Disney+: en La misteriosa sociedad Benedict, Tony Hale por fin es el protagonista de la historia
El actor de amplia trayectoria logró por primera vez ponerse al frente de una gran producción y habló con LA NACION al respecto
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Ya fuera como el hombre de la cartera siempre detrás de la dama de hierro en Veep o el hijo adulto todavía unido a su madre como si acabara de nacer en Arrested Development, el actor Tony Hale construyó toda una carrera de interpretar a personajes secundarios que se roban cada escena en la que aparecen a veces solo con un gesto. En medio de un elenco multitudinario y de excelencia como los que tenían esas series Hale siempre logró destacarse aunque estuviera lejos de ser el protagonista del cuento. Tal vez por eso, cuando por fin le ofrecieron no uno sino dos papeles principales, el actor ganador de dos premios Emmy estuvo inmediatamente interesado aunque no conociera la serie de novelas infantiles en las que se basaba La misteriosa sociedad Benedict, el ciclo que estrena hoy en Disney+ donde interpreta al señor Benedict del título y a su gemelo, el malévolo señor Curtain.
“En principio cuando me ofrecieron el proyecto estaba muy entusiasmado por tener la oportunidad de interpretar a los gemelos, pero luego con la pandemia la historia que estamos contando se volvió lo más importante para mí. Porque en la ficción el mundo está atravesando una crisis a la que llaman ‘La emergencia’ que causa miedo y ansiedad constante. Y mi personaje, el señor Benedict, cree tener una solución para el desastre y por eso recluta a cuatro chicos extraordinarios para que lo ayuden a resolverlo. Ese mensaje de esperanza en medio de la oscuridad me pareció tan oportuno como fascinante ”, cuenta Hale vía Zoom a LA NACION.
Uno de los puntos más atractivos de la historia es que esos cuatro chicos huérfanos no tienen superpoderes sino que sus habilidades se originan en su inteligencia, su capacidad de observación, su creatividad y empatía. “Después de lo que pasamos el año pasado era imposible no establecer conexiones con la ficción y eso le dio una importancia que no me imaginaba que tendría en un principio”, explica el actor y productor de la serie que transcurre en un mundo similar al nuestro pero no idéntico. Allí no existen los teléfonos celulares y las computadoras apenas aparecen mientras que la televisión sí tienen un lugar primordial cuando se trata de diseminar las “noticias” que ponen a todos en constante estado de alerta, angustia, miedo y desconfianza, un virus que los héroes del cuento intentaran curar con ingenio y buenas intenciones.
“En el universo de nuestro relato hay un ruido constante que genera un caos mundial y por eso cuando aparecen esas voces que buscan despejar esa interferencia y proponen la verdad y el entendimiento se destacan y logran armar un equipo. Amo ese mensaje que tiene la historia”, agrega Hale, que además de todas las satisfacciones que le trajo el programa también le dejó un persistente dolor de cintura. Es que a la hora de construir sus personajes el actor decidió que Benedict tuviera la espalda notablemente encorvada, el resultado de muchas horas dedicadas a la lectura y la investigación, mientras que Curtain siempre pareciera estar envarado y rígido, poco dispuesto a escuchar a los demás.
“Cuando empecé a pensar en cómo interpretarlos me di cuenta de que tenía que encontrar algo de mí en cada uno de ellos porque sino lo hacía iba a caer en el estereotipo de hacer el hermano bueno y el hermano malo, sin matices, mientras que me parecía mejor encontrar la humanidad en cada uno de ellos. De todos modos, nosotros los actores somos apenas una porción de la torta. La producción es fundamental desde las pelucas, al vestuario, el maquillaje, la iluminación y sobre todo el diseño de producción construyen ese mundo y a sus personajes”, detalla Hale que repasa las diferencias visuales entre sus dos papeles. En el caso de Benedict una narcolepsia que se presenta cada vez que está atravesando por una situación estresante aporta momentos de humor físico que el actor resuelve con oficio mientras que cuando debe jugar a ser el antagonista la mejor arma del villano Curtain es un sarcasmo lacerante.
“En la oficina de Curtain el color más destacado es el azul, todo es más bien frío, estoico, mientras que en la casa de Benedict los verdes y marrones dan cuenta de su calidez, de su amabilidad. Al entrar a esos decorados usando el vestuario de cada uno de ellos no podía evitar igualar el personaje al ambiente”, dice el actor que además recuerda que los trajes que debía usar en las escenas de Curtain no eran para nada cómodos, otra ayuda sensorial para transmitir el modo en que el villano se para frente al mundo.
Creada como una aventura para toda la familia, de todos modos la serie no es solo humor y niños simpáticos e ingeniosos. En las novelas de Trenton Lee Stewart y la adaptación televisiva de Phil Hay, la fantasía y la ternura comparten espacio narrativo con un tono oscuro. Con algunos puntos de contacto con las historias de Roald Dahl en este caso lo que prevalece es un mensaje algo más esperanzador.
“En medio de la fantasía y el humor surgen mensajes positivos sobre el poder de la unión, la humanidad y momentos más sombríos también. Honestamente me parece que en ese sentido se parece un poco a la vida. Todos tenemos momentos graciosos, situaciones absurdas y también nos pasan cosas difíciles, tristes. Me gusta ese balance en el programa”, termina Hale que esta vez no solo logró ser el protagonista de la historia sino también su propio antagonista.
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