Gentleman Jack: la increíble historia de la mujer que rompió todas las reglas
Puede decirse sin temor a equivocarse que Anne Lister era una fuerza de la naturaleza, pero eso sólo sería el comienzo. La naturaleza era ciertamente una de sus pasiones: Lister era una inglesa del siglo XIX que vestía elegante ropa negra que parecía de hombre y que se pasaba el día caminando a campo traviesa, visitando amigos y supervisando a los trabajadores de Shibden Hall, la propiedad que había heredado en la localidad de Halifax, en West Yorkshire. Su intensa personalidad también se evidenciaba en el mundo de los negocios: algunos de sus terrenos eran ricos en carbón, y Lister se deleitaba regateando con los titanes del carbón de la década de 1830 para mejorar el rinde y la fortuna de sus tierras.
Pero su osadía era aún más evidente en cuestiones amorosas. Gran parte de las más de 5 millones de palabras que contienen sus voluminosos diarios íntimos, parte de los cuales están escritos en código, son una minuciosa crónica de sus relaciones con un rosario de mujeres a las que sedujo, amó y llevó a la cama.
El complicado cortejo entre Lister y la acaudalada Ann Walker es el tema central de Gentleman Jack, una serie dramática de época que se estrena este viernes, a las 22, por HBO (es una coproducción del gigante norteamericano con la BBC) y que fue rodada en Shibden Hall. Cuando era niña, la creadora y guionista de la serie, Sally Wainwright, visitó el lugar con su familia –actualmente, la casa y sus terrenos son un parque público–, pero pasaron muchos años hasta que se hiciera una imagen más acabada de la vida de Lister. "A la gente no le gustaba hablar de ella", dice Wainwright.
La autora se familiarizó más a fondo con Lister después de cruzarse con Female Fortune, una biografía de 1998 sobre la vida de Lister escrita por Jill Liddington. Pasó horas leyendo y descifrando las páginas de los diarios. "Son manuscritos, no están mecanografiados, así que son pocos los que han posado los ojos sobre ciertos pasajes –dice Wainwright–. Cuando uno se da cuenta de que tal vez sea la primera persona que está leyendo tal párrafo, se produce una sensación de gran intimidad."
Wainwright financió personalmente la restauración y digitalización de los diarios, que pronto estarán disponibles online. Ganadora del premio Bafta y conocida por ser la autora de la serie policial británica de Netflix , Happy Valley, Wainwright también escribió el prólogo de Gentleman Jack: The Real Anne Lister, de Anna Choma, un retrato biográfico con generosos extractos de los diarios, que será lanzado en simultáneo con la serie.
En esta entrevista, la guionista, quien también dirigió la mitad de los ocho episodios con los que cuenta de Gentleman Jack, habla de Happy Valley, de las ambiciones de Lister, y de la dificultad de encontrar a la actriz perfecta para interpretar a la intrépida autora de esos diarios.
–Usted realizó varios policiales, como Happy Valley ¿Gentleman Jack es una ruptura intencional con ese género?
–Es muy fácil que te encasillen como guionista de policiales, y por mucho que me gusten los policiales que ya hice, no querría que me encasillaran. Tuve bastante suerte con los proyectos que hice, y todos fueron diferentes, desde Last Tango in Halifax y Happy Valley hasta mi película Invisible: la historia de las hermanas Brontë.
–Llama la atención que tanto Catherine Cawood de Happy Valley como Anne Lister son ambas mujeres de Yorkshire con un gran compromiso con su comunidad.
–El caso de Anne Lister es un poco diferente, en tanto la propiedad era suya y tenía unos 25 inquilinos y arrendatarios. Ese mundo era suyo, se refería a esas personas como "mi gente" y se preocupaba por ellos. También podía ser dura con ellos: si no cumplían con su parte del trabajo, los echaba sin pestañar. Pero a los que trabajaban duro los cuidaba, y pagaba por la educación de los hijos de muchos de ellos. El caso de Catherine es distinto, que tenía a su cargo la vigilancia de un territorio inmenso y le pagaban por hacerlo. Pero Catherine también se preocupaba en un sentido profundo por la gente. Es interesante ese paralelismo.
–Otra de las cosas que distingue a Gentleman Jack de sus trabajos anteriores es que en el papel de Anne, la actriz Suranne Jones por momentos mira a cámara y se dirige al espectador ¿fue su manera de recrear la sensación de intimidad de los diarios?
–Claro. Pensé mucho si convenía que mirara a cámara, porque es algo que ahora todos hacen en TV, con éxito dispar. Así que dudé mucho, no solo si hacerlo, sino en cómo hacerlo. Por eso elegimos apelar a ese recurso ocasionalmente y sólo cuando estuviese absolutamente justificado. Pero la idea siempre fue generar intimidad con el espectador. Cuando uno lee sus pensamientos más íntimos en sus diarios, tiene la sensación de tener una línea directa con ella.
–¿Por qué cree que Lister llevaba un diario?
–Porque no quería olvidarse de las cosas, en especial, por su negocio. Si cerraba un acuerdo con alguien, lo anotaba todo, hasta el último centavo. Pero al mismo tiempo creo que Lister era una escritora compulsiva. Además, registrar sus relaciones con otras mujeres le daba el modo de revivir esas historias. En su vida cotidiana, por lo general era muy directa y no se andaba con vueltas, pero en ciertos momentos podía ser bastante romántica y vulnerable. Era una suma de contradicciones. Era muy dura, pero en sus diarios también muestra un corazón en carne viva. Uno se queda con la imagen de alguien sensible, alguien que es vulnerable a los avatares del amor y la pasión, pero que también es capaz de llevarse el mundo por delante y que no tiene miedo de mostrarse tal cual es. Y al mismo tiempo queda claro que cuando alguien la ofendía, lo sentía en el alma.
–Y también era una mujer que no tenía problema en trabajar codo a codo con sus inquilinos, pero que al mismo tiempo creía en el sistema de clases.
–Absolutamente. De haber nacido hombre, ninguna de esas contradicciones serían contradicciones. En realidad, ella se identificaba con los hombres, y con cierta clase de personaje masculino. De allí la idea de cortejar a Anne Walker (Sophie Bundle) por su dinero: eso era lo que hacían los terratenientes, ya que intentaban aumentar su patrimonio a través de un matrimonio provechoso. Pero al mismo tiempo no creo que ella haya querido ser hombre. Le gustaba ser mujer, porque eso le permitía estar con las mujeres en situaciones de intimidad que a los hombres de entonces no se les permitía.
–¿Tenía en mente desde hace mucho a la actriz que quería para interpretar el papel de Anne?
–La verdad que no. No lograba imaginarme quién podía hacer de Anne Lister. No se conservan muchos retratos de ella, y los que hay son bastante caricaturescos. Así que nunca logré hacerme una idea clara de cómo era: necesitaba que alguien llegara y me lo mostrara. Eso fue lo que hizo Suranne Jones desde un primer momento. Al igual que Anne, tiene mucha energía, y un modo de pensar osado y contundente. No se conforma, va hasta el fondo y está dispuesta a descender a lugares muy oscuros. Pero también tiene ese aire intrépido, gallardo y atrevido.
–Se nota por la atracción que ejerce sobre los demás. Impone respeto no bien entra en un lugar.
Era muy carismática en la vida real. Por sus diarios queda claro que a la gente le gustaba estar cerca suyo y que siempre tenía algo que decir. Las mujeres seguramente la adoraban porque les transmitía que una mujer podía ser de esa manera. Que no estaban obligadas a ser objetos decorativos. En aquella época, no era de damas ser inteligente o demostrar inteligencia. Así que las mujeres debían considerarla extremadamente estimulante.
Traducción de Jaime Arrambide
Maureen Ryan
Otras noticias de HBO
Más leídas de Espectáculos
En Nueva York. Mafalda, invitada especial en la gala de los Emmy Internacional, cumplirá uno de sus grandes sueños
“Eternamente agradecido”. Gastón Pauls reveló el rol que cumplió Marcela Kloosterboer en su recuperación de las adicciones
Elogios, abrazos y un “piquito”. El celebrado reencuentro de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, a 27 años del estreno de Titanic
"El dolor fue real”. Denzel Washington: su cambio físico, la ayuda que recibió de Lenny Kravitz y una impensada confesión