El cineasta uruguayo es el realizador de la nueva producción de terror de Apple TV+ y habló con LA NACION sobre la innovación detrás del proyecto
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Al realizador uruguayo Fede Álvarez se lo nota entusiasmado cuando, en una entrevista vía Zoom con LA NACION, habla sobre el desafío que significó la dirección de Llamadas, la flamante serie que estrena hoy la plataforma de streaming Apple TV+. Para el cineasta -cuya ópera prima fue nada menos que el relanzamiento de la gran Posesión infernal de Sam Raimi, para luego concebir el efectivo thriller No respires que tendrá su secuela, y La chica de la telaraña- “no se ha visto nada parecido” a esta producción que toma como materia prima e inspiración la ficción francesa homónima de Timothée Hochet.
Llamadas consiste en 9 episodios que no superan los 20 minutos y donde las imágenes abstractas acompañan conversaciones perturbadoras que generan una incomodidad sin la necesidad de ver a los actores en pantalla. Nick Jonas, Pedro Pascal, Rosario Dawson, Aubrey Plaza, Lily Collins, Joey King, y Mark Duplass son tan solo algunas de las figuras que pusieron sus voces a los guiones que les envió Álvarez a sus casas, junto con equipos de grabación que ellos mismos debieron aprender a utilizar. “Como esto fue al inicio de la pandemia, no tenían asistentes y debieron manejarse por sí solos”, explica el realizador a LA NACION sobre la peculiaridad de la puesta en marcha de una serie cuyo fin es mantener al espectador subyugado por esas llamadas que adquieren un tinte surrealista.
El director, como evidencia su filmografía, se maneja muy bien en el género terror, si bien aquí se sale de su zona de confort al concebir visuales inmersivos que permiten que los diálogos pasen a un primer plano. Así, con el minimalismo como herramienta, Llamadas invita a activar la imaginación de quien escucha esas charlas inquietantes, persuade a crear variados escenarios, con sus propias reglas, bordeando la experiencia interactiva, y con la pandemia de coronavirus como contexto inevitable.
-¿Cómo surgió el proyecto de reversionar Llamadas?
-Todo empezó cuando Apple TV+ se acercó con la idea, con el concepto de hacer una serie, pero sin filmarla y esto surgió antes de la pandemia, no es que estábamos viendo qué podíamos hacer ya que no podíamos filmar, sucedió previamente. Yo no soy alguien que se apura o salta de una película a la otra, creo que las cosas tienen que llevar su tiempo para pensar qué hacer, en el mundo del cine sobre todo, entonces encontré que esto era algo interesante para hacer donde importaba la historia y nada más. Era un ejercicio muy exigente porque cada palabra tenía que contar algo, cada momento tenía que mover la historia para adelante. Como guionista me fascinaba el desafío de poder mantener tu atención durante 9, 10 minutos y que la historia no pare. Es algo muy específico.
A mí me cuesta encontrar cosas que me hagan decir: “Esto tengo que hacerlo ya”, pero acá sí lo encontré. Del formato francés tomamos la idea, pero las historias son completamente nuevas y el tema visual es completamente diferente, había que empezar de cero. Esto nunca se había hecho, poder decirle a la gente “nunca viste algo así” y que sea verdad y no una exageración, no es común.
-Como cineasta solés, película tras película, ponerte un desafío mayor, ¿cómo fue en este caso depurar los guiones para que sean tan contundentes los episodios?
-Bueno, eso es muy importante. En la actualidad, con el streaming no pasa lo mismo que en la TV que hay un límite de tiempo para la ficción, que se tiene que acomodar a un determinado horario para que empiece otro programa. Habrás notado que las series tienen episodios más largos que otros, cada vez pasa más eso y la verdad es que escribí cada historia dándole el tiempo que sentía que merecía, también pensando en mantener la atención. No había presión de que durara cierta cantidad de minutos, o de editar los relatos o extenderlos. Los únicos cortes que hicimos con el equipo de guionistas fueron para que sean más entretenidas las historias, pero jamás por una cuestión de tiempo, porque nada nos corría. Las historias tenían que durar lo que tenían que durar y eso era todo.
-En No respires ya había un minimalismo en la banda sonora para que los golpes de efecto funcionen por sí solos sin subrayados, y en Llamadas ya es directamente la falta de imagen, es como ir cada vez más hacia lo micro...
-Totalmente, en Llamadas la música es muy minimalista. Podríamos haber hecho una banda sonora donde la música te exigiera demasiado e invadiera la historia y no lo hicimos. En este caso, trabajamos con The Haxan Cloak [el compositor británico Bobby Krlic], que compuso la banda sonora de la película Midsommar de Ari Aster, que hace una música súper minimalista con un ambiente brillante. Y en Llamadas iba muy bien con las visuales abstractas, no sabés si te está empujando a estar contento, asustado, es tan abstracta que deja que vos te sientas como quieras sentirte, que es para mí lo mejor que tiene este formato de serie, que te permite a vos elegir tus mejores imágenes y sensaciones según lo que estás escuchando, sin forzarte. Yo creo en eso que decías de No respires: intento que ni la música, ni la historia, ni la cámara te hagan sentir más asustado de lo que deberías. La imagen debería hablar por sí sola. A veces veo cosas muy invasivas con la música, es como tener un amigo al lado que te dice: “¿viste qué bueno que está esto? ¿viste?”, y te dan ganas de decirle que se calle (risas) . Por eso la música y las imágenes tienen que estar al mismo nivel de lo que está pasando, ni más ni menos, para que te sientas como quieras sentirte.
-¿Cómo fue el trabajo con los actores, que también tuvieron un peso en sus espaldas al solo poder usar sus voces? ¿Estabas en permanente contacto con ellos?
-Sí, fue muy interesante lo que pasó porque comenzaron a grabar a comienzos de la pandemia, cuando no podían recibir a nadie. Entonces les mandamos computadoras, micrófonos, elementos que debieron aprender a manejar por sí solos. Trabajaron desde sus casas, sin asistentes, aprendiendo a ser técnicos con los micrófonos. Nicholas Braun, por ejemplo, iba y venía con los micrófonos gritando, y los vecinos se preocupaban, se produjeron muchas situaciones con Karen Gillan también, creo que incluso llegaron a llamar al 911 porque pensaron que le estaba pasando algo por sus reacciones al grabarse (risas). Pasaron cosas muy locas. Estuvo buenísimo, lo que yo recibía a nivel actuación es lo que vos recibiste con el producto final.
-Si bien el proyecto te llegó antes de la pandemia, dialoga con lo que sucede, en un punto se vuelve ineludible no asociar las historias a la coyuntura o hacer relecturas...
-Sí, se pueden hacer relecturas porque en realidad la idea nació antes de la pandemia, pero me puse a escribir durante, entonces hay mucha influencia de eso, del 2020, de cómo se vivió. Intentamos escribir las cosas para que vos sintieras que podría estar pasando ahora, con excepción de un episodio, pero más allá de eso, queríamos que fuera lo más casero posible, con gente hablando por teléfono desde sus casas, y con la mínima acción en la calle.
Cuándo y dónde verla. La primera temporada de Llamadas ya está disponible en Apple TV+.
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