Game of Thrones 08x05: Daenerys y la batalla que puso en jaque a Cersei
La batalla en las puertas de King´s Landing ya estaba planteada: las campanas ("The Bells", el nombre del capítulo) serían lo que detendrían a Daenerys Targaryen ( Emilia Clarke ) y la darían por vencedora. [HAY SPOILERS]. Ese era el planteo táctico de su Mano, Tyrion Lannister (Peter Dinklage), antes de que ella partiera, junto a su ejército y Jon Snow ( Kit Harington ), para la última guerra. Pero algo de ese mensaje final, el de las campanas, no hizo eco en la khaleesi. El quinto y anteúltimo capítulo de Game of Thrones cumplió con el lema de la casa Targaryen, hubo fuego y sangre: Dany, al sentirse poco querida, apostó por el miedo y no pudo escapar a la tradición incendiaria de sus antepasados.
Falta solo un capítulo -de la octava y última temporada- para que cierre la serie de HBO creada por George R.R. Martin y, lejos de saber en qué manos quedará el Trono de Hierro, lo que dejó "The Bells" son dudas y muchas muertes, que se dieron tras intensos duelos de viejos enemigos.
La preparación
Los ojos de Dany cambiaron al ver a su amiga Missandei (Nathalie Emmanuel) ser decapitada. Ni siquiera tuvo esa mirada cuando vio morir a su dragón, Rhaegal. Recluida en Dragonstone no parece estar dispuesta a ceder y no piensa cambiar de plan a pesar de los consejos de Tyrion que insiste en proteger al pueblo de King´s Landing, a quien Cersei Lannister ( Lena Headey ) invitó a la Fortaleza Roja para usarlo de escudo.
Es su Mano quien le sugiere a Dany que interrumpa la batalla con el sonido de las campanas, que implican la rendición. Ella asiente. Lord Varys (Conleth Hill) ya había tomado una decisión: apoyar a Aegon Targaryen (o Jon Snow) como nuevo gobernante de Los Siete Reinos. Es por eso que recibe al Rey en el Norte cuando llega a unirse a su reina y, con acertijos, le da a entender que está con él. Jon, con su obstinada sinceridad, interrumpe la conspiración enseguida: él no está interesado en gobernar y apoya a Dany.
En paralelo, Varys comienza a expandir el rumor enviando mensajes, pero su iniciativa se ve interrumpida por la devoción que tiene Tyrion por Daenerys. La Mano le confiesa a su reina haberse equivocado al contarle a su otro consejero la información sobre el verdadero heredero del Trono. Sin embargo, para ella el traidor es Jon. Le había suplicado que guardara el secreto y que no le contara a sus hermanas su identidad; algo que no hizo y, como sospechaba Dany, Sansa Stark ( Sophie Turner ) tardó poco en revelar.
Ni Gusano Gris (Jacob Anderson) ni Daenerys piensan tener piedad por el pueblo. Pero si hay alguien que puede cambiar el curso de esa batalla decide no hacerlo. Dany recibe a Jon Snow, por quien tiene sentimientos encontrados. Desde que sabe que tiene más derecho al trono que ella, dejó de ser su amor y se volvió su peor enemigo: es más popular que ella y de conocerse la verdad todo su camino recorrido para recuperar lo que le correspondía por herencia sería en vano.
En cambio, Jon insiste en que ella es su reina. Ella le dice que a él lo quieren y a ella no, y él insiste en que él la ama. Ella se acerca y lo besa, pero él se aleja. Y ella insiste: "¿Solo soy tu reina?". Jon no contesta y Dany le dice: "Entonces será por el miedo". Después de castigar al traidor Varys, a quien Drogon quema vivo por orden de su madre, están listos para reunirse en las puertas de King´s Landing.
La batalla
Esta vez la estrategia de Dany es mucho más efectiva. Mientras que los Inmaculados, los Dothraki y los abanderados del Norte esperan en las puertas de King´s Landing, ella entra por el mar donde están los hombres de hierro, comandados por Euron Greyjoy (Pilou Asbæk). No solo los sorprende sino que logra hundir a toda la flota y eliminar las ballestas con escorpiones que tienen preparadas para matar a su dragón.
La madre de dragones rompe desde atrás las murallas de la ciudad y sorprende a la Compañía Dorada, los mercenarios que Cersei compró para vencerla. En cuestión de minutos, la khaleesi logra derrumbar a los aliados de la reina regente. Gusano Gris, Snow y Ser Davos (Liam Cunningham) comandan desde la tierra, pero casi que no encuentran resistencia: solo quedan los soldados Lannister. La batalla final, la más esperada, parece mucho más fácil de ganar de lo imaginado. A pesar de contar con un solo dragón, Dany tiene todo a su favor.
En paralelo, Tyrion busca la forma de evitar la masacre: libera a Jaime (Nikolaj Coster-Waldau), su hermano que fue atrapado camino a King´s Landing, para que escape con Cersei, quien espera un hijo de él. La condición es que toque la campana. Tyrion y Jaime se despiden con lágrimas y el menor de los Lannister le da una segunda oportunidad a los gemelos: escapar en un bote y empezar de nuevo con el bebé que esperan. Jaime escapa, pero no logra pasar las murallas antes de que empiece la batalla.
En gran parte del capítulo, el Matareyes busca la forma de llegar a su hermana y amante, quien contempla desde la torre más alta del castillo cómo su reinado cae a pedazos. En ese camino se encuentra con el otro gran villano de GOT, Euron. Ahí llega la segunda muerte de la noche. En un duelo parejo, los dos pretendientes de Cersei miden fuerzas hasta que, después de recibir dos cortes profundos, Jaime resurge de la agonía y termina con la vida del último hombre de los Greyjoy.
El ejército de Dany avanza hasta el último frente de batalla. Tyrion mira a lo alto, espera el sonido de las campanas. Los soldados Lannister, después de ver a Dany sobre Drogon, tiran sus espadas y se rinden. Cersei no quiere asumir la derrota, aunque las primeras lágrimas empiezan a caer de sus ojos. Finalmente se escucha el sonido: King´s Landing vuelve a ser de los Targaryen.
Las cenizas
Dany logró su objetivo en una batalla que no tuvo nada que ver con la de Winterfell: no tuvo casi bajas y sus enemigos, a pesar de ser más, no pudieron con el fuego de su dragón. Sin embargo, está desencajada. Mira para adelante, ve a todo el pueblo recluido y asustado. Segundo a segundo, sus facciones pierden cordura y ella se convierte en la legítima hija del Rey Loco, que tenía cierta fascinación por la piromanía. A la madre de dragones, la rendición no le alcanza: ese pueblo no la quiere y ella se quiere imponer por el miedo. Drogon se eleva y, desde el aire, Dany quema todo a su paso. King´s Landing, esa cuidad que crearon sus antepasados, es destruida por la furia del dragón -algo parecido hizo Cersei con el Templo y el fuego valyrio-. El pueblo corre entre derrumbes y fuego.
Gusano Gris toma su lanza y retoma la lucha, Jon intenta evitarlo pero queda en el medio entre los Lannister y los Inmaculados. No hay bandera blanca que conmueva a la Nacida bajo la Tormenta. Tyrion mira desconcertado el panorama: cientos de inocentes mueren frente a él.
Dentro del castillo, Cersei finalmente acepta la derrota y es escoltada por sus dos aliados más fieles, el maestre Qyburn (Anton Lesser) y La Montaña (Hafþór Júlíus Björnsson). Cerca, Arya Stark ( Maisie Williams ) y El Perro (Rory McCann) resisten la caída de escombros y van en busca de venganza. El Perro, en su último acto de humanidad, convence a Arya de abandonar su lista. "Mirame, ¿querés terminar como yo?", le dice. Y ella, después de agradecerle el gesto, empieza su dura cruzada por escapar de ese campo apocalíptico que parece Pompeya. El Perro, en cambio, tiene otro plan: terminar con su hermano, La Montaña.
Otro de los encuentros más esperados de la serie es el momento en que los hermanos Sandor y Ser Gregor Clegane finalmente ajustan cuentas. Drogon y Daenerys continúan quemando todo a su paso mientras Cersei intenta huir. El Perro interrumpe su paso y La Montaña acepta el duelo, pero antes saca del medio al maestre que intenta retenerlo. Lo que sigue es una pelea despareja: La Montaña es casi un Frankenstein y no puede ser destruido. El Perro lucha, atraviesa a su hermano con la espada pero nada parece sucederle. El enfrentamiento termina con una de las grandes escenas del capítulo: el Perro, casi ciego, empuja a la Montaña por uno de los agujeros que hizo Drogon en el castillo y ambos caen al vacío.
Cersei queda sola y asustada, ya no queda nada de King´s Landing. De repente, aparece Jaime y se funden en un abrazo. La reina regente llora como nunca lloró en toda la serie y se deja guiar por el padre de su hijo, quien tiene un plan B: seguir las indicaciones de Tyrion hasta el bote que los sacara de Westeros. Pero, cuando llegan al pasadizo para salir de la Fortaleza Roja al mar, descubren que están atrapados porque hay rocas en la puerta. La angustia de Cersei es por no poder cuidar a su hijo en camino. Los gemelos se vuelven a abrazar y protagonizan el momento más romántico de la temporada, mueren enterrados por los escombros. Juntos y casi redimidos, no importa todo lo que hicieron hasta acá.
Arya intenta escapar entre una horda de gente que corre por su vida. Se la puede ver a la heroína de la batalla de Winterfell toda maltrecha, llena de polvo y sangre escapar de las llamas y los derrumbes. En esta lucha no usa la espada, sino los ojos. A través de su mirada pueden verse los resabios de King´s Landing. Daenerys no tiene piedad: ya ganó el trono pero sigue incendiando todo a su paso. Jon intenta detener a sus soldados, pero no puede. La mirada del verdadero heredero se ensombrece: su reina no es lo que esperaba, tampoco para Tyrion ni Ser Davos. Snow ordena la retirada, Arya queda atrapada entre las ruinas de la ciudad, pero logra escapar. Sin Cersei en su lista, ¿serán los ojos verdes de Daenerys los que apagará? Después de ver la furia del dragón no sería extraño.
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