El avispón verde, un personaje que nació y creció a la sombra de otros pero dejó su marca en la pantalla chica
Creado a fines de los 30, este heroico justiciero llegó a la televisión en pleno éxito de la serie Batman, con los protagónicos de Van Williams y un jovencísimo Bruce Lee
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Para cuando se estrenó la serie de El avispón verde, el 9 de septiembre de 1966, el personaje ya gozaba de una historia muy rica en datos y detalles, que lo emparentaba con grandes héroes del cine, la televisión y la literatura. Tanto así, que su primer y único paso por la pantalla chica si bien dejó huella, no estuvo a la altura de su historia.
A mediados de la década del 30, El llanero solitario estaba instalado cómodamente en la radio, disfrutando del primero de sus múltiples y exitosos momentos. El personaje había nacido en 1932 a partir de una leyenda del oeste, incorporando su clásico antifaz por ser moda a partir de justicieros anteriores como El Zorro.
Sorprendidos y felices por el suceso del cowboy enmascarado y su compañero indio “Tonto” (rebautizado en español como “Toro” por obvias razones) sus creadores, George W. Trendle y John King, comenzaron a pensar cómo perpetuar el éxito y los dividendos a partir de la creación de otra figura semejante a la del llanero.
Así, ambos hombres fueron por el camino más común en estos casos, que es contar lo mismo pero en otro tiempo. La ropa se volvió contemporánea, los criminales dejaron de ser cowboys o indígenas para pasar a ser mafiosos y no mucho más. Ah, sí: el personaje pasó de llanero a avispón.
Sin embargo, como guiño a sus fans y para no caer tan groseramente en el autoplagio, los autores decidieron construir un puente entre ambos héroes. Y así nació una herencia sanguínea que los unió para siempre.
Lazos familiares
Cuando se estrenó el programa radial de El avispón verde muy pocos se dieron cuenta que el alter ego del enmascarado se llamaba Britt Reid, cuando a su vez, el verdadero nombre del llanero solitario era John Reid. Efectivamente, en la mente de Trendle y King, el nuevo show contaría la historia del sobrino nieto del hombre del Oeste, con una estructura similar, la ayuda no ya de un piel roja sino de un asiático experto en artes marciales, y manteniendo la condición de antihéroe que se mueve por fuera de la ley.
La rigurosidad de los autores fue tal que incluso crearon una línea de tiempo, para explicar el árbol genealógico de los Reid, y así disipar cualquier duda que pudiera surgir sobre el parentesco. La idea, de paso, le dio un buen espaldarazo al nuevo personaje, que enseguida se sumó a la estela exitosa de su predecesor.
Para los años 40, tanto El llanero solitario como El avispón verde hacían una carrera paralela con radio, cómics y seriales cinematográficos. Acompañando la modernidad, el avispón no solo usaba sus puños y algún arma de fuego, sino que tenía un arsenal de lujosos dispositivos como una vara que emitía ultrasonido, un revolver de gas y un auto con los recursos más avanzados conocido como Black Beauty en inglés, y La belleza negra o Betsabé en español.
Sin embargo, comenzada la década del 50, el personaje resultaba un tanto anacrónico, y su estrella comenzó a languidecer. Cuando pocos se acordaban de él, otra mente creativa decidió retomar su historia en una nueva serie para la televisión, también como espaldarazo a otro programa de éxito: Batman. Así fue que, a mediados de la década del 60, El avispón verde volvió a volar.
El vuelo del moscardón
En 1966, William Dozier era uno de los hombres más felices de la industria. Luego de varios tropiezos a la hora de instalar un programa de superhéroes en la televisión, se le alinearon los planetas y pasó a la historia como el creador de Batman. Engolosinado por la buena repercusión del show protagonizado por Adam West y Burt Ward, el responsable de Greenway Productions decidió que era momento para otra dupla de luchadores contra el crimen, y el avispón tenía todas las fichas.
A diferencia de lo que había pasado treinta años antes, Dozier tuvo claro desde el primer día que El avispón verde no podía tener mayor éxito que Batman, tenía que ser una especie de “segunda marca”, como en los supermercados. La primera decisión (consensuada con el creador, George Trendle) fue que la acción se trasladaría a la actualidad, rompiendo con el nexo familiar que lo unía con su famoso tío abuelo. También se cambió la máscara de cara completa por una especie de anteojo-antifaz, para potenciar la gestualidad del protagonista.
Con respecto al elenco, Van Williams aportó un rostro ya conocido para los televidentes, mientras que Bruce Lee ganó el casting para convertirse en Kato, en lo que fue su primera incursión en la TV norteamericana. Y siendo un proyecto con una historia que, como se ha visto, está repleta de cruces, de paso se puede apuntar que quien interpretó a Kato en el serial de los años 40 fue el actor Keye Luke, el más tarde inolvidable Maestro Po de Kung-Fu, que a su vez fue una idea que le robaron a Bruce Lee. En fin.
A pesar de haber sido muy permisivo con los cambios, en algo George Trendle fue irreductible: la serie tenía que comenzar con la misma banda de sonido de siempre: El vuelo del moscardón, de Nikolái Rimski-Kórsakov. Y lo bien que hizo, porque la composición quedó estrechamente relacionada con la serie. Al menos entre los mayores de 40, porque los más jóvenes la identifican con Merlí, que también hizo uso de ella para sus títulos.
Si bien la serie de televisión de El avispón verde nació a la sombra de Batman, nadie habría imaginado que en la única temporada que estuvo al aire, construiría una correspondencia en forma de crossover, que sería muy celebrado por la audiencia. Un divertimento que, al igual que lo hecho con El llanero solitario, se volvió a repetir.
Baile de disfraces
Los cruces entre las series de Batman y de El avispón verde fueron tan entretenidos como carentes de toda lógica. En el séptimo capítulo de la segunda temporada, El maleficio de Tut, el dúo dinámico está subiendo la pared con la batisoga cuando Kato y el Avispón abren una ventana, propiciando las presentaciones de rigor. También ese año, Bruno Díaz y Ricardo Tapia hacen un alto en su lucha contra el crimen para ver en televisión el programa de El avispón verde. En la serie homónima se da una escena similar, en la que la pareja de héroes disfruta de un episodio de Batman.
Sobre el final de la misma temporada y con estos precedentes, se dio el encuentro definitivo entre los personajes. En el capítulo doble “El avispón se entromete”, los cuatro personajes unen sus fuerzas en contra de un mismo villano. Este episodio tiene como curiosidad que el doblaje del personaje femenino (interés romántico de Bruno Díaz y Britt Reid) fue hecho por la actriz mexicana Guadalupe Romero, la inolvidable voz de La mujer maravilla. Así que al verlo emitido en la televisión local se daba una curiosa amalgama de voces familiares para el espectador.
También, el encuentro fue famoso por una disputa en torno a una escena. Como Kato y El avispón verde eran, en teoría, villanos estaban en las antípodas de Batman y Robin, así que la resolución de la historia era con una pelea entre los cuatro. Por cuestiones de rating, quienes debían ganar la batalla eran los encapotados, pero Bruce Lee se negó firmemente: “No es para nada creíble que un chico como Robin le gane a un experto en artes marciales como Kato”. Por el bien del doble del joven maravilla, y antes de que Lee se pusiera a repartir mamporros en serio, se decidió que ambos personajes no llegarían a enfrentarse. Apenas mirarse feo y no mucho más.
Bruce Lee cuidaba su imagen y hacía bien, porque en su estreno en China la serie de El avispón verde se presentó como Kato, convirtiéndolo en el gran protagonista. Al mismo tiempo, el actor y experto en artes marciales, estaba orgulloso de que gracias a él, el Kung Fu llegara por primera vez a la televisión norteamericana.
La condición de “segunda selección” como parámetro de su creación, El avispón verde fue también la lápida de su tumba. En pos de diferenciarse de Batman prescindió del humor, de la estética y de su bizarro estilo. Tampoco, y a pesar de su esencia, podría enmarcarse dentro de propuestas más “serias”. Ese limbo fue el lugar de donde nunca pudo salir, y luego de 26 capítulos, y sin haber nunca logrado el rating esperado, se despidió de la pantalla el 24 de marzo de 1967.
A partir de ese momento, el personaje tuvo un par de erráticos regresos. En 1994 se conoció la película china The Green Hornet, donde Kato era el único protagonista y no había ni noticias ni referencias de su empleador. En 2011, Seth Rogen -en asociación ilícita con Michel Gondry- aportó su dudoso sentido del humor para reflotar al personaje en la imposible de ver El avispón verde. Finalmente, el año pasado se anunció que The Green Hornet and Kato sería el regreso con gloria del personaje a la pantalla grande pero, pandemia mediante, poco y nada se supo desde entonces sobre ella.
A pesar de todo el potencial que posee, todavía no ha llegado la versión definitiva de El avispón verde, un personaje que nació y creció a la sombra de otros, esperando una oportunidad que todavía no le llegó.
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