de innecesario dramatismo que muchas sitcom no saben evitar), Carter y Thomas decidieron que el noveno año sería el último y que finalmente “la madre” del título haría su esperadísimo debut. Los fans teorizaron hasta el cansancio cuál podría ser la identidad de la señora Mosby, si ya habría aparecido o si sería alguien nuevo, mientras que en todas las encuestas la posible reaparición de Victoria no dejaba de ser la opción favorita. El 31 de marzo de 2014 se emitió el último episodio, titulado “Last Forever, parte dos”, y la resolución causó un profundo estupor en los fans. El público se mostró fervientemente en contra del cierre de la historia e internet se convirtió en un hervidero de bronca e indignación. Algunos seguidores comenzaron a mandar compulsivamente cartas a la CBS exigiendo una nueva conclusión, y en changer.org una iniciativa alcanzó varias miles de firmas.
Frente a esa presión por parte de los fans, Carter Bays anunció que en su salida en formato DVD y bluray, la última temporada de How I Met Your Mother iba a contar con un cierre alternativo. Pero el daño ya estaba hecho y ese segundo final no alcanzó para calmar las aguas. De esta manera, se despidió de manera agridulce una ficción que dejó innumerables alegrías, una infinidad de frases inmortalizadas por Barney, y un sinfín de anécdotas que lograron conmover al público.
Por otro lado -¡y por suerte!-, el tiempo borró la herida de ese final y los fans volvieron a ver y rever los mejores episodios de esta ficción (¡”The Playbook”!). Incluso llegó a suceder lo inesperado, y es que eventualmente ese cierre comenzó a ser ligeramente aceptado y hasta recibió el visto bueno del propio Neil Patrick Harris cuando en una oportunidad aseguró: “Creo que el odio de la gente por ese final, de una manera un poco loca, termina siendo un elogio. Todo esto demostró que muchos crecieron a la par de estos personaje y por eso querían que las cosas se dieran de una manera determinada, y eso es hermoso. Y a medida que la serie maduraba, y nosotros madurábamos con ella, todo terminó de una manera más adulta, agradable y reflexiva, aunque algo triste. Pero sin dudas, culminó de una forma feliz para esta muy, muy larga historia”.
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