Durante un robo en curso en un atractivo club de Chicago, un matón desalmado mata a un cliente y enseguida comienza a tomar rehenes. Al llegar al lugar, el teniente Mike Torello acepta facilitarle un auto para su escape y así inicia una persecución por las calles de la ciudad; en ese momento, uno de los rehenes es lanzado a través de la ventana trasera, destrozada por las balas, para colgarse del auto a toda velocidad. La escena culmina cuando Torello atrapa a su presa en un tranquilo barrio residencial y le dispara en la cabeza al asesino, mientras dos niños en pijama observan en silencio desde una ventana cercana. Y aún no han llegado los créditos iniciales.