Laura Linney: el secreto mejor guardado de Hollywood
Desde su consagración como "la esposa ficticia" de The Truman Show, la actriz ha encadenado una larga lista de criaturas autosuficientes, capaces de sobrevivirlo todo; en Ozark, la serie que protagoniza con Jason Bateman, vuelve a hacer gala de su talento
Laura Linney pertenece al linaje de las actrices talentosas que no son tan populares como otras que suelen salir en las revistas, pero que se destacan siempre por sus brillantes interpretaciones, por las que ha recibido tres nominaciones al Oscar. Fue la esposa de Truman en The Truman Show; una mujer dedicada a cuidar de su hermano enfermo y enamorada (no tan) en secreto de su compañero de trabajo en Realmente amor; una madre marcada por la pérdida de su hija en Río místico, entre muchísimos otros grandes papeles.
La prolífica carrera de Linney también se extiende al teatro, ámbito en el que tiene un gran éxito como admirada figura en Broadway, y a la televisión, a la que nunca pareció temerle. Además de haber tenido un papel recurrente en Frasier (le valió un Emmy), trabajó en la aclamada miniserie John Adams y protagonizó durante cuatro temporadas The Big C (por estas dos últimas ganó el Globo de Oro).
Su regreso a la pantalla chica con Ozark, la serie que combina thriller con drama familiar y que Netflix estrena hoy, es una buena noticia. La actriz se luce de nuevo encarnando a Wendy -la esposa del personaje que interpreta Jason Bateman - un experto en finanzas dedicado al lavado de dinero que queda envuelto en graves problemas y se ve obligado a mudar a su familia a Ozark, una zona vacacional del medioeste de los Estados Unidos.
Decir que Linney hace de "la esposa de" es sólo una forma de no revelar demasiado sobre un rol que es mucho más que eso y al que vale la pena ir conociendo de la mano de la actriz, quien está acostumbrada a trabajar a sus personajes como en capas que van cayendo y mostrando al espectador de a poco su verdadera naturaleza.
"Me atraen los personajes que me permiten hacer ese tipo de trabajo -cuenta Linney a LA NACION en una charla telefónica-. Hay papeles con los que no podés hacer eso porque resultaría una distracción para la historia principal y hay otros que podés construir en capas y así crear un gran espectro de comportamientos".
Cada una de sus interpretaciones dejan en evidencia el trabajo minucioso y consciente que hace la actriz. Al verla en la pantalla queda claro que hay una construcción intelectual del personaje; Linney parece ser una intérprete muy cerebral.
"Siempre trabajo primero sobre la historia y encontrando detalles en el guión que me llevan en cierta dirección -explica la actriz-. A veces noto cosas en la escritura que ni los propios guionistas ven, algo que es como una pista a la que no le dieron importancia, pero yo la subrayo y lo convierto en una característica importante del personaje. También se trata de reaccionar a lo que tenés enfrente. En muchas ocasiones aprendés algo nuevo sobre el personaje mientras estás actuando y lo podés incorporar a lo que viene después".
Según Linney, compartir escenas con Jason Bateman y tenerlo también como director y productor fue una experiencia muy positiva: "Todo sobre Jason es fantástico -dice la intérprete-. Quienes trabajamos en la serie nos sentimos muy agradecidos porque no sólo es muy bueno en todos estos trabajos distintos sino que además es un excelente ser humano. Me enorgullece ser parte de un proyecto en el que él se está destacando tanto. Hizo un trabajo de dirección maravilloso y una gran actuación en un género con el que la gente no lo asocia normalmente".
Revisando la carrera cinematográfica de Linney llama la atención las buenas elecciones que supo hacer a lo largo de los años. La actriz cuenta que cuando está leyendo un guión y su imaginación empieza a hacer asociaciones queda claro que es una buena propuesta para ella. Pero además de lo que está escrito para Linney la gente que está involucrada en el proyecto es otro factor esencial en la elección.
Esto se nota en la lista de directores con los que trabajó, que impresiona por el talento y la diversidad que agrupa y que incluye a Barry Levinson, James Ivory, Noah Baumbach y Tom Ford. Tanto es así que le resulta imposible señalar un preferido. "No puedo elegir a uno, pero aprendí mucho de Clint Eastwood , de Peter Weir, de Bill Condon. Aprendés algo de cada uno y, con suerte, a través del tiempo eso te hace mejor actriz." Más allá de la calidad de todos sus trabajos, hay dos películas que se destacan por el enorme impacto que tuvieron en la cultura popular: The Truman Show y Realmente amor.
"The Truman Show fue una experiencia fantástica -dice la actriz-. El director, Peter Weir, es un hombre brillante. La película se estrenó mucho antes de que aparecieran los reality en la televisión. Estaba muy adelantada a la explosión cultural que se produjo. Es fascinante haber sido parte de algo así. El éxito de Realmente amor también tiene que ver con su director, Richard Curtis, que es una persona tan buena, amable y cálida que fue capaz de tomar material que puede parecer frívolo y lo convirtió en algo auténticamente conmovedor. Le recordó al público que la gente tiene mucho corazón, que el amor no es una debilidad y que es el pegamento que nos mantiene conectados con nuestra vida. Estoy muy orgullosa de ser parte de ambas películas y es increíble para mí, a medida que pasan las décadas, ver cómo esos films se fueron haciendo cada vez más significativos".
Cinco papeles inolvidables de la actriz
Del thriller a la comedia romántica y los dramas familiares, Linney fue nominada al Oscar en tres oportunidades
La verdad desnuda - 1996
Este thriller policial marcó el debut en cine de Edward Norton, pero para Linney fue también uno de sus primeros films, y el papel de la fiscal Venable inauguró su tradición de interpretar a mujeres capaces y fuertes.
The Truman Show - 1998
Su sonrisa vacía da las primeras pistas de que algo está muy mal en el mundo de Truman. Como la ama de casa falsa y la actriz que debe interpretarla, Linney impacta cuando aparece en pantalla.
Puedes contar conmigo - 2000
En el primer film del director de Manchester frente al mar, la actriz interpreta a una madre soltera que debe lidiar con el regreso de su irresponsable hermano (Mark Ruffalo). Una historia sensible y adulta.
Río Místico - 2003
Aunque Sean Penn sea el protagonista del film, Clint Eastwood le dio la oportunidad a la actriz de ser el poder en las sombras, el catalizador de las acciones del personaje de Penn. Un papel complejo y fascinante.
Realmente amor - 2003
La solitaria y tímida Sarah es uno de los personajes más conmovedores del film británico y uno de los que prueban que el film trata sobre el amor en un sentido mucho más amplio que los enredos románticos.
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